América Latina subregistra hasta 80 por ciento de las muertes por COVID-19

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Un grupo de personas se despiden después de enterrar un pariente que murió por coronavirus en el cementerio Parque Memorial Jardín de los Ángeles, hoy jueves en Tegucigalpa (Honduras). EFE/Gustavo Amador

El director para América Latina y el Caribe del PNUD ubica el subregistro de la mortalidad por COVID-19 en la región entre 25 por ciento y 80 por ciento.

América Latina subestima de forma generalizada las muertes por COVID-19, lo que no es solo una “curiosidad estadística”, sino un hecho que oculta “las implicaciones sociales, económicas e incluso políticas” que la pandemia tendrá en la región.

Así lo afirma en una entrevista con Efe el director regional para América Latina y el Caribe del PNUD, Luis López-Calva, quien ubica el subregistro de la mortalidad en la región entre un 25 por ciento y un 80 por ciento.

Para López-Calva actuar para que esa cifra se aproxime a la situación real es importante para establecer las políticas públicas adecuadas y atajar los daños de una pandemia que afecta a la región “de una forma distinta que al resto” del mundo.

De hecho, el golpe del virus va a causar un “choque demográfico” en Latinoamérica y conocer el impacto que ya está causando en la destrucción de “capital humano” permitirá abordar la crisis con mejores herramientas.

– Pregunta: ¿Qué significa exactamente que exista una subestimación de muertes por COVID-19 en América Latina?

– Respuesta: Es importante tener en cuenta varias cosas de corto plazo, y otras de mediano y largo plazo.

¿Por qué nos interesa contar bien las muertes por COVID? Pues nos interesa en el corto plazo porque nos permite medir mejor la magnitud del problema y, si tenemos datos geográficos, ver dónde están los puntos de mayor concentración de la enfermedad para poder establecer políticas concretas.

Y lo segundo, que es muy importante, es saber que este choque demográfico de COVID va a tener implicaciones para la región en términos de sus patrones, incluso fiscales, en el futuro.

Estábamos en la última generación de lo que hemos llamado el bono demográfico, cuando hay mas contribuyentes que aportan a la seguridad social que los que se están retirando, y ese bono ya estaba en transición importante en muchos países, y después del Covid hay que medir el patrón demográfico que nos deja.

Aquí no es el caso de Europa, que mueren personas de mayor edad. En México los datos hablan de personas de entre 40 y 60 de edad, con incidencia importante de muertes por su relación con enfermedades crónicas típicas de países de renta media, como las cardiovasculares u obesidad.

– P: ¿A qué se debe la tasa de subreporte?

– R: Yo creo que la subestimación, tanto de enfermos como de muertes por COVID, es difícil pensar que es una política explícita. Más bien es el resultado de decisiones que se han tomado con anterioridad. (…).

Al comparar la mortalidad reportada por COVID con los datos históricos vemos una diferencia. No decimos que toda sea subestimación de COVID, solo decimos que la cifra real de muertes debería estar dentro de ese rango.

Y ahí vemos que el rango es muy amplio y entonces no podemos decir cual es la verdadera mortalidad, pero sí decir que es muy superior a la reportada.

A nivel de la región va de desde un 25 por ciento o 30 por ciento a un 80 por ciento de subestimación.