EN LA GRILLA

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*VIVA MÉXICO, PERO ¿CUÁL DE LOS PROYECTOS?

*DE PLANO, NO PASARÁ EL IVA A LAS COLEGIATURAS

*CAE UN AMP SECUESTRADORA; DEBE HABER MÁS

FRANCISCO CHIQUETE

Los días de ceremonias como la del grito de Independencia debieran servir para reflexionar sobre el modelo de país que queremos y en pate así ocurre, aunque a decir verdad, como siempre que se defiende lo que se quiere, hablan más las pasiones que las razones y ese es el enfoque que se da a las cosas.

La propuesta de reforma energética ha generado más que cualquiera otra, esa situación. Quienes defienden la soberanía nacional entendida como la hemos entendido a lo largo de la historia contemporánea, se sienten agredidos frente a cualquier posibilidad de cambio. Las experiencias, sobre todo de los años recientes, lo explican y en muchos casos lo justifica.

Los instrumentos de conducción económica de que disponía el estado mexicano para procurar una mejor distribución del ingreso han sido malbaratados para beneficio de unos cuantos, generando una concentración monstruosa y sin precedentes que tiene a la mitad de la población nacional sumida en la pobreza. Por ese camino han desfilado los teléfonos, que hoy tienen al beneficiario de la privatización, convertido en el hombre más rico del mundo; luego fueron los bancos, que hoy están en manos extranjeras y le cobran al usuario por manejar su propio dinero, en niveles y porcentajes onerosos, sin defensa y sin apelación. Los vendieron porque el estado mexicano no podía capitalizarlos para que cumplieran con su función de financiar el desarrollo mexicano. Ellos tampoco. Sólo vienen a recaudar dinero, no a prestarlo, como no sea para consumo y a niveles de agio.

La intervención de las empresas extranjeras en la industria del petróleo se justifica con la aseveración de que hoy las condiciones son diferentes a las que se produjeron cuando el general Cárdenas expropió a las compañías foráneas, que abusaban de sus concesiones, explotaban a los trabajadores mexicanos y desobedecían nuestras leyes. Las cosas pueden ser diferentes, pero se pregunta uno si las empresas que fueron y las que van a venir son diferentes también.

Acabamos de pasar la experiencia de un juicio internacional en que evidentemente el erario mexicano fue vulnerado por una empresa extranjera –Siemmens- que contó para ello con la complicidad de un funcionario del sexenio pasado, el célebre César Nava, exdirigente del PAN. Pese a todas las evidencias, empresa y funcionarios fueron exonerados por esos tribunales. ¿Podemos confiar en que esas instancias defiendan lo que en justicia corresponda al interés nacional?

Las descalificaciones a la defensa del petróleo utilizan desde el discurso del mismísimo Lázaro Cárdenas, y frases del ideólogo de los noventa, Octavio Paz.

Por otra parte entre los defensores abundan las contradicciones. Muchos de ellos reconocen la necesidad de entrar a la modernización, de incorporar nuevas tecnologías que no son accesibles para la empresa petrolera mexicana, pero se niegan a aceptar cualquier participación extranjera, “manque nos carguen los pingos”.

Otros la aceptan, pero rechazan la idea de reformar la constitución, de modo que el cambio sea en los hechos, pero no en la  ley.

Unos y otros se mienten a si mismos, pues no es posible la participación de empresas en la exploración, explotación o venta el petróleo, sin que haya una privatización,. Ya los voceros de las empresas advirtieron que no le podrán entrar si el recurso, a partir de su condición de reservas probadas, no entra a sus libros de contabilidad, lo que por supuesto implica que pasa a ser de su propiedad.

A a ser difícil hacer coincidir ambas posiciones. Unos y otros están  empeñados en su óptica respectiva. Los que tienen el poder podrán seguramente sacar adelante su idea, mientras los demás estarán madurando ideas para revertirlos.

Ya hay una muy llamativa de Cuauhtémoc Cárdenas: llamar a consulta popular en el 2015 para revertir los cambios. Si las reformas, como es previsible, generan un efecto inmediato de pérdida por los efectos económicos, nadie va a querer esperarse a que  venga el repunte que siempre se ofrece y que difícilmente llega o que por lo menos no llega para todos.

