AMLO: SUMAS Y RESTAS.

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A cambio de evitar la arbitraria imposición de un arancel de 5% a sus exportaciones hacia Estados Unidos (…), México aceptó el pasado viernes 7 frenar el éxodo centroamericano y convertirse de facto en un ‘’Tercer País Seguro’’ para retener aquí a quienes pretendan lograr el ‘’sueño americano’’. Lo que debió ser una reunión bilateral para tratar temas económicos, no fue si no una imposición de políticas migratorias de parte de Washington. Entretanto, la crítica situación de los migrantes en territorio nacional se recrudece al quedar entrampados entre dos gobiernos hostiles.
PROCESO. No. 2223. 9 de junio de 2019.

El jefe de la diplomacia mexicana, Marcelo Ebrard, ahondó este lunes en los detalles del documento suscrito por AMLO con el Gobierno de Trump. Es un texto repleto de buenas intenciones, pero que conlleva más compromisos de los descritos. Además de confirmar que se desplegarán 6.000 efectivos de la Guardia Nacional, Ebrard explicó que se agilizará el proceso de registro de migrantes en México. “No podemos tener transitando a 600.000 personas y no saber cómo se llaman. Vamos a pedirles que se registren y vamos a decirles qué opciones hay. México no puede permitir en su territorio un flujo de millón y medio de personas que no sabe cómo se llaman”, admitió Ebrard (El País. 10/06/2019).

Si bien es cierto que existe una crisis humanitaria mundial de la que la ultraderecha y la ultraizquierda han sacado provecho político y electoral, no es menos cierto que la crisis humanitaria generada en el Triángulo Centroamericano es también parte de ese fenómeno cuyos cimientos poseen profundos problemas estructurales que tienen que ver con la nueva configuración del mundo que tiene que ver con sistema de profunda desigualdad entre las naciones y al interior de las mismas, pero además las vías de comunicación se han acelerado para que la gente empobrecida y amenazada salga de sus países a buscar mejores horizontes.

Pero reconociendo estás dolorosas difíciles vicisitudes las decisiones y acciones del gobierno -de los gobiernos- no deben tomar como punto de partida solamente los buenos sentimientos porque el camino del infierno está poblado de buenas intenciones. Andrés Manuel López Obrador tomó como destino este derrotero: abrió nuestra frontera sur a los migrantes centroamericanos y de otros países, sin tomar en cuenta las consecuencias que estaban en la otra esquina de la calle, a saber:

CUÁNTAS CUENTAS CUENTO.

1.- Otorgó miles permisos, visas humanitarias y visas de trabajo sin que hubiese trabajo ni para los propios mexicanos. Este ingreso inmigrantes superó con creces a la política contradictoria de jugar con las deportaciones, particularmente en los meses de abril y mayo. Ebrard se queda corto en el informe enunciado hoy sobre el acuerdo con EEU, al afirmar que “México no puede permitir en su territorio un flujo de millón y medio de personas que no sabe cómo se llaman”; porque la cifra que ingresó es a nuestro territorio es miles de veces mayor. Según la agencia de Aduanas y protección Fronteriza de Estados Unidos registró la detención de 144 mil 200 indocumentados. Esta cifra según la agencia es la más alta en los últimos 13 años. Y todos entraron y salieron por México.

2.- Pero es pasión moral -no sin desmesura- por los pobres de nuestro gobierno no tomó en cuenta que en La Casa Blanca gobierna un xenófogo de altos vuelos, llamado Trump, que se iba aprovechar se nuestros buenos sentimientos, como lo hizo en su insidiosa campaña electoral en la que acuso a los mexicanos de violadores, narcotraficantes y ladrones. Y en efecto, la desmesura sentimental le concedió el pretexto: Trump amenazó con imponer un 5% por ciento progresivo de aranceles a nuestras exportaciones. Ante esta amenaza nuestros negociadores capitularon, era demasiado lo que México hubiera perdido en materia económica, prácticamente nos hubiera condenado a una recesión, por mantener una especie de ética heroica.

3.- Pero junto a esta derrota producto de las buenas intenciones la próxima semana entregará Trump nuestra cabeza a sus electores. Mostrará que sí se puede construir un muro, aunque este este situado en nuestra frontera sur: serán seis mil elementos de la Guardia Nacional los que apilados como ladrillos impedirán el paso a los centroamericanos. Seremos, pues, el primer escalón de su campaña electoral.

Y hay que esperar lo que viene con este pinche demonio que no entiende de buenos sentimientos.