Silencio del Gobierno nacional y de los organismos de derechos humanos ante la condena a muerte del futbolista iraní Nasr-Azadani

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A pesar de que la administración de Alberto Fernández dice tener la política de DDHH entre sus prioridades, hasta el momento no se conoció ninguna postura oficial en relación a la condena que recibió el defensor de Irán por defender la causa de las mujeres de su país. Fuerte repudio de la oposición

 

En contrapunto al masivo repudio que expresaron distintos protagonistas del mundo del fútbol e incluso funcionarios de la oposición, llama la atención que el Gobierno nacional aún no se haya expresado en relación a la pena capital que recibió Amir Nasr-Azadani, el futbolista de Irán que podría ser ejecutado por el régimen de su país luego de participar en las protestas en favor de los derechos de las mujeres.

Mientras crece el apoyo a la campaña global contra la ejecución de Nasr-Azadani, la cual al momento de escribir esta nota ya contaba con más de 850 mil adherentes, la administración de Alberto Fernández no emitió palabra ni comunicado alguno que permita conocer la postura oficial del Gobierno nacional. Tampoco de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, conducida por Horacio Pietragalla. Este último, frente a las críticas que recibió por su inacción en este caso, se excusó diciendo que su jurisdicción es únicamente local (ver más abajo su réplica a Gerardo Morales).

El silencio del oficialismo es particularmente notable considerando que el kirchnerismo se ve a sí mismo como paladín de los derechos humanos y no deja pasar oportunidad para decir que la Argentina es reconocida en el mundo por sus logros en la materia. Sin embargo, ello no le ha impedido ser selectivo en sus condenas a los regímenes que no respetan las libertades individuales, como lo demostró en su reticencia a censurar a Cuba, Nicaragua o Venezuela. Y en este caso a Irán.

Aunque ya no forma parte del Gobierno, el ex canciller Felipe Solá se desmarcó solitariamente del oficialismo al que pertenece y manifestó su rechazo contra la sentencia de Nasr-Azadani. “En pleno siglo XXI ningún país puede pasar por alto lo que está sucediendo en Irán. La presión internacional debe ser contundente. Por Amir Nasr-Azadani y por todos los que se juegan la vida por un mundo más justo y democrático”, dice el tuit del predecesor de Santiago Cafiero al frente de la Cancillería argentina.

 

Ante el silencio del oficialismo, era esperable que dirigentes opositores expresaran su disconformidad. Tal es el caso del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien expresó su “repudio” por el “vergonzoso silencio” de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación “frente a la aberrante situación por la que está pasando el futbolista” y “todas las personas condenadas a muerte por defender los derechos de las mujeres de su país”.

A través de las redes sociales, el mandatario provincial dijo: “Como presidente de la UCR solicito que Cancillería eleve un reclamo formal ante la ONU para arbitrar medidas que frenen estas ejecuciones”. “En nombre de la defensa de los DDHH en el país desde la recuperación de la democracia, no podemos ser cómplices a través del silencio”, publicó en su cuenta de Twitter.

 

“El Gobierno Nacional debe poner a disposición de Amir Nasr-Azadani su Embajada en Irán para garantizar su seguridad y la de su familia, a través del derecho internacional al asilo político”, instó el gobernador. Y finalizó: “Los Organismos Internacionales de Derechos Humanos deben activar de inmediato acciones que protejan la vida de los iraníes condenados por defender los derechos de las mujeres”.

Al leer la fuerte acusación de Morales en Twitter, Pietragalla no se quedó callado y respondió: “Gobernador Gerardo Morales mi intervención como secretario tiene ingerencia solo en temas locales. Más allá de mi opinión personal en contra de la pena de muerte. Ahora viendo su ‘compromiso’ con los ddhh pido que respete las medidas provisionales dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y mantenga el arresto domiciliario a Milagro Sala, ya que la comisión ordenó proteger su integridad física y psíquica, y poner fin a la persecución penal arbitraria. Y deje de presionar para que la trasladen a un penal común”. Con esta apreciación, el secretario de Derechos Humanos de la Nación apuntó contra el mandatario jujeño luego de que la Corte Suprema ratificara la sentencia a 13 años de prisión para la líder de la Tupac Amaru.

En la misma línea que Morales, el diputado nacional de Ricardo López Murphy advirtió que lo que ocurre en Irán no es “ni otra cultura, ni otra religión, ni “es más complejo””, arrancó en su mensaje. “Irán es un régimen asesino enemigo de la libertad y los derechos humanos. Repudio la condena a Amir Nasr-Azadani así como toda pena de muerte emanada por la dictadura iraní”, sostuvo en su cuenta de Twitter hace unos días.

Luis Naidenoff, senador nacional por la provincia de Formosa, también se sumó a las críticas contra el Gobierno por esta situación. “La condena a muerte de Amir Nasr – Azadani por parte del régimen Iraní no puede esconderse en el respeto a las diferencias culturales o religiosas. Los derechos humanos son universales. Argentina tiene que expresar su repudio a estas ejecuciones contra manifestantes iraníes”, sostuvo.

El diputado nacional y ex ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, cuestionó que “el actual gobierno argentino es aliado de Irán” y advirtió “los derechos humanos no pueden ser selectivos, Argentina debe defenderlos como lo ha hecho históricamente, para todos”.

En un video posteado en sus redes, y bajo la consigna “No lo maten”, el legislador planteó que “no le pidamos a este deporte, a sus figuras, a sus asociaciones, lo que no le exigimos a las Naciones Unidas”. “El gobierno argentino, que tiene con este régimen asesino relaciones carnales, ¿no tiene nada para decir?”, se preguntó.

Frente al complejo escenario que atraviesa Nasr-Azadani, desde Amnistía Internacional encabezan una campaña para que cesen la ejecuciones y las condenas a muerte en Irán. “Sumá tu firma ahora para presionar a las autoridades iraníes para exigir que detengan las ejecuciones y anulen las condenas a muerte”, reza el petitorio

Nasr-Azadani, de 26 años, está acusado de un delito conocido como ‘miharebeh’, que traducido significa ‘enemistad con Dios’.

La noticia fue dada a conocer el último lunes por la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), que mediante un tuit expresó su repudio y conmoción ante el hecho, y pidió a las autoridades iraníes que levanten la pena que pesa sobre el joven.

“FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, escribió el organismo en su cuenta de Twitter.