ASENTAMIENTOS IRREGULARES EN MAZATLÁN.

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– Líderes identificados a los que no se les ha abierto proceso y dependencias omisas en su actuar, la característica principal de este tipo de hechos.
Mazatlán continua padeciendo, maldición desde sus origines, de asentamientos irregulares conocidos como invasiones.
Si bien es cierto que esta ciudad se desarrolló y expandió así a lo largo de los años, las actuales autoridades no han podido frenar el crecimiento irregular por la falta de políticas públicas y de instrumentos legales para tal fin.
Las invasiones actuales se dividen, de acuerdo con estudios elaborados por instancias municipales como la dirección de Bienestar Social Urbano, la coordinación de Protección Civil, Planeación y Desarrollo Urbano Sustentable y la dirección de Gobierno y Asuntos Jurídicos; en tres grandes rubros: las invasiones en cuencas hidráulicas, en zonas de regularización y en áreas asentadas.
Cada administración municipal a lo largo de su historia ha solapado, propiciado o tolerado invasiones ya sea en terrenos federales o particulares; aunque cada administración municipal ha heredado este tipo de problemáticas; las cuales se toleran por cuestiones que van desde las “sociales” aduciendo la necesidad de vivienda y un espacio para vivir; hasta las políticas de clientelismo electoral.
De 2008 a 2011 había 777 familias en 7 espacios de cuencas hidrológicas que ocupaban una superficie de 87.5 hectáreas en zonas de la Casa Redonda, Pino Suárez, Emilio Goicochea, Presas del Valle y ampliaciones así como un área verde de Bugambilias.
Los líderes de estas invasiones son “varios” pero también Carmen Victorino, Perla Medina, Rocío Osuna, Adán tapia y Ana Ruiz Mujica.
Algunos de estos casos estaban en manos de autoridades como el Ministerio Público, la CNA, Profepa y la PGR para su solución.
Las invasiones en proceso de regularización son las de 2,144 familias en 236,6 hectáreas pertenecientes a la familia Tirado, constructoras y familia Vega como son Villa Tutuli que encabeza Víctor Galván, Montebello y Mundialista con Teresa González Cardoso y San Antonio con Ester Ontiveros.

En zonas ya “asentadas” se establecieron, entre el 2008 y 2011, invasiones en 13 de Septiembre encabezada por Aida Millán en terrenos propiedad de María Lorena Peña; Lideres en Acción encabezada por Leovigilda Crespo en terrenos de la familia Tirado; Nuevo Cajeme con Jesús Romo; Lomas de San Jorge con su líder Francisco Sánchez Paredes en terrenos de la familia González Lie y El Milagro de Yadira García en terrenos de los Batiz Lamadrid que sumaron 931 invasores de 104.8 hectáreas.
Así, pues son espacios que se han ido ocupando bajo argumentos diversos y cuya regularización, en algunos casos, está en proceso y otros habrán de esperar.
Existen casos curiosos, como la invasión al final de la calle Rosarito, al margen del Estero de Urías, en la colonia Casa Redonda donde invadieron originalmente 25 familias integradas por hijos de familia que ya habitaban esa zona. La denuncia se presento ante la Agencia del Ministerio Público Federal y a Profepa sin que esta última haya resuelto algo.
De hecho la Profepa es la dependencia federal más omisa en atender este tipo de problemáticas. Ahí se dieron desde el 2011 rellenos no autorizados sobre las áreas de manglares y márgenes del estero, según se consigna en oficio 0412/2011 de fecha 23 de mayo de 2001 con lo que se aumentó el riesgo sanitario; pero no ha habido intervención de autoridad federal alguna.
Corresponderá a la nueva administración empujar más intensamente la regularización o reubicación de este universo de personas invasoras de terrenos apegada a las nuevas directrices que se acaban de aprobar en materia de Atlas de Riesgo y del Plan de Desarrollo Urbano de Mazatlán.