*Pepenador a punto de morir
*La valiente perrita que lo salvó
Jorge Medina Carrillo, tiene más de 50 años, vive de la basura, de juntar botes y fierro viejo. La tragedia casi lo llevó a la muerte, aunque sus brazos sufrieron quemaduras que marcan la piel y el alma. Hoy las quemaduras las cura con sábila y las del alma con el cobijo de muchos vecinos.
De hecho, desde el incendio criminal de manos de uno de los vagos de la colonia Francisco Labastida Ochoa, los vecinos han ayudado a Jorge, quien sufre dislexia y tiene problemas para hablar. Ninguna autoridad le ha apoyado, aunque reconoce que lo atendieron en el hospital general en los momentos del siniestro y le curaron las heridas.
No tiene familia, casa, luz, agua, sólo de compañeros a sus perros y perras como “Thalía” y la “Niña”, recién parida de 9 perros (tres se murieron). Incluso, “Thalía”, una perrita de meses, también sufrió severas quemaduras y quien fue la que alertó a Jorge con sus ladridos que la choza se quemaba.
Decimos bien, la choza porque no era una casa; eran unas cuantas láminas y maderas con hoyos en el techo y por todos lados. Ese era el refugio que se quemó. Otra vez los vecinos le ayudaron a levantar otra choza con troncos viejos y láminas de desecho.
De nuevo Jorge está de pie, con quemaduras en los brazos y con el ánimo de regresar a trabajar en la pepena de basura, botes, fierro viejo y lo que de valor se encuentra tirado en su andar por las calles y colonias del oriente de la ciudad de Mazatlán.
Es posible que Jorge tarde unas semanas más en estar completamente fuerte y sus heridas curadas, pues en las condiciones en que vive los riesgos son de una infección.
Jorge dice que no se mete con nadie y que procura ser buen vecino, pero alguien se molestó por algo dicen las voces en las calles de la colonia Labastida Ochoa.
Jorge no quiere denunciar a nadie; tiene miedo, pero muchos en la calle Antonio Toledo Corro, junto al canal, conocen bien esta triste historia.
