CHINA SI JUEGA A LOS DADOS Y A LA CUARTA ESCONDIDA.

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La etapa en que Mao ocupó el poder del Partido Comunista de China estuvo caracterizada por intensas campañas de reformas económicas e ideológicas como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural. Tras la muerte de Mao en 1976, hubo interludio caótico. En 1978 Deng Xiaoping, en 1978, alteró la base ideológica del Partido: realizó una serie de reformas institucionales y económicas, cuyo modelo se concretó en un capitalismo de Estado de partido único. El Partido Comunista Chino.
En esta dirección el partido comunista de China reeligió este año a Xi Jinping, y unos días después los legisladores de ese país aprobaran eliminar el límite de dos mandatos para su líder en una medida que le despeja el camino al presidente para que se mantenga en el poder indefinidamente. Hoy el gobernante chino es jefe de Estado, jefe del partido comunista, jefe del ejército y, por tanto, es jefe de jefes. XI Jinping tiene poderes omnímodos en una superpotencia que en 5 décadas se ha convertido en la segunda nación más poderosa del mundo. Algunos analistas llaman a esta concentración de poder la dictadura perfecta.

COMO ESTADOS UNIDOS, CHINA LO QUIERE TODO.

En la medida en China se convierte en un gigante, procura expandirse a través del Mar Meridional y ha generado peligrosos conflictos territoriales con Japón, Filipinas, Viet Nam y otra serie de países de esa parte de Asia, al tiempo que incursiona junto con Rusia en el Medio Oriente y África, tratando de desplazar de sus zonas de influencia a los norteamericanos. China hoy se bate con Estados Unidos por la hegemonía mundial, y por si fuera poco se haya enfrascada con éste en una guerra arancelaria de incalculables proporciones, fundamentalmente agitada por Trump, que acusa a ese país con razón y sin razón de jugar “chueco” en materia de comercio internacional.

Pero junto a los problemas de crecimiento, reyertas por el intento expansión territorial y de un comercio que consiste en copiar y pegar donde China, ahora se adjunta la rebelión de los ciudadanos de Hong Kong, que hace más 150 años fue una colonia -¿protectorado?- Inglés. Ésta Isla pasó 1997 a ser parte de China continental, a través de un acuerdo con Inglaterra para no desmontar la herencia democrática que labraron durante 50 años. Por ello la concertación entre ambos países se denominó: “Un País, Dos Sistemas”. Sólo faltan 30 años para que esta concertacesión culmine, circunstancia que a los ciudadanos de Hong Hong les ha empezado a inquietar, además porque China es un país sin contrapesos.

LA CHISPA QUE INCENDIÓ LA PRADERA.

La llama se encendió cuando el gobierno Chino Xi Jinping expidió un edicto según el cual los malhechores -voladores, asesinos y demás etcéteras- debía ser juzgados en China Continental. Los hongkonences se echaron a las calles por miles, pues interpretaron el edicto expedido como una trampa, pues con el también juzgarían a los opositores encerrar la tradición democrática para hundirse en la charca de la dictadura perfecta. Quizá no les falte razón.

Hay una creciente preocupación de que el gobierno central de China está socavando las tradiciones políticas más liberales de Hong Kong, a pesar de su promesa de darle mayor grado de autonomía. Los activistas pro democracia chocaron con los simpatizantes del gobierno central chino, cerca del sitio de los eventos, y la policía tuvo que intervenir para separarlos. Entre los activistas se encontraba Joshua Wong, que con anterioridad había declarado que el único responsable de «causar un desorden público» era «Xi Jinping». Por los pronto las manifestaciones continúan y el gobierno pone todo su empeño en reprimirlas.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…
Afirma Xi Jinping que “A diferencia de la política competitiva y confrontacional de Occidente, el los partidos comunistas cooperan entre sí, trabajando juntos para el avance del socialismo y para mejorarlas condiciones de vida de la gente. Esta relación mantiene la estabilidad política y armonía social y garantiza la formulación e implementación eficiente de las políticas públicas».