Experimentando ando.

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Como si Miguel Herrera no tuviera suficientes recuerdos maternales encima, el técnico siguió coleccionando más insultos luego de empatar ridículamente ante Costa Rica en un partido molero más de los que se avienta la selección año con año, la excusa para este encuentro fue que según era duelo de preparación para la Copa Oro 2015…Como si hiciera falta prepararse para jugar contra selecciones amateurs. 

Bueno, el caso es que “El Piojo” sigue haciendo experimentos tontos en su once inicial cuando es más que evidente que el equipo nacional solamente sabe jugar con cinco defensas, tres medios y dos delanteros. El sábado pasado el estratega mandó cinco defensas, dos mediocampistas y tres delanteros, la media de contención se la pasó por el arco del triunfo y todo el primer tiempo fue de auténtica tortura para los aficionados congregados en el Citrus Bowl de Orlando, Florida. 

Jugar sin un medio de contención que se sume como un sexto defensor y no suba a intentar hacer daño en el marco rival es garantía de recuperar balones, hoy en día es una posición indispensable del fútbol moderno, y Herrera por querer acomodar juntas a las tres divas de ataque llamadas Carlos Vela, Javier Hernández y Giovani Dos Santos, quienes dicho sea de paso no hicieron absolutamente NADA, se regalaron sesenta metros cuadrados de terreno libre para que los ticos, sin hacer mucho, marcaran dos anotaciones con suma facilidad. 

Se regalaron 45 minutos al no hacer el ajuste necesario, quizá es ese cliché de no hacer substituciones en el primer tiempo de un partido, pero la verdad, el equipo nacional pedía a gritos tener un medio de contención en la cancha, mismo que entró hasta el inicio del complemento cuando José Juan “Gallito Vázquez hizo acto de presencia en el encuentro en sustitución de un inédito Carlos Vela. 

Como por arte de magia, México se acomodó correctamente en el campo, todos se acordaron de como jugar al fútbol, es más, hasta risas hubo, porque en cuestión de tres minutos la selección empataba el encuentro, todo gracias a que “El Gallo” daba solvencia en la mitad del campo robándole balones clave a los ticos y agarrándolos mal parados. 

El tiempo no alcanzó para conseguir el triunfo, pero seguramente “El Piojo” se dio cuenta que forzosamente debe alinear a un medio de contención fijo en el terreno de juego, eso de respetar jerarquías y cumplirle caprichitos a los jugadores “europeos” es la causa de que la selección esté dando pena ajena en los últimos encuentros. 

Por lo pronto, falta otro partido molero el próximo miércoles ante la selección de Honduras, una vez que se cumpla el compromiso ante los catrachos, México debutará en Copa Oro el 9 de julio ante la poderosísima selección de Cuba, puro partido de alto calibre qué bárbaro… 

Hasta aquí le dejamos por hoy a este tema, porque si le seguimos nos van a salir piedritas en la vesícula biliar. 

Pendientes. 

 

Hace mucho que no tocamos el tema de Grandes Ligas, en escasas dos semanas y cacho se estará jugando el juego de estrellas en Cincinnati y se vendrá el receso de mitad de temporada regular, hasta el momento estamos viviendo una campaña bastante pareja en todas las divisiones, sin embargo, hay tres equipos que están dando mucho de qué hablar en la gran carpa. 

Los Azulejos de Toronto es un equipo que se ha visto muy beneficiado de la llegada de dos lanzadores mexicanos, Marco Estrada y Roberto “El Cañoncito” Osuna están convirtiéndose en ídolos de la afición canadiense y con su valiosa aportación, tienen a los pájaros azules a un juego de los líderes de la división Este de la Liga Americana, que son los Orioles de Baltimore y las Mantarrayas de Tampa Bay. 

“El Cañoncito” no es un pítcher que suba al montículo con mucha regularidad debido a su edad, apenas 20 años, sin embargo, cuando le dan la pelota, el mexicano ofrece unos recitales de picheo que le roban suspiros a toda la fanaticada de Toronto. Por su parte, Marco Estrada saca a relucir su vasta experiencia en Grandes Ligas y se ha convertido en el pilar de la rotación de los Azulejos al ofrecer salidas de calidad que muy frecuentemente terminan en triunfo para los canadienses. 

Otro de los equipos sorpresa son los Astros de Houston, sí, los Astros de Houston, en años anteriores los texanos eran el equipo chocolate de la MLB, el que no contaba, el cheque al portador, el típico equipo que sabes que va a perder, algo así como los Mayos de Navojoa de la Mexicana del Pacífico. 

Bueno, los Astros han salido respondones esta temporada y son líderes de la división oeste de la Americana, así es, de la mano de José Altuve y un sólido staff de lanzadores, Houston está separado por cuatro partidos de los Serafines de Anaheim, su más cercano escolta y que tiene una nómina muchísimo más alta así como un plantel más llamativo que el de los propios Astros, talento mata billete en este puntual caso. 

Finalmente tenemos al otro equipo de Nueva York, al que nadie le hace caso en la Gran Manzana, ese equipo al que le va la gente que en realidad le gusta sufrir el béisbol en Manhattan y sus alrededores: los Metropolitanos. 

A pesar de que están a 2.5 juegos de los Nacionales de Washington, los Mets están firmando una muy buena campaña gracias al sólido staff de picheo con el que cuentan y muy seguramente los tendremos en los playoffs de octubre, todo esto si no se desinflan en la segunda vuelta de la temporada. 

Bartolo Colón ha recibido refuerzos en la rotación de abridores, y luego de muchísimos años de mediocridad, los Mets pueden presumir que tienen un mejor cuerpo de pítchers que los Yankees, el acérrimo rival. 

Matt Harvey recuperado de su lesión y las gratas revelaciones llamadas Steven Matz y Jacob deGrom son las cartas fuertes con las que cuentan los Metropolitanos esta campaña, y todos han estado fantásticos en su labor como abridores, cuidado con los Mets en unos playoffs, tienen unos lanzadores muy pero muy complicados. 

Veremos que depara la segunda vuelta de la temporada regular, veremos si los ahora líderes de división se mantienen en la cima y aguantan los embates de sus más cercanos perseguidores, sin embargo, reconocemos que esta temporada ha sido muy pareja en todos los aspectos. 

Pendientes. 

Ya para irnos, el día de hoy se cumplen 365 días de fatídico México-Holanda, y lo único que podemos decir es que: no era penal. 

Ahora sí nos vamos. 

Hasta la próxima.