EN LA GRILLA

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JUAN ALFONSO MEJÍA

*¿Qué hay en el forcejeo gobierno-Mexicanos primero?

*La policía resuelve secuestros paro nadie se lo ha creído

*Un año de tranquilidad en el Seguro Social de Sinaloa

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Mexicanos primero parece haber encontrado la fórmula para estar presente en los medios: ubicar temas escabrosos en el manejo de los recursos dedicados a la educación, y luego dejarlos rodar sin preocuparse más por comprobaciones, mucho menos por hacer que las cosas avancen hacia soluciones concretas y efectivas.

Por supuesto, del lado del gobierno las cosas no son mejores. A las denuncias se responde con evasivas primero y con negativas después, pero sin hacer precisiones, sin verificar las denuncias ni hacer correcciones donde se encuentren irregularidades.

Todos en el país sabemos que “algo está podrido en Dinamarca”. El problema es que ese Dinamarca está muy cercano, está en nuestras escuelas, o a veces es que no está en nuestras aulas. Las irregularidades en la asignación de plazas, de sueldos, de sobresueldos, de presupuestos son cosas de todos los días. Todo mundo sabe que en la estructura de la Secretaría de Educación Pública y Cultura todos los funcionarios provienen del sindicato, de manera que son juez y parte, patrón y trabajadores en una relación que siempre se verá con la óptica del interés de grupo y no con el interés de la educación de los muchachos.

Precisamente por eso han sido tan escandalosos los hallazgos del censo realizado por el Inegi, y sobre todo, han sido tan escandalosas las interpretaciones que grupos como Mexicanos Primero o el Instituto Mexicano de Competitividad, hacen de las cifras arrojadas por el Inegi.

Pero lo que parecía un provechoso diálogo entre organismos ciudadanos y el gobierno ha terminado en una serie de actos poco reflexivos que muestra más la lucha por el poder dentro de un sector muy jugoso económicamente, que una cruzada en que se busque realmente la mejora de nuestro sistema educativo.

Ayer el director en Sinaloa de Mexicanos Primero, Juan Alfonso Mejía, insistió en su denuncia por mal uso de mil cuatrocientos millones de pesos correspondientes al presupuesto educativo. Con ese dinero, dice Mejía, se podrían reparar muchos de los problemas que existen en  las escuelas de la entidad.

El problema es que esa denuncia no fue ante un agente del Ministerio Público, sino ante la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del gobierno del estado –UTRC-. Esto significa que no hay una denuncia realmente dicha, sino un llamado de atención para que el contralor del gobierno haga una investigación sobre una presunción. Nada mas.

¿Cuál es el sentido de anunciar la iterposición de una demanda cuando ésta no existe? La UTRC ha hecho sus propias investigaciones y no ha logrado que el ministerio público sancione a servidores públicos contra los que hay pruebas contundentes. ¿Cree usted que pueda llegar a hacer efectivos los castigos para casos en que no hay más que el enunciado de un censo nacional, como los papeles que trae Mexicanos Primero?

Este movimiento empezó a captar la atención de la opinión pública gracias al impulso de Televisa, que hasta le metió dinero a la película De panzazo. Generó simpatías indudables porque dirigió sus baterías contra el desprestigiado Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero sobre todo, contra su dirigente, la impresentable Elba Esther Gordillo. Lo que dijeran contra ellos era tomado por cierto, y la mayor parte de lo dicho era cierto, efectivamente.

El problema es que no han pasado de ahí. Cuando el gobierno ha intentado explicar las irregularidades denunciadas, Mexicanos primero no ha profundizado su investigación para reforzar las acusaciones, lo que da al gobierno la opción de dar por respondido el caso, con una explicación inverosímil, la mayor parte de lsas veces.

Es obvio que al gobierno no le importa llegar al fondo en los problemas educativos. Su discurso de reformas se mantiene centrado en la evaluación de los maestros, que no es poca cosa, pero tampoco va más allá, quizá porque ya le midieron alproblema político que constituye el magisterio, con un sindicato amarrado a base de canonjías y disimulos, y una disidencia todavía más metida en la defensa de privilgios absurdos como los de ganar aunque no se trabaje en todo el año.

