LA CUARTILLA

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LOS PERROS DE MUSALA

Se levantó temprano. Lo hacía desde que ella cumplió siete meses de embarazo. “No digas preñada, suena como si fuera Vaca”. Le decía.
Hizo los ejercicios habituales. Tenía partido el domingo; se bañó y preparó el desayuno para tres, por el bebé en camino. Le habían recomendado el jugo de zanahoria con betabel, “por el hierro”.
—Es que parece sangre. De zanahoria solo y con el fólico tengo.
Desayunaron juntos, puso una vieja canción de Chango Nieto que escucharon en la Plazuela Machado de Mazatlán en su luna de miel: “A dónde van los pájaros que mueren”. A los dos les gustaba el “ Mira, si hasta en tu piel hay un temblor de golondrina”.
Por el camino repasó los pendientes en el Banco: el mantenimiento de los cajeros, el curso virtual sobre las modificaciones en la Banca Móvil, los reclamos acumulados por los cargos no reconocidos en compras por Internet…”. Tomó el Boulevard Universitarios y enfiló a la Isla de Musala. “Todavía aguanta el viejo March”. Todos los semáforos estaban en verde.
El cielo, azul y limpio, unas breves nubes se deshilachaban rumbo al río; era un día martes luminoso, especial para que apareciera el pez plátano como decía el huraño J. D. Salinger, que sigue escondido entre el Centeno.
Eso miró, el cielo despejado, azul y una banda de chanates abrileños que alborotaban en el penacho de una palma. Era la última vez.
La mañana fluía fluía, tranquila, salvo una señora mayor que se puso histérica. No reconocía un cargo.
— ¡Como voy a ordenar este mundo de comida si vivo sola!.
El reclamo más común por la pandemia, las compras por Internet. La llevó a su escritorio, le explicó: con base en su historial de compras el Banco resolvía y se reponía su dinero, que había un seguro…poco a poco le regaló la calma. Era bueno para apaciguar. Así conoció a su esposa, por el reclamo de un cobro indebido. Terminaron en “El Caprichito”, ahí mismo en Musala, negociando si pizza Boloñesa o Cabrettone.
“Justo a las 11:15. Eso marcaba la pantalla. Un cliente hacía un retiro. Primero los vi y después oí gritar. No supe qué, pero gritaban y mostraban las armas”. La Cajera de la 1.
Gritaban como si trajeran un perro rabioso en las tripas.
— ¡¡ La Boveda, la bóveda. El Gerente!!
El se levantó, uno de los asesinos lo jaloneó a una esquina. A gritos le exigía la clave.
No tuvo tiempo de usar su encanto conciliador. Sintió un chorro de luz y todo se apagó.
Afuera los gorriones y chanates levantaron el vuelo rumbo al cielo que seguía limpio y azul. ¿A dónde van los pájaros que mueren?.
Hay tres detenidos, carpeta de investigación, archivo y olvido. Hoy es viernes, se anuncia: murió Carmen Salinas, Siempre no habrá vacuna de refuerzo, Coppel abrirá 70 tiendas, una sinaloense en Israel compite para reina del universo, el alcalde Ferreiro sigue con el “mal de piedra” y el de Mazatlán sigue en su burbuja, ahora con los Beatles; un trailer, en Chiapas, vuelca y mata 54 migrantes; Biden, sin rubor, presume liderar la democracia mundial…
Carpeta de investigación, asesinos presos, caso archivado. Los Bancos seguirán guardando dinero, limpio y sucio; ladrones enloquecidos volverán a matar.
COLUMNA DE OPINIÓN: Gildardo Izaguirre.