DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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El drama de la inseguridad

Impunidad, el mal terrible

Enjuicien a Malova y a Cuén

Liberados los dieciséis trabajadores secuestrados en Chiapas, un reportero de la televisión aseguraba que el episodio terminó sin drama. Se equivocaba, por supuesto.

Todos nos alegramos de que los secuestrados hubiesen regresado con vida y sin daños, pero eso no significa que no hubiese drama.

Es dramático que ocurran cosas como esa, que los grupos delictivos se sientan en capacidad de incurrir en las peores acciones, en buena medida confiados en que saldrán impunes.

Pero más dramático aún es que la autoridad reaccione como si realmente no estuviese sucediendo nada, como si todo se pudiera borrar con la invocación de las cifras oficiales sobre hechos delictivos, a los que debe creer por el mero hecho de que quien los enuncia se siente con autoridad moral para hacerlo.

Fue muy lamentable que el presidente “amenazara” a los secuestradores con acusarlos con sus papás y con sus abuelos, como si el momento en que peligraban tantas vidas fuese adecuado para una gracejada o para comprobar que diga lo que diga, el presidente siempre convence.

Peor aún: inmediatamente después se presentó el execrable asesinato de Hipólito Mora, exdirigente de las autodefensas michoacanas, y en lugar de escuchar un compromiso formal con la justicia, un pronunciamiento enérgico, escuchamos la misma canción de la reducción en el número de crímenes y la culpabilidad de Felipe Calderón en cada uno de los hechos actuales.

Todavía este sábado, durante el costoso evento autocelebratorio del presidente, se nos volvió a detallar la ristra de logros inconmensurables de la cuarta transformación en materia de seguridad, de desarrollo, de justicia y de salud, aunque otra vez nos volvieron a ofrecer que ahora sí, el año que entra nos sentiremos como en Dinamarca.

Si el presidente no quiere ver lo que pasa, no podremos avanzar en la solución de los problemas.

Con todo y el optimismo de Andrés Manuel López Obrador, la realidad tiene otros datos. En la entrevista posterior al crimen, el hermano de Hipólito Mora dice cosas muy graves. No son por supuesto los insultos ni los exabruptos entendibles por el dolor, sino la denuncia de que al momento del asesinato, en el cuartel de la Guardia Nacional y el Ejército, no había un solo elemento. Todos fueron llevados misteriosamente a otro lado y tardaron noventa minutos en legar “a prestar auxilio”, a “atender la emergencia”. Si eso no mueve a la sospecha es porque no se quiere vivir la experiencia.

Pero con todo y eso el presidente insiste en que en México ya no hay masacres, ya no hay corrupción, ya no hay complicidades. A Hipólito Mora le dispararon más de mil balazos y no hubo nadie que acudiese a enfrentar a los agresores.

LA IMPUNIDAD

Dieciséis personas secuestradas durante 72 horas aparecieron sanas y salvas, algo poco común tratándose de privaciones ilegales de la libertad en nuestro país. Seguramente la movilización de las fuerzas armadas fue un factor importante, como lo fue la presión de la sociedad, que se sumó a la protesta de los familiares, exigiendo acciones efectivas.

Pero finalmente no es el resultado de una investigación exitosa sino una retirada estratégica de los propios delincuentes. No es lo primero que se resuelve así: ahí está el caso inolvidable de los dos sacerdotes xaverianos y un guía de turistas. Por casi un año, el asesino pudo rehuir la acción de la ley y tuvo que ser el propio crimen organizado el que le quitase la vida, para evitar que la autoridad siguiera escarbando el territorio.

Así como ese hay miles de casos de impunidad. En Sinaloa los tenemos y muy emblemáticos: Luis Enrique Ramírez Ramos, periodista, va por catorce meses de oscuridad; Rosario Lilian Rodríguez Barraza, madre rastreadora, fue asesinada hace diez meses en La Cruz de Elota. Y así podemos seguir escarbando en las listas sinaloenses, nacionales, o de otros puntos.

