«Primero que desarmen a narcos», retan aguacateros en Michoacán

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Exigen un destacamento de la Guardia Nacional en cada punto de riesgo y aseguraron que no se armaron «por gusto» sino por necesidad, ya que «las autoridades habían sido rebasadas».

Integrantes de Pueblos Unidos, en Michoacán, condicionaron deponer la armas a cambio de que el gobierno local garantice su seguridad, y para ello exigieron que se coloquen puntos de revisión de la Guardia Nacional en la zona, para impedir el paso de integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de “Los Viagras».

Aseguraron que no se armaron «por gusto» sino por necesidad, ya que «las autoridades habían sido rebasadas».

Ayer, dejaron por unas horas las armas y las 52 barricadas de los municipios Salvador Escalante, Nuevo Urecho y Teretan, para reunirse en la plaza principal del municipio de Ario de Rósales y responder desde ahí a Israel Patrón, secretario de Seguridad Pública del estado, quien el martes el pasado los amenazó con desarmarlos.

“Con todo respeto para nuestro gobierno, que hagan la chamba ellos y nosotros dejamos nuestras armas, y nosotros nos vamos a trabajar a nuestras tierras que es lo que nosotros sabemos hacer”, dijo uno de los comandantes.

El martes, el secretario de Seguridad Pública de Michoacán dio a conocer que desarmarán a los grupos denominados “Pueblos Unidos”, que surgieron en los últimos meses en cuatro municipios de la entidad: Salvador Escalante, Ario de Rosales, Nuevo Urecho y Taretan.

Israel Patrón Reyes dijo que estos grupos “violan flagrantemente la Ley de Armas de Fuego y Explosivos”, por lo que se debe actuar conforme a los estatutos.

“Nos quieren desarmar a nosotros. Están diciendo que nosotros estamos violentando la ley. Sí, traemos rifles de alto poder pero créame que no es por gusto. Todo esto lo hicimos por la necesidad. Las autoridades habían sido rebasadas”, dijo ayer el comandante desde el templete municipal.

En el lugar hicieron presencia 8 mil campesinos de todas las edades, familias enteras que aseguran que detrás de cada hombre armado hay una historia de asedio del crimen organizado que los ha obligado a dejar sus cultivos de aguate para tomar las armas y defenderse.

En el mitin, los pobladores firmaron una petición para que el gobierno federal instale en cada una de sus más de 50 barricadas un destacamento y punto de revisión de la Guardia Nacional que impida el paso del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo criminal “los Viagras”. Así y sólo así, dicen, estarán dispuesto a dejar las armas.

“Tomamos la decisión de seguir este movimiento, de levantarnos en armas porque a mí me secuestraron a un hermano desde el 13 de junio ya no volvimos a saber nada de él”, expresó la familiar de Juan Manuel, aguacatero de Ario de Rósales, levantado en junio de 2020 a las puertas de su casa ubicadas en el municipio de Teretan, en Michoacán.

Juan Manuel era aguacatero, se resistió a pagar 500 mil pesos mensuales por cada una de sus tres hectáreas de cultivo. Después de su “levantón” , su familia tuvo que pagar 300 mil por su recate, pero él nunca regresó.

“Si fuéramos unos delincuentes las mujeres o los niños, ¿creen que estaríamos aquí?. No somos delincuentes, somos personas de bien. Estamos luchando por nuestros derechos, por nuestra persona, por nuestros hijos, dijo la prima de Juan, quien pidió reservar su identidad.

Otro Caso es el de Diomira, quien perdió los dedos hace tres años luego de que su familia fue atacada por un grupo armado que los despojo de sus cultivos.

Información por MILENIO