CIENTÍFICOS AFIRMAN QUE EL CAPITALISMO ESTÁ LLEGANDO A SU FIN

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Es una gran alerta a economistas y gobiernos: estamos en medio de una transformación de modelo económico cuyo trasfondo es el agotamiento de los recursos y el cambio climático. En cierta manera, estamos asistiendo al fin del capitalismo tal y como lo conocemos. Esta es la conclusión de un grupo de científicos finlandeses en un reporte encargado por la ONU para dar contexto a su Informe Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Mar Pichel. BBC News Mundo. 19/08/2019)

«El capitalismo tal como lo conocemos ha dependido de la energía barata, ese ha sido el motor que ha facilitado el crecimiento que hemos visto en los últimos 100, 150 o 200 años, explicó a BBC Mundo el economista Paavo Järvensivu, integrante de la finlandesa Unidad de Investigación BIOS. Y agrega: «Estamos entrando a otra etapa. La era de la energía barata está llegando a su fin, y si no tenemos esa energía barata, entonces ya no podemos tener ese tipo de capitalismo».

LA VIDA NO SIGUE IGUAL

Señala este grupo de científicos que, debido al cambio climático, por primera vez en la historia humana, las economías están teniendo que recurrir a fuentes de energía menos eficientes que requieren «más esfuerzo” para producirla. Se necesitará un gran esfuerzo para cortar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Su uso y abuso de ese energético en la economía ha sido ignorada casi por completo en muchos países ricos. Siguen pensando que, cambiando un poco las reglas, pueden mitigar el efecto del cambio climático y adaptarse a él con el sistema existente (ID)

Para explicar las exigencias de este nuevo modelo económico, Järvensivu recurre a un momento histórico: la posguerra: En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, las sociedades reconstruyeron sus infraestructuras y prácticas; ahora necesitamos algo similar para que nuestras economías y de nuestras prácticas puedan funcionar sin combustibles fósiles». Y, al igual que en ese entonces, no hay mucho tiempo para lograrlo, sólo tenemos entre 15 y 30 años para reconstruir la infraestructura», señala BIOS.
CONSECUENCIAS DEL USO DE HIDRÓCARBUROS.

Para Järvensivu y sus colegas son los Estados y los gobiernos los únicos actores «con legitimidad y capacidad» para acometer esta serie de cambios porque «obviamente esto necesita algún tipo de planificación y coordinación y también un financiamiento que no estamos viendo ahora». Sin embargo, si hablamos de la mayor potencia económica del mundo, Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump no sólo no está destinando financiación para llevar a cabo esta transición y reconstrucción ecológica, sino que insiste en formas de energía altamente contaminantes, como la industria del carbón.

Con el uso de hidrocarburos y el efecto invernadero que están creando, tendremos temperaturas más cálidas, provocando sequías, desertificación y deforestación; tormentas con lluvias menos frecuentes, pero más intensas; propagación de enfermedades nuevas y la vuelta de males que ya se habían controlado; oleajes de calor más fuertes. Derretimiento de los glaciares que harán que suba el nivel del mar y la muerte, por ejemplo, de los osos polares; huracanes más peligrosos, que podrán destruir ciudades; cambio de los ecosistemas, desaparición de especies animales, aumento del nivel del mar y los alimentos más caros. Dicho de otro modo: el mundo, como esfera viviente, tenderá a eclipsare.

LA SOLUCIÓN A LA VUELTA DE LA ESQUINA.

Un informe realizado por la firma medioambiental Energy Innovation en asociación con la compañía de análisis de redes Vibrant Clean Energy, concluye que reemplazar el 74% las plantas de carbón a nivel global con energía eólica y solar reduciría inmediatamente no solamente los costes de la energía, sino también el calentamiento mundial, a partir de la energía eólica, que cuesta casi a la mitad. Además agrego Mike O’Boyle, director de política eléctrica de Energy Innovation: “Hemos seguido de cerca el costo de la energía eólica y solar en EEUU y en todo el mundo, y los costes han bajado tanto, que estamos viendo costos sin precedentes para la energía eólica y solar»
Y eso lo saben los gobernantes y los políticos en general, pero son tantos sus intereses en el escenario petrolero, que hacen oídos sordos ante una realidad que daña la vida, El presidente Donald Trump ha trabajado arduamente para salvar el carbón en EEUU, llegando a abogar por un rescate financiero para rescatar a una industria moribunda. Pero los datos sugieren que el valor económico del carbón continuará cayendo en picado, una desaceleración que se produce a medida que la energía eólica y solar son opciones cada vez más baratas y más viables. Pero también lo saben los gobernantes chinos, Rusos y tutti cuanti…