Por eso hoy habrá muchas ceremonias en que unos y otros gritarán Viva México, en un tono que no une, sino que evidencia la existencia de muchos Méxicos proyectados y deseados.

¿NO QUE HABÍA QUE TAPAR LOS

LOS HOYOS NEGROS DEL IVA?

Mientras se cocinaba la reforma fiscal recientemente presentada por el gobierno federal, los ortodoxos de la economía actual pugnaban por una sola cosa: que se tapen los hoyos negros que hay en el IVA. Sólo cuando ello ocurra, decían, podrá contarse con un sistema fiscal justgo y verdaderamente redistributivo.

Eso era por supuesto, cuando consideraban un hecho la aplicación del IVA a alimentos y medicinas, ese trofeo que han perseguido durante muchos años y que por una razón u otra, no han podido concretar. Las condiciones parecían estar maduras para obtenerlo y ya en términos generales se daba como un hecho. Era, al decir de sus analistas, la gran condición para una reforma fiscal verdadera y por tanto, exitosa.

Pero he ahí que el gobierno federal, en una hábil lectura de la realidad social, decidió no optar por ese recurso. Lo explicaron así, precisamente: no hay condiciones para aplicar el IVA a alimentos y medicinas en un entorno económico que podría derivar en conflictos de carácter social. Y desistieron de esa idea, cuya sola explicación evidencia que estaba muy arraigada y en la línea inicial de salida.

Por supuesto, los grupos empresariales, los teóricos del neoliberalismo y toda la parvada se manifestaron desilusionados porque sin gravar comida y medicinas no se llega a ningún lado.

Pero no sólo estuvieron en desacuerdo con ello: olivándose de que había que tapar todos los hoyos negros, se manifiestan indignados porque se gravó con el impuesto al valor agregado a las colegiaturas y a los créditos hipotecarios, así como a las operaciones de compraventa de casas en general.

El PAN, que estaba dispuesto a que todo mundo pagara un dieciséis por ciento más por la alimentación, sin distinguir clases sociales ni capacidades económicas, está ahora encaboronado porque se grava a las colegiaturas y se lanza a defender a la clase media con una pasión que no le merecieron los pobres del país.

Desde luego no es poca cosa. En efecto, los padres de familia que hacen un gran esfuerzo por llevar a sus hijos a escuelas privadas van a estar en problemas, pues muchos de ellos llegan al límite de sus capacidades para cumplir con ese compromiso, y la aplicación del IVA representa una carga que va más allá de las consideraciones que habían hecho.

El caso es que entonces no era tan cierto aquello de que había que tapar los hoyos negros. Para ese sector las exenciones en el citado impuesto eran sólo populismo, pero en este caso se trataría, por lo visto, de un populismo aceptable.

Por cierto que muchos aprovecharon el raite para advertir que la educación pública carece de calidad y que por eso es indispensable que muchos vayan a escuelas privadas. Salvo una que otra institución con respaldo académico real, la aseveración es incierta. De todos modos es importante el concurso de la educación particular por las insuficiencias de la pública, no necesariamente por la calidad, pero hay que aprovechar todo momento para sembrar el desprestigio.

NO PASARÁ: HERIBERTO

Desde el principio se sospechó que el caso de la colegiaturas era sólo materia de negociaciones. Si el PRD se colgó la medalla de que no se pretenda ahora aplicar IVA a medicinas y alimentos, el PAN podrá presumir de haber detenido ese gravamen al pago de colegiaturas.

Pero por supuesto, ya también los diputados priístas hablan del tema. Heriberto Galindo Quiñones, el coordinador de la bancada tricolor por Sinaloa, dijo que su bancada no permitirá que progrese esa parte de la propuesta. Siendo Galindo Quiñones un elemento de la burbuja parlamentaria, hombre cercano al primer círculo del poder, sabe de lo que habla. NO se iba a lanzar a una oposición ciega contra un gobierno al que siente una legítima pertenencia, de modo que puede darse por hecho que semejante idea no transitará.

Quedan dos temas: uno muy serio y otro caricaturesco: las hipotecas. Hay una genuina preocupación por el efecto que ese impuesto puede generar en un sector que de por sí ya está deprimido: la construcción de viviendas. Todos saben que la de la construcción es una industria dinamizadora de la economía, como saben que las principales empresas “vivienderas” del país están en condiciones de quiebra técnica tras un cambio en las reglas de juego.

