DEBE RETOMARSE EL CONTROL DEL CAMPO

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México dejó en manos del mercado la producción de alimentos: Escobar

Mucho le está costando a México aquella medida absurda de dejar la agricultura indefensa ante las fuerzas del mercado. Aquella idea de Javier Usabiaga, secretario de Agricultura con Vicente Fox, de que era más barato importar los alimentos que producirlos, sigue generándonos muchos problemas de dependencia y de pobreza.

Sinaloa por ejemplo, tiene amplias zonas marginadas en el campo, todas las zonas temporaleras que dejaron de ser apoyadas, constituyen un grave rezago. Compara situaciones como las de México y Sudáfrica. Allá producen el maíz más barato porque son áreas de temporal, con menos requerimientos técnicos, pero más apoyos oficiales.

Aquí en cambio, los productores sinaloenses pagamos la semilla más cara: en los últimos años ha pasado de tres mil a siete mil quinientos pesos el costal; pagamos más caro el fertilizante precisamente porque dejaron de producirlo aquí con el mismo argumento: que era más barato importarlo; el combustible s cada vez más caro.

Es imprescindible, dice, que el estado mexicano retome el control de la agricultura. Los organismos internacionales establecen la importancia de producir los alimentos que la población consume y generar los satisfactores de empleo y distribución del ingreso. No se puede dejar que otros tengan el control de áreas tan importantes Cuando Usabiaga lo decidió así, Estados Unidos vendía el maíz muy barato, pero luego vino una baja en la producción y se pagó mucho más caro.

Hoy por el contrario, teníamos una buena expectativa con los precios y sin embargo, la producción de maíz con los gringos pasó de cuatrocientos millones a cuatrocientos cincuenta millones de toneladas, y el precio se desplomó.

Necesitamos organizarnos adecuadamente. Ver por ejemplo que en México se le ponga un arancel a las importaciones de Sudáfrica, que las grandes empresas no jueguen con esa arma para bajarle el precio al productor mexicano. Nosotros mismos necesitamos limitar la producción de maíz de consumo humano, el blanco, a 350 mil toneladas par que el precio no se nos desplome.

Bonita situación la nuestra, las grandes empresas nos amenazan con las importaciones y nos bajan el precio al productor, comenta, mientras al consumidor le sigue costando todo muy caro, en tortillería, en anaquel, en donde quiera.

Hace sin embargo un reconocimiento a la actitud del secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, para atender los problemas del campo. Se ha comprometido y vamos por buen camino, sostiene.

En cambio lamenta que la reforma fiscal establezca la obligatoriedad de que el productor campesino pague impuestos sobre la renta sin importar su nivel. Actualmente, dice, quienes tienen ingresos menores a ochocientos mil pesos, simplemente declaran en cero, pero el proyecto de reforma obliga a que todos paguen, cualquiera que sea su nivel de utilidad.

Cuando se le hace ver que por un lado demandan subsidios y medidas compensatorias para apuntalar la producción, y por el otro rechazan la posibilidad de pagar impuestos, dice que no rehúyen la responsabilidad fiscal, sino que en estos momentos la rentabilidad del productor agrícola es muy baja y pagar un treinta y dos por ciento de impuestos implica romper la l´+inea de subsistencia en que muchos se encuentran.