Contra la democracia

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Por Melchor Inzunza

La democracia sólo admite la apología. Bueno, también la costumbre de ser violada impunemente, sea nomás por joder o por la imposibilidad de cumplirla, debido a las innumerables modificaciones y excesos demagógicos que la han abultado.

Pero, al mismo tiempo, pocos cuestionan sus fundamentos, porque lo correcto es reverenciarla y festejarla en los discursos.

La Constitución considera a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida. Y nos impone el derecho a votar en las elecciones populares y a ser votados para todos los cargos (Art. 35), y la obligación votar en las elecciones y en las consultas populares (Art. 36).

No caben en ella los monárquicos, si los hay, ni los anarquistas, que aún existen, ni los millones de mexicanos que no sólo se permiten existir sino que se niegan a votar, por muy obligatorio que sea.

Pero la moda es cantar las excelencias de la democracia representativa. ¿Representativa? Aquí empieza la mentira. Como yo no voto y no me represento ni a mi mismo, si alguien ha de representarme en el congreso, lo hará sin mi consentimiento.

A ver, Elio, ¿te sientes representado por el diputado de tu distrito? Casi apostaría que ni siquiera recuerdas el nombre de ese güey. Igual que los votantes: más tardan en elegir a su representante que en olvidarlo. Y hacen bien, porque el diputado ojete, en cuanto es electo, olvida a sus electores; él no representará más que a sus intereses y a los de su partido. En ese orden.

Los aforismos a contracorriente que deseo compartir con el lector, prefieren sobre todo la crítica a la apología. En ellos asoma la duda, el cuestionamiento a la democracia, a sus representantes, leyes y gobiernos.

Democracia

*La Democracia son dos lobos y una oveja votando sobre qué se va a comer. La Libertad es la oveja, armada, impugnando el resultado. Benjamín Franklin.

*Hasta en las democracias más puras, como los Estados Unidos y Suiza una minoría privilegiada detenta el poder contra la mayoría esclavizada. Bakunin *El mundo está lleno de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndoles en políticos. Disraelí

*“La democracia es un mal sistema de gobierno, salvo en un sentido: todos los demás son peores”. Winston Churchill

*Si en un avión, uno se para en medio de la cabina y pregunta si alguien se atreve a sustituir al piloto, probablemente nadie se levantaría porque no se considerarían capacitados para ello. En cambio, si uno se para en la plaza pública y pide voluntarios para gobernar al país, varios inexpertos se apuntarían. ¡Cómo si dirigir una nación fuera más fácil que pilotear una aeronave!. Winston Churchill

*Del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia. Abraham Lincoln

*La democracia solo es una dictadura aceptada. Solo te dejan elegir quién ha de dictarte.

*Democracia es que se te permita votar por el candidato que menos te disguste. Robert Byrne

*Me sé del todo indigno de opinar en materia política, pero tal vez me sea perdonado añadir que descreo de la democracia, una superstición muy difundida, ese curioso abuso de la estadística. Jorge Luis Borges.

*La democracia difiere de una organización política despótica sólo en el grado de mal. Si el despotismo deprime el espíritu por la usurpación uniforme, la democracia supedita el espíritu a conformidad y capricho. La pretensión de una sabiduría colectiva está entre las más palpables de todas las imposturas. William Godwin

*La democracia ignora la diferencia entre verdades y errores: sólo distingue entre opiniones populares y opiniones impopulares. Nicolás Gómez Dávila.

*En la democracia, todos somos políticos. Los malos políticos son responsabilidad nuestra: los elegimos y no los revocamos. Fernando Savater

*A la democracia la reemplaza en muchos países la mercadotecnia que convierte en producto a los candidatos y en falsos consumidores a los ciudadanos. Carlos Monsiváis

 

Leyes y elecciones

*La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan. Anatole France

*La manera más segura de hacer que se respeten las leyes es hacerlas respetables. Frédéric Bastiat.

*Los hombres no deben obedecer las leyes demasiado escrupulosamente. ¿Qué sátira del gobierno -preguntaba- puede igualar la severa censura insinuada en la palabra

política, que durante siglos ha significado astucia, lo que da a entender que el Estado es una treta?. Emerson

*El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros. Bierce

*Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel. David Lloyd George

*Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado. Alberto Moravia

*Las elecciones, contrariamente a lo que nos quieren vender, son un proceso más político que aritmético. Y no sé hasta qué punto es legítimo exigirles a los políticos que no hagan política. Marcelino Perelló

*La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. -Jacques Benigne Bossuet (1627-1704)

*Para no ceder a la tentación política, hay que vigilarse a cada momento. Pero, ¿cómo conseguirlo en un régimen democrático en el que el vicio esencial es permitirle a cualquiera aspirar al poder y dar libre curso a sus ambiciones? De ello resulta una enorme abundancia de fanfarrones, de agitadores sin destino, de locos sin importancia, tan inadecuados para el triunfo como para el hundimiento. Sin embargo, es su nulidad lo que permite y asegura nuestras libertades amenazadas por las personalidades excepcionales. -Emile M. Cioran

*Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía. Charlotte Morrow

*Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería. Otto Von Bismarck

El gobierno

*“Si hay algo en la tierra que un ciudadano no debería confiar al gobierno, es la conservación de la propia libertad y de las instituciones ligadas a ella”. Abraham Lincoln

*Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son. – Abraham Lincoln

*Mi lectura de la historia me convence que la mayoría de los malos gobiernos provienen de demasiado gobierno. El mejor gobierno es aquel que gobierna menos. – Thomas Jefferson

*El espíritu de resistencia al gobierno es tan valioso en ciertas ocasiones, que deseo que siempre se mantenga vivo. A veces será ejercido equivocadamente, pero es preferible eso a que no pueda ejercerse. Me gusta una pequeña rebelión de vez en cuando. Es como una tormenta en la atmósfera. -Thomas Jefferson

*“El gobierno no conoce otra cosa que la violencia. Lo mismo que el fuego, es un servidor peligroso. No hay que darle nunca ocasión para cometer actos irresponsables”. -George Washington

*A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz. Walt Whitman

*El único límite a la opresión del gobierno es el poder que la gente demuestra en oponerse a ella». – Enrico Malatesta

*Estoy en contra de todo lo que haga el Estado, así sean carreteras. Marcelino Perelló

 

Borges y el Estado

*Los políticos no son hombres éticos; son hombres que han contraído el hábito de mentir, el hábito de sobornar, el hábito de sonreír todo el tiempo, el hábito de quedar bien con todo el mundo, el hábito de la popularidad… La profesión de los políticos es mentir. Jorge Luis Borges.

–¿Qué tipo de Estado desearía?– le preguntan a Borges.

–Un Estado mínimo y un máximo de individuo, un Estado que no se notara. Viví en Suiza cinco años, y allí nadie sabía cómo se llamaba el presidente.

–La abolición del Estado que usted propone tiene mucho que ver con el anarquismo.

–Sí, exacto… Pero no sé si somos lo bastante civilizados para llegar a eso.

–¿Piensa seriamente que tal cosa es factible?

–Por supuesto. Eso sí, es cuestión de esperar 200 o 300 años. Creo que con el tiempo mereceremos que no haya gobiernos.

–¿Y mientras tanto?

–¡Jodernos! (Revista Siete Días, Buenos Aires, 1973)