ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
«De acuerdo con los datos del IMSS, durante abril tuvimos una pérdida de 555 mil empleos, que se suman a los casi 131 mil perdidos en marzo, para dar un total de 686 mil puestos de trabajo desaparecidos a partir del 29 de febrero. Nunca había ocurrido una caída de ese tamaño, aunque en este gobierno es el tercer mes en que hay un dato excepcional”, según Macario Schettino en el diario El Financiero de hoy. Vale señalar que si esta pérdida de empleos se agregan los que carecieron de puestos de trabajo el 2018 y 2019 porque la inversión venía decreciendo, el número de empleos perdidos suman actualmente un millón doscientos mil, y sólo estamos hablando los trabajadores inscritos en el IMSS, es decir, no se contemplan quienes trabajan en el comercio informal, que seguramente es un número mayor que los registrados en el Seguro Social.
Por su parte el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) advirtió hace un par de días que el número de personas en condición de pobreza, es decir, a quienes no les alcanza su ingreso para una canasta básica, podría aumentar en una cifra de entre 8.9 a 9.8 millones de personas, y de 6.1 a 10.7 millones los que viven en pobreza extrema. Según Enrique Quintana: “Si se cumplen las previsiones de los expertos, aún se perdería otro medio millón de puestos de trabajo entre este mes y junio. Estamos en la era de los “nunca”: nunca habíamos visto en la historia moderna de México una caída de este tamaño en el nivel de empleo.Pero, pareciera que al presidente López Obrador no le preocupa. En su mensaje a través de redes sociales del pasado domingo 10 de mayo, señaló que el gobierno pensaba que la caída del empleo iba a ser mayor (El Financiero. Enrique Quintana. 13/05/ 2020).
LA HAMBRUNA Y EL COVID-19
Las sumas y los porcentajes son por lo general indoloros, excepto cuando perdemos la billetera. Pero ese 1220 de parados oficiales y otros tantos no registrado del comercio informal, y ambos con familias con un promedio de cuatro miembros que suman por los menos 24 millones, hoy están hacinados en sus casas careciendo de lo estricto de la canasta básica. Imaginemos cómo llorarán los niños por falta de leche hasta el punto de no poder conciliar el sueño, cómo los niños mayores se duelen porque el mendrugo de pan que les dan por la mañana, es un pan duro y negro. Y los jóvenes que no son ninis se llenan de resentimiento ante ese futuro sin futuro y no buscan quién les dio ese golpe para devolvérselo, se los disparan al que se encuentren primero, que son por lo general los padres. Y cómo el dolor de los padres ante la pesadumbre de sus hijos les parte el corazón y procuran que sus hijos no los vean llorar su infortunio.
El jefe de la casa se ve obligado, más por mor que por fuerza, a buscar la pan y la sal en la calle, no pocas veces robando o pidiendo limosna y los más afortunados vendiendo sus bienes o intercambiando sus obras artesanales por mercancías, para llevar a su casa, a sabiendas que en esas sendas pueden contraer el virus que está en todas partes y en ninguna, que al volver a casa puede contagiar a su familia y matarlos. Es inenarrables el sufrimiento del padre, que a veces suele alquilarse por una nadería que hace que su orgullo sea lastimado hasta el punto de arrepentirse de haber nacido. Y en esa de sufrimiento e impotencia el mal humor de la familia va creciendo hasta explotar y… no pocas veces los padres se agreden y las esposas son golpeadas por sus maridos, a veces delante de los hijos.
LOS QUE ESTÁN DETRÁS DE LA HAMBRUNA Y LA MUERTE.
Esto está pasando por lo general en todo el mundo, pero como todos los asuntos de la existencia, hay niveles. En México nuestro presidente va a contracorriente de los que están de acuerdo los gobiernos de todo el mundo, sólo ha repartido migajas etiquetas con su nombre, que mitiguen el hambre de las familias, pero no ha querido implementar con urgencia y responsabilidad políticas públicas que mitiguen el dolor que sufren las mayoría de las familias mexicanas, y menos aún políticas contracíclicas para salir en menor tiempo de la pandemia y asimismo para que reactive la economía que está echa jirones en estos días, y porque su intensidad será aún pero en dos meses que le siguen a mayo. Vaya, hasta el dirigente de Morena clama por ese tipo de políticas. Amo dijo cien mil veces primero los pobres, pero buscando petróleo encontró agua, pero nos esta matando de sed, o como se diga.
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Quizá no valga la pena recordarlo, a diferencia de hoy no existe un proyecto mundial para resolver la crisis que padecemos, de tal tamaño por ejemplo ante las dos grandes crisis como la actual, los países evitaron su quiebra a través del Plan Marshall al final de la Primera Guerra Mundial y también en la Segunda Mundial, a través del New Deal que impulso dentro y fuera de EEUU a través del presidente Rooselvet. Hasta ahora existe una discusión en el FMI, que consiste en condonar la deuda de de más de cien países, o por lo menos los intereses que causa la deuda soberana, según el periódico español El País. En fin…
