Jamie Butler murió en medio de un proceso legal por malas prácticas y la policía dijo que pudo haberse suicidado; ya dieron a conocer su autopsia
El 1994, el médico Jamie Butler le pidió a su novia que se casara con él en Striding Edge, una de las montañas más populares del Reino Unido. 27 años, el matrimonio volvió al lugar donde todo comenzó, sin embargo, el momento terminó en tragedia, ya que el hombre de 54 años cayó y murió en el lugar.
El 2 de noviembre del año pasado, la pareja salió a caminar y decidió visitar el lugar que se comprometieron, relató The Sun este fin de semana; entonces, quien fuera el doctor del primer equipo de Manchester City subió a la montaña cubierta de niebla para recrear la escena; sin embargo, su esposa Margaret dijo que un punto de la escalada ya no lo divisó.
La mujer le gritó pero no obtuvo respuesta, así que llamó de inmediato a los servicios de emergencia para que la ayudaran a buscarlo. Fue entonces que lo encontraron muerto al pie de la montaña con varias heridas. El hombre había caído de una altura de 914 metros, de acuerdo con información oficial.
En su momento, Margaret dijo que «era un esposo amoroso con dos gemelos a quienes adoraba. Se le extrañará por siempre. Murió haciendo lo que amaba».
¿Por qué se volvió tendencia la muerte del médico?
El caso de Jamie Butler salió a conversación este fin de semana luego de que se dieran a conocer durante una audiencia los resultados de la autopsia practicada al doctor, pues cuando ocurrió su deceso, las investigaciones apuntaban a un posible suicidio, ya que en ese momento estaba sin licencia debido a acusaciones «históricas no especificadas».
En 2007, el especialista en neurocirugía se integró al Manchester City Football Club y dos años después quedó al frente del equipo médico de la escuadra inglesa. En 2011, el futbolista Kolo Toure, tras salir positivo en un examen antidoping, lo acusó de haberle dado permiso de tomar unas pastillas para bajar de peso, sin embargo, la ley falló en favor de Butler.
Tiempo después, el médico se integró al equipo de rugby de la Premiership Sale Sharks, donde fungía como fisioterapeuta. Uno de sus compañeros, el especialista Doug Jones dijo al Daily Mail que era Jamie era un hombre fantástico, «era muy querido por el personal y los jugadores tanto en Sale como en el Man City…», agregó.
Finalmente, se dio a conocer que la trágica muerte del médico no fue un suicidio. La forense Kirsty Gomersal dijo que las heridas y la fractura de cráneo fueron consecuencia de un accidente tras perder visibilidad entre la neblina de la montaña. Concluyó que el médico no se había quitado la vida, ya que antes de morir había dicho que quería limpiar su nombre de las acusaciones en su contra.