Ismael Estrella Guerrero
Comenzó el mundial de futbol, el pan y circo para los pueblos jodidos que son influenciados sobremanera por la televisión, cuyos efectos se denotan en el actuar de nuestra juventud que hace ídolos de barro y quieren imitar a los personajes que los bufones o cronistas ensalzan como si fueran verdaderos dioses del olimpo, y que no les dejan opción a razonar o analizar.
Un evento más en el que millones de mexicanos están esperanzados- porque así les dice televisa o TV Azteca- en que ahora sí, vamos a ganar el mundial, sin enterarse que realmente es toda una faramalla comercial a la que el mismo presidente de la FIFA, Joseph Blatter ha señalado como un negocio que no solamente es deportivo, que trasciende los efectos de la negociación en el que la danza de los miles de millones de dólares está en juego.
El efecto de la globalización, sin duda alguna, donde el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo, y el predominio del sistema de mercado mundial.
Todo es un efecto sociológico de las masas que ven en el balompié el escape a sus frustraciones, desgracias, infortunios y demás, cuando menos por los 32 días que dura.
En Brasil, sede del evento, sencillamente hay que escuchar o leer las noticias que nos llegan sobre los desalojos de indigentes y clases bajas para que los visitantes no vean la mendicidad en la que viven, así como las manifestaciones de miles y miles de brasileiros que salen a la calle denunciando la corrupción que imperó en la construcción de la infraestructura que tuvieron que realizar para salir adelante con el mundial, gastos que consideran fatuos y vanos.
México inicia hoy.
Una excursión más, aunque no le cuesta al pueblo, por aquello de que los gastos no sale de los impuestos que pagamos, si resulta una mentada de madre para los más de 52 millones de connacionales que viven en la pobreza, por no decir extrema, por el dineral que se emplea, y aunque sea capital que emana de la iniciativa privada, si resulta evidente pensar que vivimos en un país en el que se conjuga fácilmente la nada con el todo. Los que no tienen que se jodan para que los poderosos hagan lo que se les dé su real gana. El cuento de nunca acabar.
Y quiero decirles además que la pobreza no ha sido factor en contra como para que no acudan pues, ya que es es el tercer país que ha asistido a mas mundiales: sólo ha faltado a Italia 1934; Francia 1938; Alemania 1974, (cuando fueron eliminados por Haití, desastroso en nuestra niñez para quienes creíamos aún en la selección mexicana); a España 1982, y a Italia 1990.
Pese a tantas participaciones en la Copa Mundial de Fútbol, no han tenido mucho éxito a nivel global.
Sus “grandes logros”:
México ha llegado a Cuartos de Final en dos ocasiones, en 1970 y 1986, cuando fueron locales, obteniendo en ambas ocasiones el sexto lugar.
En 1987, sucedió uno de los hechos más vergonzosos en la historia del fútbol mexicano, tras ser suspendidos por falsificar la edad de un jugador en un torneo juvenil; fueron marginados para participar en cualquier torneo internacional oficial, perdiéndose de esta manera la oportunidad de ir a la Copa del Mundo celebrada en Italia.
Pero bueno, como dicen en mi Pueblo Mágico de El Fuerte de Montesclaros, la cuna del zorro, eso es otra historia.
Por qué, ¿saben qué?
Este viernes debutamos contra Camerún.
Que me importa lo que digan, soy cien por ciento futbolero y le voy al “Tri”, y qué.
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