El secuestro virtual se ha convertido en una modalidad de extorsión cada vez más frecuente, que pone en riesgo la seguridad y privacidad de los usuarios de WhatsApp.
Esta práctica consiste en recibir un código a través de la plataforma de mensajería, el cual, al ser reenviado por el usuario, proporciona acceso al teléfono celular y permite al extorsionador tomar el control del dispositivo.
Una vez que el extorsionador ha obtenido acceso al teléfono de la víctima, puede acceder a sus contactos y contenido, lo que le permite enviar mensajes a los contactos más recurrentes solicitando un rescate por la liberación de la víctima.
Para aumentar la presión, suelen enviar fotografías como evidencia de la supuesta situación de emergencia.
Ante esta situación, se emiten una serie de recomendaciones para prevenir ser víctima de secuestro virtual, lo principal es evitar contestar o abrir mensajes de desconocidos, no caer en engaños como premiaciones falsas, nunca compartir códigos de seguridad ni reenviar información sensible.
Además, se destaca la importancia de mantener una comunicación constante con familiares y amigos para informar sobre cualquier situación sospechosa.
La prevención y la concienciación son clave para evitar convertirse en víctima de este tipo de delitos cibernéticos.
