Miguel Ángel Ramírez Jardines
Los días sábado 28 y domingo 29 de junio, aproximadamente 100 jóvenes militantes sinaloenses del nuevo partido político nacional: MORENA, llevarán a cabo un Congreso de la Juventud en el que analizarán el papel que están jugando actualmente los jóvenes en el marco de la situación nacional.
Los temas de discusión tienen que ver con analizar las “reformas estructurales” que está impulsando el gobierno de Peña Nieto en el actual momento histórico de nuestro país; el asunto de los derechos humanos en general en el que seguramente se abordará lo concerniente a la pretensión de limitar la libertad de expresión de los ciudadanos a través de internet y la actitud represiva del gobierno en todos los frentes; se discutirá así mismo el estado que guardan los movimientos sociales y las tareas que MORENA tiene como movimiento social convertido en partido político para impulsar la lucha por la democracia y la constitución de una nueva nación.
De hecho se han venido calentando los motores con dos conferencias al respecto que han dictado ya, los ilustrados investigadores Arturo Santamaría y Pedro Brito, reconocidos intelectuales de la izquierda sinaloense, a los muchachos y muchachas miembros de MORENA de las distintas partes del estado. Habrá, además, un panel sobre educación y otro sobre las perspectivas de desarrollo de la izquierda mexicana, en donde varios militantes de la vieja y la nueva guardia debatirán.
El evento es relevante por el hecho de que las izquierdas han subrayado la importancia de la formación teórica, ética y política al interior de sus filas. Reconozcamos que los partidos de izquierda siempre han tenido a su interior, o muy cercanos, a un sector de los mejores intelectuales del país. MORENA no es la excepción. Recuérdese además la severa crítica que se ha hecho a la ignorancia y falta de oficio de la mayor parte de los políticos mexicanos (de todos los colores) especialmente de los oficialistas, por lo que cobran suma relevancia los intentos de los muchachos de MORENA por elevar su nivel de comprensión de la problemática política de este país.
Se requiere que todos los políticos eleven la calidad de sus participaciones pero hoy más que nunca los militantes morenistas requieren los conocimientos y las herramientas metodológicas suficientes para hacer que su ideología cobre cuerpo a través de sus estrategias políticas y organizativas, y que su acción no sea un mero hacer por hacer. Se necesita dar cauce a sus capacidades creativas, que son muchas, para actuar con mayor tino y poder influir decisivamente en el rumbo que ha de tomar nuestra nación.
La vía del cambio social no está en estos momentos en las acciones de las masas armadas o de los grupos guerrilleros esparcidos en el territorio nacional como sucedió en México en los siglos XIX y XX. Tampoco está solo en el auge de los movimientos reivindicativos de los distintos sectores de la población que casi siempre son derrotados o desgastados dado su aislamiento y debilidad.
Hoy asistimos a la emergencia de nuevos actores sociales que se expresan como verdaderos movimientos ciudadanos en un sentido amplio: grupos y personas interesados en los asuntos de todos y por lo tanto interesados en la toma de decisiones que involucren a todos y beneficien a todos. Es decir: la política ciudadana, está armada cada vez más con un pensamiento crítico que combate la manipulación, el corporativismo, la imposición, la corrupción y el dominio que han ejercido los privilegiados e este país.
Tal vez MORENA sea la mejor expresión de la política ciudadana. Es un movimiento hecho partido que necesita posicionarse en el concierto de las fuerzas nacionales y consolidarse como una real alternativa de poder. MORENA no es todavía la fuerza alternativa que requiere la población para modificar y mejorar su suerte. Se está construyendo apenas. Pero puede serlo en la medida en que cuente con cuadros militantes bien formados, lúcidos, que aprendan de la historia pero que sean lo suficientemente creativos para construir las más adecuadas estrategias de organización y de acción política que requieren las condiciones específicas de nuestro país.
Combinar las formas de lucha y organización que se han experimentado en el pasado con las nuevas formas de lucha y organización que se vayan inventando en el presente y el futuro, requiere de la intervención ingeniosa y creativa de sus cuadros políticos formados con solidez teórica-ideológica y política. Ninguna forma de organización y de lucha puede descartarse de antemano, pero deben escogerse las formas de organización y de lucha más acordes con las condiciones que se estén viviendo a partir del análisis concreto de la situación concreta.
Así que, bien por los jóvenes que le vienen a dar impulso a la construcción en Sinaloa, de una fuerza nacional en proceso de consolidación. En Sinaloa falta mucho por hacer pero creo que los muchachos pueden contribuir positivamente desde la izquierda a su crecimiento y desarrollo.
