EN LA GRILLA

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*El maestro que no trabaje se va, dice Frías Castro

*El anuncio, mientras se reproducen viejos vicios

*El par vial presentará algunas modificaciones

FRANCISCO CHIQUETE

El doctor Francisco Cuauhtémoc Frías Castro hizo ayer un compromiso que toda la sociedad está esperando: No se solapará a nadie, dijo. “Maestro que no trabaje será dado de baja”. Entre los policías abusivos (parece pleonasmo) y los maestros flojos acaparan buena parte de la indignación de la opinión pública, de modo que un anuncio de ese tipo es oro molido.

Claro que la gente tiene derecho a preguntarse porque es hasta ahora que se presenta esta disposición. Es una pregunta retórica, por supuesto. Todo mundo sabe del uso político que prácticamente todos los partidos han dado a los profesores. El PRI los ha tenido siempre como operadores y en algún tiempo hasta como reparadores de elecciones mal terminadas, por decirlo elegantemente.

Pero el PAN  no está exento de culpas: Vicente Fox se benefició de la traición jugada por Elba Esther Gordillo a Francisco Labastida Ochoa en las elecciones del año 2000, y Felipe Calderón de plano hizo una alianza electoral con la propia Gordillo, quien conservó los privilegios obtenidos con Fox, superiores a los que ya le generaban los gobiernos priístas.

El PRD ha obtenido bases sociales abundantes y aguerridas en las secciones sindicales que militan en la CNTE. Para completar, la propia Elba Esther fabricó un partido político cuyas bases son precisamente los integrantes del magisterio.

A pesar de todo esto, a través de la Reforma Educativa se ha empezado a ventilar la posibilidad de corregir las irregularidades que se acumulan en la estructura escolar. Correr a los profes que cobren sin acudir a dar clases constituye un gran paso que la sociedad ha esperado durante largos, largos años.

Sin embargo, Frías Castro todavía está a la espera de que se oficialicen los datos del Inegi y advierte que las cifras dadas a conocer por Mexicanos Primero sobre los elevados sueldos de los comisionados pudieran  estar equivocados, pues sumaron claves en lugar de ubicar los verdaderos ingresos.

Aunque la inmensa mayoría de los mexicanos tiene ingresos muy  bajo, el mayor problema no es que haya maestros que ganen mucho dinero, a condición de que los desquiten. Lo verdaderamente grave es que ganen todo ese dinero no por trabajar, sino por hacer grilla sindical o de plano por estar en sus respectivas casas.

BUENA PROMESA

 EN UN MAL MARCO

El doctor Frías Castro es uno de los funcionarios más serios del gobierno sinaloense, de modo que el compromiso de correr a los que no trabajen sonó no sólo creíble, sino inevitable.

Lo malo fue el marco en que se hizo el anuncio.

Se trataba de la toma de protesta a Rosa Elvira Ceballos Rivera como jefa de las oficinas regionales de la SEPYC en el centro de la entidad.

La señora Ceballos Rivera fue diputada local en la legislatura anterior y antes había sido dirigente del Panal en la entidad. Profesora, tiene una plaza en el aparato educativo, a la que no ha regresado en muchos años, de modo que en la larga serie de negociaciones que se dan en el sector, apareció el nombre de la exdiputada, para que la reactivaran públicamente.

¿Cómo esperar que las cosas empiecen a cambiar si permanecen las mismas prácticas de siempre?

¿Podrá doña Rosa Elvira Ceballos actuar de manera imparcial cuando se trata de corregir a alguien de la sección sindical en la que ella ha sido autoridad? Esa ha sido la base del desorden: la complicidad y la tolerancia a nombre de la colaboración electoral, sindical o personal?

En el puesto que ahora ocupa la exdiputada estaba el profesor Antonio Loaiza Delgado, quien oficialmente renunció para irse a trabajar en un puesto del ayuntamiento sanignacense, que él mismo encabezó hace algunos años.

Vaya usted a saber qué culpa está expiando el actual alcalde, Amado Loaiza Perales, quien debió soportarlo como dirigente sindical y luego como sucesor. Su papel fue tan triste y lleno de convicciones, que más tarde intentó ser candidato del PRD, pero lo rechazaron porque no garantizaba la victoria. Mal arranca la semana para el que ahorcan el lunes y eso precisamente le pasa al proceso de corrección de irregularidades en el sector educativo.

SÍ HAY PAR VIAL, PERO

CON ALGUNOS AJUSTES

Como estaba perfilado, el gobierno municipal decidió aplicar su programa de par vial, con una serie de ajustes que lo convierten en algo menos rígido de lo que apareció en el plan piloto del sábado anterior, cuando el que entró al circuito, no tuvo más remedio que irse hasta el fondo de éste, con el riesgo de volverse a enrolar al primer descuido.

Los ajustes consisten en la apertura de vías que ahora están cerrados por la conformación del Fraccionamiento El Cid. Si se dan estas aperturas, que todavía estaban a nivel de negociación, será posible hacer circuitos más pequeños, aunque todavía estarán golpeando a trabajadores y a turistas que se verán obligados a desplazamientos innecesarios precisamente cuando los turistas vienen a pasarla mejor, y cuando los trabajadores tienen la obligación de aparecerse de lo más puntual a sus centros laborales.

Los ajustes serán positivos, aunque mucha gente insiste en que no era necesario llegar tan lejos, que hay muchas cosas que se pudieron hacer, especialmente mantener una posición de autoridad ante quienes tradicionalmente bloquean el paso de otros vehículos por el antojo de pararse en la vía pública a echarse unas cervezas o unos wiskis.

La otra parte es el famoso bandódromo.

Los músicos tendrán un espacio dónde trabajar o por lo menos dónde ofrecer sus servicios a la sociedad. Se trata del Paseo de Olas Altas ampliado al Paseo Clausen, es decir, el mismo espacio de la zona carnavalera, que contará con templetes para grupos musicales, vallas de contención y revisión, además de vigilancia.

Como en muchas de las decisiones, ésta está coja en un aspecto fundamental: no se tomó en cuenta la situación de los vecinos, quienes ya pagan su tributo a la actividad turística mazatleca con la paciencia ante las fiestas del carnaval, y hoy se vuelven a ver embarcados en toda una parafernalia que no sólo les lleva ruidos extremos, borrachos a granel y situaciones de inseguridad, como hay en todos los puntos donde hay concentraciones humanas, sobre todo concentraciones etilizadas.

Otra vez nos encierran en nuestras casas, lamenta el periodista Mario Martini, quien recuerda cómo durante carnaval los vecinos tienen que limosnear incluso su acceso al área de sus casas y departamentos, con demostraciones mil del avecinamiento.

Es cierto que quien se va a vivir por aquella zona sabe que está expuesto a la actividad del turismo y que es imposible poner sus intereses particulares sobre el de toda la comunidad, incluso Martini admite que contra la tradición del carnaval nada se puede, pero el problema es que cada etapa del año en que haya mucha gente, les estén mandando confinaciones que si el destino turístico es exitoso, paradójicamente podrían terminar por ser interminables.