Calladito el Gobierno ya Pagó 10 Millones al Grupo AREH

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*De una “inexistente” deuda de 141 millones

*No hay dinero, dice alcalde provisional

 

A la callada el Ayuntamiento de Mazatlán está pagando cinco millones de pesos cada mes a la deuda con el Grupo AREH, de la familia Arellano, de poco más de 140 millones de pesos por una gasolinera que nunca existió.

En la conferencia de esta mañana en las oficinas del alcalde provisional porteño, José Manuel Villalobos, el propio alcalde confirmó que van dos pagos por cinco millones de pesos cada. “Sí, si tenemos dos pagos de cinco millones por mes, venimos navegando con este asunto desde que entramos a este gobierno; soy integrante de la Comisión de Hacienda, Cardona es el que la preside y estuvimos en varias reuniones con regidores, el jurídico, la síndico procuradora…buscando lo mejor para este gobierno y no nos golpeara tanto esa deuda…es una herencia que tuvimos y los jueces dictaminaron que teníamos que pagar…”

Pese a que ya se pagaron 10 millones de pesos, dijo que se va a convocar una reunión de Cabildo “porque no tenemos dinero…”

Pero no es una irregularidad pagar una deuda sin un convenio que lo respalde?, insistió el mismo reportero.

-“Sí lo hay; hay movimientos que están arreglando, pero lo tenemos que ver…”

Villalobos recordó que no es deuda de este gobierno, pero tiene que atenderse ese débito por el que, incluso, se habló de que podían destituirnos en los cargos. “Buscaremos la mejor salid a este tema”.

En otras preguntas y sobre dos personas que han fallecido en distintos campos deportivos, el alcalde mazatleco reconoció que es lamentable la muerte de dos personas y que se deben tomar las medidas necesarias para auxiliar con paramédicos en los centros deportivos donde se requiera para evitar hechos de muerte por desatención médica.

Cuestionado sobre la inseguridad pública, el alcalde provisional admitió que “no se rinde al cien por ciento”, pero aun así el lunes pasado felicitó al secretario de Seguridad Pública, Juan Ramón Alfaro Gaxiola. Indicó que a nadie “le golpea la mesa para que trabajen, sólo les pido que hagan las cosas y creo que lo están haciendo bien; igual en todas las dependencias al cien por ciento…”