MIGRANTES CENTROMERICANOS: EL OLVIDO DE DIOS.

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ELIO MILLÁN.

CENTROAMÉRICA, EL INFIERNO.

Afirma Joaquín Villalobos que “Los países de Centroamérica son los más violentos del mundo: sus tasas de homicidios oscilan entre 40 y 90 por cada 100 mil habitantes. Durante el último medio siglo, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador no han sufrido más que guerras, revoluciones, golpes de Estado, terremotos, huracanes, problemas que en vez de resolverse se han venido agravando. A resultas de una endeble economía basada en las remesas, con la precaria paz y la democracia, la migración creció, la inseguridad se disparó, la zona se degradó. La violencia se volvió un problema cultural” (Joaquín Villalobos. Revista Nexos. Septiembre 2014)

Los migrantes centroamericanos prácticamente son extranjeros en su propia patria. Antes, no hace mucho, tenía la posibilidad de salvar sus vidas pasando la frontera mexicana y alcanzando las tierras que soñaron que era el sueño americana. Pero Obama mordió el anzuelo de los Republicanos y cayó en las redes de sus cantos de sirena: deportó a más 2 millones de migrantes, de entre ellos miles de centroamericanos, y además blindó la frontera para detener de tajo el flujo de millones de migrantes, y esta barbaridad la hizo Obama a cambio de hacer una reforma migratoria integral entre republicanos y demócratas.

OBAMA Y LOS CANTOS DE SIRENA DE LOS REPUBLICANOS.

Esta política ferozmente antiinmigrante implementada por Obama, a cambió de una reforma migratoria para el tiempo de las calendas griegas, prácticamente imposibilitó a los desterrados centroamericanos pasar a la Unión Americana y, los que de milagro lo lograban eran presa fácil de las policías, que por razones que aún no conocemos, se han ensañado con los migrantes de aquella región. Y se afirma que de milagro han logrado pasar, porque “La estrategia de blindar la frontera, ha orillado a los migrantes a buscar regiones más agrestes, donde son presa fácil de criminales y de polleros”, dijo Path Murphy, Director de Casa del Migrante en Tijuana. Vale decir que este intento han muertos miles de migrantes: más 7 mil, según cifras conservadoras y 15 mil según los conteos de las agencia defensoras de los derechos de los migrantes.

Hoy esos migrantes viven una pesadilla: no pueden vivir en sus países de origen, por lo que expresó Joaquín Villalobos; pero ahora tampoco pueden pasar la frontera norteamericana y vivir en EEUU, pues el arribo a este país le compensaba el dolor de no poder vivir en el infierno en los países que los vieron nacer. Sin lugar donde vivir estos migrantes viven atrapados en su viaje: erran a su pesar en México, pero ahora con mayores dificultades: ya nos los lleva en sus hombros la ·bestia· porque, aunque en su trayecto les robaban, los asesinaban delincuentes y policías, era un transporte que les permitía con cierta ·rapidez· ir y volver a donde querían vivir pero no podían pasar y a donde no querían vivir, pero tampoco quieren volver.

LA BESTIA SECUESTRADA

En efecto, los operativos instrumentados por autoridades federales mexicanas en el sur del país, si bien no han detenido el paso de inmigrantes, pero han hecho su travesía más difícil. «Se trata de que ni un solo migrante viaje en el lomo del ferrocarril», afirman los agentes migratorios, que han recibido la orden de no dejarlos subir «por su seguridad». Sí, sí sí, el autoritarismo siempre reprime por el bien de sus súbditos y de los extranjeros pobres que nos visitan.

Hoy los migrantes centroamericanos hacen hasta seis meses para recorrer el territorio mexicano. Lo hacen a pie o en aventones que les dan algunos mexicanos. En esa travesía andan a la buena de Dios: piden limosna para comer y duermen donde los vence la noche. Sus ropas ya se les han vuelto hilachos y su corazón, que un día fue su brújula, hoy se les ha destrozado. Y lo peor es que esta infernal travesía la recorren también niños, unos niño que todavía no se explican el porqué hay tanta maldad en el mundo.

Amigo lector lo invitamos a que vea el video que Sinaloa en Línea ha preparado sobre los migrantes centroamericanos.

La Bestia

Manuel en espera de la bestia para seguir su paso a Estados Unido

Manuel cuenta al reportero de Sinaloa en Linea sobre lo complicado del viaje.

Manuel al momento de partir en la Bestia.

Familia Hondureña pidiendo dinero en Mazatlán para continuar su viaje en la bestia.

En Mazattlán es cada vez más comun ver familias migrantes completas.