Si realmente estuviesen dando resultados las tan anunciadas estrategias presidenciales de “ir a las causas de la violencia, quitando a los cárteles a los jóvenes”, este país sería otro.

Por cierto se acaba de anunciar una encuesta nacional para conocer el impacto del consumo de drogas entre nuestra población. Estos ejercicios se hacían en otros gobiernos (que tampoco le hallaron la respuesta), fue este sexenio el que los suspendió. Quizá por eso el presidente incurrió en la pifia de decir que en México ni se trafica ni se consume fentanilo.

EL PODER CONTRA

SUS ENEMIGOS

Hay que repetirlo: a muy pocos en Sinaloa les quedan dudas acerca de la mala administración que encabezó Mario López Valdez. Lo que hasta el momento ha dicho el gobernador Rubén Rocha Moya se queda corto y alegra mucho que el tema se reviva.

También tiene ganada la guerra de percepciones al referirse a las irregularidades de Héctor Melesio Cuén durante su periodo como rector y como mandamás en la Universidad Autónoma de Sinaloa (una y otra cosa no son la misma).

Lo que cabe es pedir al gobernador que proceda legalmente contra ambos personajes, pues no se trata sólo de una convicción, sino de una obligación legal, adquirida desde que está al frente del gobierno de Sinaloa.

No parece adecuado que amenace con proceder si uno retoma el camino de la política partidista-electoral, y si el otro no renuncia a su papel de “cacique” en la máxima casa de estudios de Sinaloa. Proceder legalmente sería algo que los sinaloenses le agradeceríamos mucho. Lo otro es pura grilla y un gobernante debe estar por encima de la grilla y la lucha partidista.

EL FAVOR HECHO

A MARIO ZAMORA

Nadie había hecho a Mario Zamora un favor tan grande como el que le hizo Adán Augusto López Hernández, corcholata morenista y que luego ratificó el gobernador Rubén Rocha Moya.

Ante los reclamos de los productores maiceros de nuestra entidad, López Hernández aseveró que las protestas en su contra fueron orquestadas por el senador Mario Zamora. ¿Tendrá una idea Augusto de su aseveración? ¿A quién se le puede ocurrir que un personaje tan menor como Zamora tiene la capacidad política, la influencia social suficientes como para generar un movimiento tan sentido?

Su paso por la Financiera Rural le debe haber dado conocimiento del tema y su papel de opositor le permite hacer pronunciamientos críticos a la política agrícola del presidente, pero de eso a que pueda el movilizar a los productores, media una distancia enorme.

El gobernador también le entró al tema y aseveró que los productores andan haciendo política partidista, sumados al bloque opositor, Es discutible, pero si así fuera, no es algo que les prive de los derechos que tienen, ni siquiera que justifique una reconvención como esa. Esto se parece cada vez más a los tiempos en que el PRI satanizaba a los líderes sociales y hasta ciudadanos que militaban en la oposición o se recargaban en ella para plantear sus reclamos.

De eso de que el problema maicero ya fue resuelto, mejor ni hablar.

¡AY NANITA!

El PRI de Sinaloa inicia una serie de conferencias con el sugerente título de “El México que queremos”. En eso de la mercadotecnia hay muchas formas de buscar un propósito, pero en este caso es de verdadero espanto que nos vengan a hablar del México que quieren quienes, como Mario Zamora, Paola Gárate, Paloma Sánchez, Bernardino Antelo y Álvaro Ruelas, ejercen su actividad política a partir del dedazo de Alejandro Moreno Cárdenas, el desprestigiado dirigente nacional de ese partido.

INFORME

El próximo martes se presentará el quinto informe de actividades del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción de Sinaloa. Será un evento sencillo, a realizarse en Culiacán (Salón 53, a las 11 horas) y estará a cargo del presidente  del comité, Sergio Avendaño Coronel.

Estos organismos de participación de la sociedad civil han estado bajo asedio, por lo que es importante que la sociedad esté al pendiente de sus actividades.