EN LA GRILLA

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*La sacudida del gabinete peñista fue tardía

*A la secretaria de Salud ni le despeinó la greña

*Diva se divulga mejor calificada que sus pares

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

El presidente Enrique Peña Nieto se decidió por fin a sacudir a su gabinete y lo hizo de manera espectacular en cuanto a las cifras de funcionarios removidos, aunque la parte sustancial quedó intocada, para alegría de los críticos, que a partir de ese detalle, se lanzaron inmediatamente a descalificar las decisiones en paquete.

En realidad Peña tendría que haber movido a su gente el año pasado, cuando empezaron sus grandes conflictos, pero como todos los gobernantes, prefirió ser él quien decidiera los tiempos de los cambios y dejó pasar prácticamente un año antes de proceder. Ello por cierto le dio al gabinete un aire de comodidad, un “no pasa nada” que llevó a muchos a echarse sobre los laurees que no consiguieron, agravando la situación y la imagen del gobierno.

Incluso en el área de seguridad, la insistencia del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong en el estribillo de “lo vamos a agarrar (al Chapo) y vamos a castigar a los culpables”, sonaba como un “ya la libramos los de arriba”.

Por eso la salida anunciada de Monte Alejandro Rubido, de la Comisión Nacional de Seguridad fue el movimiento más lógico de cuantos se presentaron. En todo caso faltó que lo acompañara el titular del Cisen, a quien también se le pelaron las informaciones sobre ek narcotraficante y sus planes de fuga. En lugar de Monte Rubido llegó Renato Sales, quien estaba en el área anitsecuestros.

Por el contrario, lo que causó más extrañeza fue la designación de Claudia Ruiz Massieu Salinas como secretaria de Relaciones Exteriores. La señora lo había hecho razonablemente bien al frente de la Secretaría de Turismo, de modo que mueven a alguien que estaba en el lugar adecuado y la llevan a donde no tiene ninguna experiencia, una Secretaría donde los errores cuestan más que en cualquier otro sitio, en una etapa difícil, en que hay que trabajar con mucho tiento y tino para reconstruir adecuadamente la relación con los Estados Unidos, rota desde el berrinche de Felipe Calderón contra el anterior embajador.

A Turismo va Enrique de la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid. Dice haber obtenido buena experiencia en el ramo durante su paso por la dirección del Banco Mexicano de Comercio Exterior, entre cuyos principales clientes destacan los turisteros.

Extraña la designación de José Calzada Rovirosa en la secretaría de Agricultura. El nuevo titular de la Sagarpa era hasta ayer por la mañana gobernador saliente de Querétaro, con fama de haber hecho un buen papel, pero con un antecedente controvertido: perdió de calle la elección de su sucesor. Y la perdió contra un operador panista llamado Ricardo Anaya, hoy dirigente nacional del PAN.

Al secretario saliente, Enrique Martínez y Martinez, se le auguraba un gran futuro, por lo visto sin mucho fundamento. Primero se decía que iría a la Cámara de Diputados a coordinar a la bancada priísta. Después, que sustituiría a César Camacho al frente del PRI, y en cambio fue mandado directamente, sin trámites de ninguna especia, a la frialdad de la banca.

El efecto más importante de estos cambios para Sinaloa es la posibilidad de que el subsecretario Jesús Aguilar Padilla deba dejar también su espacio en la Sagarpa, y con él todos los sinaloenses que alcanzaron ahí una trinchera para los duros tiempos de su invierno malovista. No hay nada oficial pero todos fueron apercibidos de que había que estar listos para entregar.

De don Emilio Chuayffet sería de muy mal gusto decir que ya era un cadáver político. Su enfermedad lo salva de mordacidades pero es el caso que todo mundo esperaba su caída, como aquel viejo chiste del bikini (nadie sabe cómo se sostiene, pero todos están esperando que caiga).

Por fin lo dejaron ir a su casa, con la satisfacción de haber visto la solución en Oaxaca y de haberles pegado una trapeada a los senadores panistas cuando en la comparecencia quisieron exhibirlo sin prever que se les voltearía el chirrión por el palito.

Además su salida permite meter en circulación a Aurelio Nuño, quien de plano nomás no pudo llegar al PRI por falta de militancia. Hoy está al frente de la Secretaría de Estado que maneja más recursos económicos, que de nuevo concentra las facultades administrativas de la educación en México, y que encarna una de las reformas más apetecidas por el régimen. Con el pensamiento de Nuño, con sus antecedentes, no es exagerado decir que esa designación equivale a entregarle la SEP a la organización Mexicanos Primero. Tenga por seguro que hasta Loret de Mola debe haberlo festejado ruidosamente.

También era obvio que Rosario Robles debía irse de la Sedesol. La torpedeaba el PAN, la torpedeaba el PRI, la odia a izquierda y la torpedeaban sus propios colaboradores. Si la Cruzada Nacional contra el Hambre ha funcionado, sólo ella lo sabe, y lo que necesitaba Peña Nieto en ese renglón era un resultado espectacular, no discreto ni mucho menos dudoso.

De todos modos, se ve que el presidente le tiene ley. Para no dejarla ir derrotada, la mandó a la Sedatu, que tiene también un componente social importante. El efecto fue que ahora sí don Jesús Murillo Karam se va a descansar a su casa, totalmente exprimido por el problema de Ayotzinapa, que lo pescó como procurador General de la República y lo dejó literalmente como político jubilado.

