Cara O Cruz

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LA MIGRACIÓN CENTROAMERICANA
UNA SECUELA PREOCUPANTE
1.- México por lo general ha sido el camino que recorrían, no sin peligros ni engaños, los migrantes pobres del triángulo de Centroamérica para hacer realidad el sueño que los ha perseguido como una pesadilla, particularmente los últimos 20 años. Su propósito era llegar a EEUU para cambiar su mundo sin futuro por un porvenir que no siempre estaría a la vuelta de la esquina, pero… (Este triángulo del norte, después de la guerra, entró en una profunda crisis, paradójicamente cuando habían instituido la democracia y habían racionalizado su economía).
2.- Esta política de “prestar” el territorio para que hicieran esta travesía ha sido hasta hoy un gesto que aún distingue a México, porque además no le costaba o le costaba muy poco. Con el cambio del Presidente en el vecino país aquel interminable éxodo se ha convertido en un grave problema. Trump no quiere en su país a los migrantes centroamericanos, pero tampoco a los mexicanos, a los cuales los ha tildado de criminales, violadores, narcotraficantes y terroristas.
3.- Si bien no ha construido el muro fronterizo gracias a que los demócratas se han convertido en mayoría en el Senado, de todas formas ha sellado su frontera con los milicias, no sin hacer tres peligrosas amenazas a México y a los Centroamericanos.
A) Cerrar la frontera y convertir a nuestro país en una especie de reservorio de migrantes sea porque simplemente ya no pueden pasar a la “antigüita, o porque tienen que esperar en nuestra frontera a que sea revisada su solicitud de asilo (El llamado país seguro).
B) No firmar el T-MEC si México no detiene o ayuda a detener el tráfago de los migrantes en su frontera sur. Supongamos que esta amenaza es poco posible por la imbricación de ambas economías, no obstante estas advertencias crean inestabilidad en la economía y hacen dudar a los inversionistas internacionales de traer su dinero a México.
C) Trump amenazó que dejará de subvencionar a Honduras, Guatemala y El Salvador, cuyo objetivo de esos fondos es que alcancen la estabilidad para que sus gobiernos detengan el flujo migratorio. Este dinero, según el periódico español, El País, gira alrededor de 2600 millones de Dólares. Que serían erogados desde 2015 a 2018, una “ayuda” que aún no ha sido entregada; mientras que López Obrador le a propuesto a Trump crear un fondo dos veces mayor para el triángulo del norte para evitar el permanente éxodo de su población.
         4.- Entretanto, el arribo de miles de migrantes a la frontera empieza a generar un temor natural y aderezado con miedo artificial infundido por una ultraderecha en ciernes; circunstancia que ha creado una crisis humanitaria entre real e inventada en toda nuestra línea fronteriza en el nornoroeste. Pero crisis puede configurarse también en la frontera sur de nuestro país. La prensa mexicana ha tomado las declaraciones de la Secretaria de Gobernación, la exministra Olga Cordero, según las cuales desde ahora sólo se darán a los migrantes vidas temporales y permisos de trabajo. Los soberanistas, entre ellos el presidente Andrés Manuel, están cediendo a regañadientes a las presiones Trump.
5.- Todo este paquete puede configurar una situación aún más difícil en nuestras dos fronteras en próximos meses. El presidente norteamericano intentará reelegirse y buscará congraciarse con su electorado a través del programa xenófobico que lo llevó a la Casa Blanca. Buscará entonces aumentar las presiones a México y eso podría crear una crisis humanitaria en ambos extremos del país. Pero supongamos que Trump logra reelegirse y se queda en el poder cinco años más, seguramente el conflicto crecerá en tamaño e intensidad, que seguramente creará un gran espacio para el desarrollo de la ultraderecha.
6.- Es que los fenómenos señalados –el malestar norteamericano y el malestar de los mexicanos, espacialmente en la frontera, podrían no ser como hasta ahora, presiones de ámbitos distintos; seguramente podrían alinearse en una sola dirección y eso es sumamente preocupante: La ultraderecha en México, empujada por la ultraderecha norteamericana, podría alzarse como una fuerza poderosa que cimbraría el desvencijado tejido político, que hoy está más dividido que nunca.
7.- Europa ha empezado a escribir su derrota: la migración ha desenterrado a una ultraizquierda y a una ultraderecha que siempre estuvo ahí sin mayor visibilidad, pero hoy ha crecido como enredadera y amenaza con tomar el poder en el viejo continente. Además tenemos en Brasil al ultramontano Bolsonaro, que amenaza convertirse en un maestro de los ultraderechistas de América Latina. México debe salir de esta encrucijada, pero no sé como.