“Cats”, éxtasis musical en el Teatro Ángela Peralta

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“Cats” el primero de los Grandes Eventos de la cartelera del Festival Cultural Mazatlán 2014, arrancó de manera oficial la máxima fiesta del arte en el puerto, y, como estaba previsto, la palabra E S P E C T Á C U L O es lo que único que puede definir a esta producción mexicana a la altura de Broadway.

Desde el lobby, el Teatro Ángela Peralta recibió al público con los brillantes y amarillos ojos de un gato negro colgando por lo alto; más arriba, una enorme luna blanca, y abajo dos pequeños gatos, uno negro y uno blanco, que fueron la presa de cientos de cámaras que buscaron un primer recuerdo de dos funciones memorables organizadas con el apoyo del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.

Tras 20 años de ausencia en territorio nacional, el productor Gerardo Quiroz juntó a un reparto de primer nivel que bajo la dirección de Lilia Sixtos y Jaime Rojas dieron vida a la entrañable visión del legendario compositor y productor teatral Andrew Loyd Webber, quien en los años 80 tomó el texto “Old possum´s book of practical Cats” del poeta inglés T.S Eliot, en donde el Premio Nobel de Literatura 1948 plasmó su amor e ideas únicas sobre el mundo de los felinos.

Estelarizado por Rocío Banquells en el papel de “Grizabella”, Enrique del Olmo como “Gatusalem”, Edgar Cañas como el “Punk Rock Terco” y “Manuel Gorka” como “Gus, el gato actor”, “Cats” narra la historia de la manada de los gatos jélicos, quienes como cada año se reúnen en su colosal basurero para la “elección jelical” y determinar quién habrá de renacer a una nueva existencia.

Uno a uno, los extravagantes felinos exponen sus vidas, y trátese de gatas comodonas y mimonas como la “Bombonachona”; sexuales, ingobernable y carismáticos como el “Punk Rock Terco”; pintorescos y jocosos como “Górdocles Cruz”; Pícaros y ladrones como “Pingurriento y Rompetrizas”; nostálgicos y tiernos como “Gus, el gato actor”; obsesivos y serviciales como “Mirringo”; peligrosos y violentos como “Nefástulo”; o asombrosos y, literalmente, mágicos, como “Micifustófeles”, todos gozan de una existencia única y exuberante que los convierte en serios candidatos para llegar El Edén Sideral.

 

 

Sin embargo, pese a que esta colección de extravagantes gatos, baila, canta, realiza acrobacias, números de magia, pequeñas obras teatrales, números de tap e hilarantes farsa, entre ellos parece no existir lugar para la dolorosa y lamentable historia de “Grizabella”, la flor sensual que, en el último suspiro de su existir, se aferra a un triste canto que expresa su hondo anhelo por la vida, pasada, presente y futura.

Al final, en el momento cumbre de la elección, “Grizabella” logra hilvanar, tras una serie esfuerzos, y sobre todo, tras el rechazo y agresión de la manada, el himno que encierra la filosofía que esta espectacular propuesta sugirió por poco más de dos horas. “Recuerdos”, tema de Trevor Nunn que señala la búsqueda de un sentido de la vida que ama con la misma intensidad las cenizas del pasado, y la incierta luz de un nuevo día; ambos fueron vividos al límite por “Grizabella” con la certeza de que al final serán sólo eso: un brillante recuerdo. El público, conmovido hasta las lágrimas, se paralizó, y estalló en aplausos.

La manada de los jélicos, se rinde ante el contundente testimonio de “Grizabella”, quien tras ser reconocida por los felinos es elevada por “Gatusalem” hacia el Edén Sideral.

Aunque la historia y los personajes del musical por sí solos poseen un carácter magnético, el músculo teatral de “Cats” está magistralmente distribuido en los talentos vocales de los 40 actores en escena, en sus dotes histriónicos y dancísticos; en un juego de vestuario y maquillaje que roba la mirada; en un equipo de producción impecable con espectaculares juegos de luces, una imponente escenografía y efectos especiales, y desde luego, en el fabuloso trabajo sonoro de la Orquesta “Cats”, que de la mano del maestro Gilberto Zaragoza, estalló en una monumental mezcla de música en vivo que tiene al rock, pop, góspel, music hall, jazz, baladas, himnos y muchos otros géneros como protagonistas de 23 piezas memorables.

En dos actos, los gatos volvieron loca a la audiencia y despertaron una enorme gama de emociones, desde la alegría, a la tristeza, pasando por el dolor, el placer, e incluso, el asombro. Las impredecibles historias de los felinos, hicieron que más de un espectador tuviera un encuentro directo con la compulsiva obsesión por el robo de “Pingurriento y Rompetrizas”, quienes tomaron las bolsas de las mujeres y las tiraron al aire; “Punk Rock Terco” hizo que una mazatleca le apretara su sensual “cola” y durante el intermedio los felinos jugaron un poco con los patasaladas.

Tras el tema final “El trato a un gato”, uno  a uno, los protagonistas del musical desfilaron para recibir su aplauso, y después se congregaron frente al escenario del Teatro Ángela Peralta para un monumental aplauso de pie por la entrega, pasión y la exuberante galería de talentos que hicieron que el máximo recinto artístico del puerto luciera a reventar en las dos funciones de “Cats”, la apertura soñada para el Festival Cultural Mazatlán 2014.