La insistencia de Mexicanos primero, por otra parte, ha sido ubicada no pocas veces en la estrategia que intentó aplicar Vicente Foxz Quezada: dedicar dinero público a la educación privada, con la supuesta libertad para que el estudiante se lleve sus recursos a la escuela, pública o privada, que sea de su preferencia.

Suena bien, parece abrir las puertas de la gente pobre a las instituciones caras, pero esa pulverización de los presupuestos reduce sustancialmente el alcance del apoyo estatal a la educación. Al final, es dinero y por supuesto, la posibilidad de influir todavía más en los contenidos educativos, en la orientación del tipo de país que los empresarios quieren.

A RECONSTRUIR LA

AUTORIDAD POLICIACA

Muy recientemente han ocurrido en Mazatlán dos secuestros que han sido resueltos de manera fectiva, es decir, las víctimas son rescatadas sanas y salvas y sus familias no se ven en la necesidad de pagar rescate por ellas. Han sido trabajos limpios del grupo Antisecuestros, que deberían ser suficientes para generar ejemplo.

Sin embargo, no ha sido suficiente. Los secuestradores, organizados o improvisados, parecen ignorar que el porcentaje de los antisecuestros es de cien, según el decir de la autoridad gubernamental, y persisten en sus intentos, que si bien no fructifican, termnan por generar cierto estado de tensión.

En estos días, cuando los compañeros reporteros han intentado recoger reacciones sobre estos casos, incluso los dirigientes empresariales en su mayoría, prefieren evadir el tema, incluso con súplicas para que la entrevista no toque ese asunto. Es, por supuesto, el miedo de hacerse visibles ante quienes se dedican a semejante “especialidad”.

Si los delincuentes siguen intentando y si los empresarios temen abordar el tema públicamente, es porque ni unos ni otros tienen verdadero respeto en las corporaciones policíacas.

Urge trabajar en la restauración de la autoridad policíaca. Si los delincuentes no le tienen miedo aún siendo efectiva, es porque algo está pasando detrás que la sociedad no ha llegado a conocer. Si los dirigentes empresariales, con medios para enterarse, con capacidad para recibir el respaldo de manera inmediata, apenas planteen su necesidad, es porque saben que algo está pasando destrás de la moesta fachada de éxitos.

Por lo menos, está ocurriendo que la Procuraduría General de Justicia del Estado no ha sabido vender sus éxitos, convencer a la gente de que sí tienen aspectos efectivos y de resultados, y en esa falla arrastran la tranquilidad de una sociedad que tiene muchos motivos para estar escamada.

EL INORME DE ADALBERTO

CASTRO EN EL SEGURO SOCIAL

Un año de actividades al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social puede generar opiniones encontradas. Los problemas de una institución que carga con la responsabilidad de brindar salud a la mayor parte de la población son muchos y se reflejan  constantemente en la opinión pública, sobre todo ahora que cada vez hay más gente consciente de que puede reclamar sus derechos.

Las limitaciones financieras, de equipo, de infraestructura saltan a la vista, y eso agria las relaciones de la institución con sus derechohabientes, de modo que con frecuencia ceremonias como los informes de labores terminan por generar más críticas y condenas que apoyos y reconocimientos.

Sin embargo a Adalberto Castro Castro le fue bien. No ha habido reacciones negativas a pesar del entorno difícil de crecimiento de la población y estancamiento de las instalaciones.

Al margen del crecimiento en las acciones del IMSS (mil doscientas operaciones más donde ya se realizaban cincuenta mil, por ejemplo), hay un elemento muy importante en los resultados de este periodo: la ausencia de conflictos. Tras un periodo de enfrentamientos internos y con los factores de la producción en el estado, la delegación del IMSS ha navegado en aguas tranquilas.

Es por supuesto, el estilo de trabajo del delegado a quien por cierto se le ha reforzado atendiendo gestiones que tenían décadas sin fructificar, como la nueva unidad de medicina familiar en Mazatlán. Un buen año en un mundo que ha sido azaroso para las instituciones.