Tercera Llamada Caótico

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Ismael Estrella Guerrero

Si de por sí los camioneros provocan serios problemas de congestionamiento en las calles por la causa que usted guste y mande, ahora se ve peor el asunto por la falta de vigilancia y sobre todo, por la ausencia de agentes de tránsito.

El centro de la ciudad; mercado y rúas adyacentes se convierten en un verdadero suplicio para quienes tienen que circular por ellas entre las 8 de la mañana y las 7 de la tarde, cuando se encuentran atestadas y quienes tienen que vigilarlas, no se encuentran.

Es más, ni escondidos los halla uno.

Antes- no hace mucho, algunos meses quizá- los veíamos hasta en la sopa, o cuando menos en los sitios donde menos uno se los esperaba, siempre dispuestos a dar el zarpazo.

Se escondían para detener a quien de una manera u otra quebrantaba la ley de tránsito.

El pretexto era cualquiera, el chiste era pararlo y hacerle ver la infracción que cometió.

Era el pan nuestro de todos los días.

Últimamente me tocó verlos dirigiendo el tráfico vehicular en las avenidas que pasan por grandes escuelas, manipulando los semáforos para, supuestamente, evitar mayores conflictos que ocurren con los padres al volante que quieren llegar siempre primero.

Esto entre las 7:30 y 8:00 de la mañana.

Más tarde ya no les he vuelto a ver.

A lo mejor no hay por el momento el número suficiente de elementos para cubrir cuando menos la zonas más conflictivas como las del mercado y la zona dorada, aunque yo creo que la mayor parte de Mazatlán ya es un infierno por tanto aforo vehicular y sobre todo, por que quienes conducen quieren llegar primero que nadie a… quién sabe dónde demonios, porque metros más adelante ya los ve estacionados sin nada que hacer.

Pareciera que estamos en Culiacán, donde todo el que anda en carro parece que está jugando a las carreras y que el premio será el que sea, con tal de ser los primeros en arribar al sitio que van.

Pero decíamos…

Donde más se nota la falta de atención de estos agentes es en centro sobre todo porque las calles son muy estrechas y los camioneros siempre quieren tener la razón.

Si se detienen a bajar o subir pasaje, el que viene detrás tiene que esperar el tiempo que el chofer quiera.

Si alguien va delante de ellos es una de estarle jodiendo con los frenos de aire, que hacen ruidos como si fueran cornetas.

Y no hay modo de hacerlos entrar en razón.

Si algún automovilista le reclama, es como si le estuvieran hablando al tiempo; ni lo pelan.

Y oiga, no es que se les a los extrañe agentes, capaz y que cuando me vean en algún vehículo-particular no tengo ni pienso comprar. El último me lo bajaron a punta de pistola- me detengan para revisarme hasta por debajo de los dientes. Menos mal que utilizo placa dental.

Pero no tema, por el momento no se les ve en las calles.

No creo que sea por el frío, lo que pasa es que quién sabe a qué se debe pero se nota su disminución.

Y hay que decir que andaban muy bravos.

Hasta por no traer el cinturón de seguridad lo detenían a uno y lo infraccionaban.

Le levantaban la boleta.

Sin embargo, ahora que me acuerdo ya no pueden retener ningún documento.

Hay una nueva ley que les prohíbe recoger cualquier papel relacionado con la propiedad de un automóvil.

¿Será por eso que poco a poco fueron desertando?

Y aunque nos aseguren que sí hay elementos- cosa que no dudo- no son los suficientes para cubrir las necesidades que ya presenta esta ciudad que cada día crece más con la llegada de tanto turismo que usa la glamorosa carretera Mazatlán- Durango. ¡Qué bueno!

ismael.estrella@live.com.mx