Trato de pendejos.

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Luis Antonio Martínez Peña.

Cero y van tres, se dice y se cuenta, cuando las cosas se vienen repitiendo.  Se ha vuelto común y frecuente que líderes políticos y empresariales suelten la lengua y se dirijan a sus auditorios con lenguaje llano, vulgar y provocador. Al grado de pendejear a su auditorio en sus arengas, y lo curioso es que en esos  auditorios haya gente que aplauda y ni por aludidos se sienten.

Tal es el caso de tres personajes de la vida política y empresarial de Sinaloa como lo son Ernesto Coppel Kelly, Humberto Rice García y Manuel Clouthier Carrillo.

El primero en este orden fue Ernesto Coppel Kelly  el pasado 26 de abril, teniendo  como escenario un foro turístico que movilizó a la clase turística empresarial y a un buen número de empleados que fueron trasladados a escuchar los discursos de Quirino Ordaz Coppel, candidato a diputado por la coalición formada por el Partido Verde Ecologista de México y el Partido Revolucionario Institucional.  Las muestras de unidad empresarial en torno a éste candidato fueron  contundentes.  Años hacía que no contaban con alguien de la familia empresarial buscando el poder político y el apoyo popular en las urnas. Por eso el interés de los turisteros  mazatlecos yel espectáculo que dieron las cámaras empresariales de todo tipo cerrando filas en torno a Quirino. En el  marco de ese foro Ernesto Coppel  hizo uso de la palabra y se encargó de echarle la culpa a los empresarios turísticos del escaso crecimiento turístico en Mazatlán, dijo que los empresarios eran unos pendejos que nomás se quedan mirando cómo crecen Los Cabos, Cancún o Vallarta; dijo que allá llega gente con huevos para invertir y materializar proyectos;  y cómo siempre terminó hablando de un proyecto propio, un restaurant de calidad en el centro histórico. Ahora sabemos que ese restaurant se materializa donde estuvo el Museo Casa Machado, también propiedad del empresario. Por cierto era una de las pocas propuestas culturales que quedaban en la zona del centro histórico.

 Hacer de Mazatlán el  centro de las inversiones turísticas, cambiar también el perfil de nuestros visitantes, acabar con viejos comportamientos caciquiles en el ámbito turístico, esa parece ser la esencia del discurso del capitán empresarial Ernesto Coppel Kelly, pero por lo pronto se chingó a los pendejos. Algunos empresarios y empleados de confianza se rieron y hasta aplaudieron del lenguaje llano utilizado en la reunión, pero hubo varios que salieron molestos por las palabras del Neto.

El segundo en el turno de la palabra a la hora de pendejear a sus paisanos fue el ex alcalde Humberto Rice García y lo hizo en el marco de la discusión sobre la nueva distritación electoral de Sinaloa el pasado 23 de junio. Humberto Rice dijo que él regañaría a los mazatlecos por… pensadores, que los mazatlecos somos una bola de pendejos… debido a que tenemos nada más dos distritos en lugar de los cuatro que nos da la representación sobre base demográfica; ,que nos quedamos con aquella vieja distritación sobre la base de municipios y vemos  por igual a Cosalá o Concordia comparados con Mazatlán; y es cierto, pues en el distrito XIX de Mazatlán, nada más se encuentran en lista nominal cerca de 250 mil ciudadanos, casi la sumatoria de la población de cuatro o cinco municipios serranos. Pues bien, el regaño no viene al caso, ni Humberto tenía porque pendejear a los mazatlecos, que tan generosos han sido electoralmente a su causa. La solución de ese problema  No depende de nuestras quejas, ni de las demandas que habíamos planteado desde hace más de veinte años cuando a la reforma distrital federal no le siguió una adecuada distritación local, y eso es atribuible a quienes manejan los intereses políticos de Sinaloa. Así que don Humberto se equivoca al pendejear a los mazatlecos.

El tercero fue  Manuel Clouthier Carrillo que el pasado lunes 6 de julio acudió a la reunión de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán;  ahí ardió Troya, pues los productores maiceros airados dieron a conocer su inconformidad ante legisladores presentes, salientes y entrantes; pero la reunión se calentó y algunos diputados se fueron retirando, y hasta el secretario de agricultura Juan Guerra se tuvo que salir antes que las cosas pasaran a mayores; el reclamo de los productores maiceros de la AARC tiene que ver con el eterno problema de los precios y con el reciente problema de que los maíces sinaloenses se cotizan muy a la baja en los futuros de comodities de la bolsa de Chicago; pero además pesa como lastre el coyotaje y las ventajas que buscan las grandes empresas industrializadoras que  terminan por ahorcar a unos o dejar muy mal parados a otros;  y cómo ahí estaba el legislador independiente Manuel Clouthier no tuvo empacho en participar, sacando de su ronco pecho su arsenal de palabras refinadas y rechinadoras;  y  no dejó pasar la oportunidad para decirles que “con los huevos con los que estaban cuestionando a los legisladores, con esos mismos deberían de reclamar y exigirles a los líderes de la AARC  para que con esos huevos les hablaran a las autoridades” .

El reclamo y regaño del independiente se convirtió en defensa cuando dijo que los diputados nada más son gestores, que les reclamen a los que les juegan el dedo en la boca y que se vuelven puras pendejadas con el asunto del precio y de las ventajas para el productor. De paso les dio a conocer que el año 2016 viene peor para los productores.

En la reunión no faltó el dirigente ofendido, éste fue Arnoldo Verdugo Aguilar  quien se la reviró y le dijo al diputado independiente que era doblemente pendejo y que no lo veía con la capacidad para establecer como legislador  un compromiso con los productores sinaloenses, pues tal era el propósito de la reunión.

Al final algunos diputados electos firmaron un compromiso  con los productores, pero Manuel Clouthier Carrillo cómo ya andaba atufado pues  no firmó el documento.

Con estos ejemplos damos a conocer como se ha vuelto tan fácil el trato grosero y llano entre la gente que dice valer algo y de frente a un público dispuesto al aplauso y a reconocer que ahí radica el valor o la fortaleza de una persona.