José Luis Meade Kuribreña es un caso espectacular. Deja la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde como canciller fue un gran astronauta, para irse a la Sedesol, a manejar la política social del gobierno mexicano, con la soltura con que un diletante se avienta un discurso sobre a inmortalidad del cangrejo.

¿Cuál es el secreto de Meade? Con Felipe Calderón Hinojosa, el segundo presidente panista, fue secretario de Energía primero, y de Hacienda después. Vino el cambio de gobierno y Enrique Peña Nieto, el presidente priísta, lo conserva en el gabinete, aunque lo pasa a Relaciones Exteriores y luego lo traslada a Sedesol.

¿Puede un miembro de la más aislada élite burocrática del país entender lo que pasa entre as familias más pobres? ¿Puede de veras desarrollar una sensibilidad que lo lleve a encontrar la manera de combatir el hambre que golpea intensamente a millones y millones de personas?

O es muy eficiente y los dos últimos presidentes lo conservaron a costa de lo que fuera, o es muy ineficiente pero lo quieren, de modo que hay que estarlo cambiando de puesto cada rato. A lo mejor Meade es a Peña Nieto lo que Ernesto Cordero a Calderón, pero hay que recordar que al final éste no dio a talla, de modo que no le acanzó más que para Senador plurinominal, cuando creía que podía alcanzar a ser Presidente de la República.

Rafael Pachiano Aguilar sustituye a Juan José Guerra Abud en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. ¿Rafael Juat? Preguntaron todos. Pero el amigo estaba ya en la Semarnat como subsecretario, de modo que el quiebre no es tan intenso. Guerra Abud se va ahí nomás tras lomita, con una beca que lo acredita como embajador de México en Italia.

Todavía hubo más: el coordinador de asesores, Francisco Guzmán, se va a la jefatura de la Oficina de Presidencia, pero obviamente sin el poder de Aurelio Nuño; y José Reyes Baeza va a la dirección del ISSSTE.

Se van a sus casas Murillo Karam, Martínez y Martínez,y el anterior director del ISSSTE, aunque era interino tras la muerte de Fernando Lerdo de Tejada.

Lo que finalmente ocurre es que se abre el llamado ostión mexiquense, se amplía el gabinete a algunas corrientes, aunque en términos generales se mantiene lo esencial, que está en las secretarías de Gobernación y Hacienda (Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgray, los presidenciales originales), los titulares de las fuerzas armadas Salvador Cienfuegos Zepeda y Francisco Soberón Sanz, secretarios de Defensa y Marina, respectivamente.

Increíblemente, se queda el más pronosticado como despedido, Ildefonso Guajardo. Al secretario de Economía se le daba por perdido por gris y pequeño, pero en Los Pinos no lo evaluaron así.

Tampoco se fue el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, cuya cabeza pidieron todos los críticos desde aquel affaire del tren a Querétaro, licitado y suspendido porque entre los ganadores de la obra estaba el constructor y vendedor de la Casa Blanca. Ruiz Esparza se queda y con él se queda también la tendencia a dejar de lado las posibilidades de apoyo en la buscada transformación del puerto de Mazatlán.

Por lo demás, decir que Aurelio Nulo y José Luis Meade ya son presidenciables es casi casi ofensivo.

DEL BRAZO Y POR LA CALLE

Hay una posición de la que nadie se acordó en sus análisis: la Secretaría de Salud.

Seguramente que la secretaria Mercedes Juan López sabía perfectamente lo que iba a pasar y también que con ella no pasaría nada. Hasta permiso de debe haber obtenido para venirse a Sinaloa, concretamente a Culiacán, donde se paseó del brazo y por la calle con el gobernador Mario López Valdez y con el alcalde Sergio Torres.

La doctora Mercedes desahogó sin alteraciones su agenda, que consistía en dos inauguraciones y la puesta en marcha del Encuentro Nacional de Municipios por la Salud. En esto estaba cuando a muchos kilómetros de distancia, en Los Pinos, el presidente le daba la gran sacudida a su gabinete.

Ella lo tomó con calma, platicó con quienes se le acercaron, ratificó que no hay planes para vender o privatizar al sector salud y al final hasta se tomó unas fotos con el Morrín.

POR DEBAJO Y POR

ARRIBA DE LA MESA

Poco a poco los señalamientos, zancadillas, golpes y maniobras que antes se daban entre los aspirantes a la candidatura sinaloense por debajo de la mesa, empiezan a aflorar también por encima.

Así como no queriendo, el equipo de la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, hizo circular una nota en que se evalúa a nuestros representantes en la Cámara Alta, y se concluye que doña Diva es la legisladora más productiva de los senadores priístas sinaloenses.

Si fueran muchos, uno podría decir que se trata de una conquista importante y presumible, pero al final resulta que son tres los senadores priístas por Sinaloa, y que además los tres aspiran a obtener la candidatura de su partido para el gobierno de la entidad, de modo que lo dicho en esa información es que oficialmente, Diva ha hecho su trabajo mejor que sus compañeros y rivales Aarón Irízar López y Daniel Amador Gaxiola.

“Califican a Diga Gastélum como la priísta sinaloense más productiva del Senado”, dice la cabeza del boletín que basa esa conclusión en una encuesta del periódico El Universal.