De este tema sin embargo no se ha hablado nada y lo más seguro es que quede con la carga impositiva. Al PAN le alcanza con lo de las colegiaturas y los del PRI no querrán moverle más allá de eso. El PRD no ha definido nada.

El asunto de caricatura es el IVA al alimento para mascotas. Ya esta nueva corriente del humanismo a los animales ha empezado a protestar diciendo que con esto habrá más perros y gatos en las calles porque sus dueños no los alcanzarán a mantener con las nuevas condiciones fiscales. Nadie por supuesto, se propone cambiar el régimen de alimentación y volver a lo de antes, que eran las sobras de la comida diaria o incluso la compra de pellejos y retazos. Es que el resultado final será incómodo para los dueños, que deberán retirar heces menos firmes y de olores más desagradables. La solidaridad interespecies tiene sus límites.

Pero aunque nos pueda parecer una situación extrema, hay otras igual de desatinadas o más aún, Como la queja porque la reforma fiscal, como está concebida, afecta fundamentalmente a los padres de familia que tienen hijos en escuelas privadas, pagan hipotecas y ganan a partie de 43 mil pesos mensuales.

Este condolido reclamo social hablar de un reducidísimo porcentaje de la población, pero aun así es presentado como un problema que afecta a la población en general.

Ya veremos qué queda de todo esto.

PÁJAROS DE CUENTA

El procurador general de Justicia del Estado, Marco Antonio Higuera, dio a conocer la detención de una agente del ministerio público del fuero común que junto con su marido y un abogado secuestraron a un empresario y le cobraron un millón setecientos mil pesos de rescate.

Por desgracia se trata de realidades muy conocidas desde hace mucho tiempo, que no se acaban de inventar y tampoco parece que estén por terminar. A cualquier persona que le preguntes, en los medios policíacos y de la procuración de justicia, te podrá informar sobre los “equipos”, es decir, las agrupaciones informales de policías, ministerios públicos y abogados que sacan adelante lo mismo procesos amañados que “jales” como el que investigó y documentó la procuraduría.

Está tan arraigada esta práctica, que quienes caen en la desgracia de enfrentar un asunto ministerial, si se avivan, van e investigan quién es el abogado que trabaja con este o esta titular de tal agencia. Les cuesta dinero hasta siendo las víctimas o siendo inocentes, pero lo dan por bien empleado.

Aunque no es tan frecuente el asunto de los secuestros, se sabe que ocurre y se sabe también que hay casos de delitos o averiguaciones previas armadas exrprofeso para buscar una solución que deje dividendos.

Obviamente nadie se atreve a denunciar porque significa enfrentarse a la misma policía que debiera investigar a los responsables, loi que ha llevado a estas personas a tal grado de cinismo, que el caso dado a conocer por el procurador se “resolvió” mediante el pago del rescate ¡con cheques de la víctima!

Es un buen punto de la procuraduría y del procurador, que debe servir para que más gente denuncie situaciones como la de este caso, ocurrido en Culiacán, pero que se replica por varios puntos de la entidad. Nada malo sería que las investigaciones se extendiesen hacia el sur y norte del estado, para que el descubrimiento y castigo de otros delitos como éste envíen una señal de combate a la impunidad y aliente más denuncias.

Nomás que no vaya a quedar como los casos de Vialidad y Transportes, donde por meses las más altas autoridades han comentado que encontraron delitos, que habrá castigos, y no pasa de las palabras.

¿LO NOTÓ? ¿LO DEFINE?

Mucha gente va a la Plazuela República a ver la ceremonia del Grito de Independencia. Muchos se quedaron esperando verlo por televisión (aprovechando ahora que el canal 7, que es el que la transmite, ya regresó al cable, en el canal 25).

Si usted es de los primeros, seguramente habrá puesto atención en el alcalde Alejandro Higuera Osuna, y no sólo en su forma de decir las palabras del grito, ya establecidas en un mandato legal sobre uso de los símbolos patrios, sino en su lenguaje corporal.

¿Vio usted un brillo en los ojos del munícipe, un quiebre adicional en el tono de voz? Y si así fue, si lo hubo ¿podría usted definir si fue de emoción y fervor patrios, o de nostalgia anticipada por algo que ya se va?

En todo caso ¿por cuál de los dos vota?