Benítez Torres… A Días, Periodismo y Muerte, La Otra Violencia

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Benítez Torres… A Días

El 11 de abril es la fecha estimada para que se revise el caso del ex alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres y todo apunta que será vinculado a proceso; es decir ser confinado a cuatro paredes o solicitar la libertad bajo fianza durante el periodo de desahogo de pruebas que presenten los abogados del químico.

Para los letrados, expertos y penalistas no será fácil que Benítez Torres libre tantas demandas y denuncias penales, sobre todo por la adjudicación directa de 400 millones de pesos con la  empresa Azteca Ligthing. Tiene más de 10 denuncias por entes públicos y organizaciones de la sociedad civil;  los expedientes suman poco más de 28 mil hojas.

Mientras, Benítez Torres está en el ostracismo y algunos dicen que lo ven muy campante, pero otros enfermo, bajo de peso y demacrado. Sus malquerientes apuntan que su peor enemigo ha sido su ego de sentirse el mejor alcalde del país y ahora estar casi en el olvido y señalado como delincuente de cuello blanco.

Ante el daño patrimonial de que le acusa la Auditoría Superior del Estado y motivo de la denuncia en la Fiscalía Estatal especializada y de probarse el hecho no quedarían más que dos sopas: reparación del daño o fresco bote.

Pero ante personajes así, en que surgió de la nada la soberbia y el autoritarismo, el golpe a su prestigio y dignidad es muy fuerte y muy difícil de superar, aunque la voz populi dice que hay tipos que tienen la concha más gruesa que un quelonio.

Lo triste y dramático para el químico es que no hay escapatoria y lo menos es que tendrá que reparar el daño, la inhabilitación e irse a su casa a rumiar su tragedia etiquetado de más de lo mismo y que lo de “no somos iguales” eran palabras vanas.

Benítez Torres no es el único ni será el último personaje que caiga del pedestal de la historia por corrupción; lo tenía todo, pero la prepotencia y el autoritarismo fueron malos consejeros.

El químico lo perdió todo: amigos, la pareja sentimental de años lo abandonó y  hasta la “novia” lo dejó y se llevó lo que pudo. Sólo queda como triste recuerdo y mal sabor de boca lo que Benítez repetía… “amor con amor se paga”.

Periodismo y Muerte

Desde que el ex presidente de México, Felipe de Jesús Calderón, desató los demonios en el país en la guerra contra la delincuencia organizada, principalmente la vinculada a los cárteles de las drogas, México no tiene paz y el crimen y asesinato, incluso masacres, es el pan de todos los días en donde el periodismo vive asediado con la muerte de muchos comunicadores a lo largo de estos tres sexenios: el de Calderón, Enrique Peña  Nieto y el actual de Andrés Manuel López Obrador en el que casi todos los días le pone más leña a la hoguera.

De estos años a la fecha, México está considerado como uno de los países más peligrosos para ejercer el diarismo y la comunicación e información de la organización Reporteros Sin Fronteras señala que estos tres sexenio han sido asesinados alrededor de 170 comunicadores, entre reporteros de prensa escrita y medios electrónicos. En el gobierno de López Obrador van unos 50 periodistas asesinados con una impunidad del 95 por ciento.

En Sinaloa del año 2000 a la fecha van seis comunicadores asesinados: Gregorio Rodríguez Hernández, José Luis Romero, Humberto Millán, Tony Gamboa, Javier Valdez y Luis Enrique Ramírez, estos últimos crímenes son los casos más sonados y no hay claridad en los móviles ni de los autores intelectuales.

El más reciente ataque a periodistas es el de Ricardo Villanueva, secuestrado en Poza Rica, Veracruz, en donde varios sujetos armados se lo llevaron de un taller mecánico.

Villanueva trabaja para  Presente Veracruz, un medio cuyos colaboradores son víctimas de diversas agresiones. Las autoridades veracruzanas activaron el “Código Rojo” para tratar de dar con el paradero del periodista.  Veracruz es una de las entidades con mayor número de comunicadores victimados.

En otras entidades, con presencia de la delincuencia organizada, es difícil la práctica del periodismo. Es casi total la impunidad que beneficia a los agresores de periodistas.

La Otra Violencia

No hay duda que México es un país convulso en criminalidad y violencia y según un estudio del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia el número de mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas en México creció a casi el triple en seis años.

En 2015 se registraron 1,043 casos anuales de desapariciones no localizaciones de mujeres y menores, mientras que para el 31 de diciembre de 2021 la cifra era de 2,729 casos, afirmó Patricia Morales, una de las autoras del estudio financiado por el Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer.

Para la investigación de las desapariciones, las autoras revisaron datos de ocho estados del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Secretaría de Gobernación, y el Informe de Incidencia Delictiva contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, además de entrevistas con organizaciones involucradas al tema de desaparición.

El informe se publica, mientras México superó en 2022 la cifra histórica de más de 100,000 personas desaparecidas desde que hay registro.

Uno de los hallazgos relevantes del estudio es que el rango de edad con más casos de desaparición forzada es entre los 15 y 19 años seguido del de 20 a 25 años, lo que indica que este delito está relacionado con otros como el de trata de mujeres y niñas, feminicidio y secuestro.

Aunque Jalisco es el estado que mayor cantidad de casos de desaparición concentra en todo el país, las mujeres no localizadas son una de cada 10 casos de desapariciones en general, mientras que en el Estado de México las 5.722 mujeres no localizadas representan un 44,12 % del total de las desapariciones en esa entidad.

Diario Imagen Digital también recoge algunos datos de este estudio y publica que los cinco municipios con más casos de mujeres desaparecidas a finales de 2020 eran Guadalajara (Jalisco) con 550 casos, Monterrey (Nuevo León) con 478 casos, Zapopan (Jalisco) con 360, Puebla (Puebla) con 355 y Toluca (Estado de México) con 326.