PUEDO NO ESTAR DE ACUERDO CON LO QUE DICES; PERO MORIRÍA POR EL DERECHO QUE TIENES A DECIRLO. VOLTAIRE
El periódico Noroeste, ha sido agredido de mil formas. Malecón, su columna oficial de este rotativo, nos un breve recuento de esas tropelías sufridas: “Del robo de motocicletas utilizadas para la distribución del periódico, se pasó al robo de camionetas, los delincuentes asaltaban a los repartidores. (Luego) comenzaron las amenazas y golpizas a los voceadores y reporteros. (Además) las instalaciones del periódico en Mazatlán fueron atacadas a balazos y, finalmente, sus directivos han sido agredidos (Malecón. 05/04/2014)
Es cierto, desde hace por lo menos tres sexenios este periódico ha sido agraviado de múltiples formas; pero en este sexenio del gobierno del “cambio” le ha ido como en feria; hasta al punto que su director, Adrián López Ortiz, fue agredido por un “grupúsculo” de delincuentes. Ante esta embestida, el agraviado director de Noroeste, quien en la madrugada de ayer fue atacado a balazos por sujetos desconocidos, criticó al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, por las agresiones en el Estado contra periodistas, quien expresó enfáticamente: «Si el gobernador está detrás de esto, es gravísimo y, si no lo está, es más grave porque la omisión viene con la complicidad» (Entrevista con Ciro Gómez Leyva.04/04/2014)
IMPERIO DE LA IMPUNIDAD
Seguramente el Gobernador no estuvo detrás o delante de este atentado. Pero de lo que es responsable es de que la impunidad sea un pan duro y seco de todos los días los sinaloenses nos tenemos que tragar a regañadientes. Por cierto es necesario indicar que los arquitectos de los Compromisos por Sinaloa dejaron pendiente esta importante asignatura para el tiempo de las calendas griegas; porque los partidos están más interesados en la reforma política, que tiene por supuesto poca importancia; que transformar a profundidad el poder Judicial que, como las barcas viejas, hace “aguas” por todos lados.
La rampante impunidad, en efecto, a todos nos mantiene en una permanente incertidumbre y en una actitud de sórdida sospecha, pues cuando ocurre un atentado de la magnitud del que hoy comentamos, no sabemos, casi nunca sabemos, quién realmente realizó tal desaguisado y menos aún constatar que el delincuente o los delincuentes han pagado muy caro por su fechoría. Por ello no es casual que todos recelemos de todos. Este recelo colectivo enseguida crea un consenso de autoprotección; según el cual el gobernador y su equipo de seguridad son los responsables del ataque a sus críticos o están coludidos con sus agresores, o porque en materia de justicia hacen como que la virgen les habla.
LA IMPUNIDAD COMO DOS BOOMERANG EN UNO.
De esta forma el poder ejecutivo, del cual es apéndice el judicial, no solo se convierte en responsable por no impartir justicia pronta y expedita, sino que también se le cargan los atentados y crímenes que se cometen en Sinaloa. No vayamos muy lejos para demostrar esta la afirmación precedente; el director de Noroeste lo expresó con todas sus letras: «Si el gobernador está detrás de esto, es gravísimo y, si no lo está, es más grave porque la omisión viene con la complicidad» (Entrevista con Ciro Gómez Leyva.04/04/2014). En este hoyo negro no cabe el azar, el error, los dardos de antemano están dirigidos al mismo destinatario, independientemente del remitente.
Justamente por ello los sinaloenses estamos bailando en el vacío; porque este descrédito del gobierno a final de cuentas, quienes salimos perdiendo somos todos los sinaloenses: la duda nada metódica crea certezas unidireccionales. Este tipo certezas erosionan la legitimidad de los gobernantes y, como consecuencia, configuran un espectro incertidumbre donde la sociedad, como Fuenteovejuna, suele apuntar su dedo flamígero en dirección al tercer piso. De este cáncer está enfermo Sinaloa. Pero nadie busca alguna solución a nuestro roído poder judicial, muchos buscan, quién podría dudarlo, algunas canonjías y la sociedad, ay, la sociedad, algún paraguas de donde colgarse porque vive con el alma en vilo porque para ella no hay ningún chapulín colorado que pueda salvarla.
DÍGASE EN DESCARGO QUE LA HISTORIA CUENTA,
Digamos en descargo que esta bola de nieve ardiente viene de lejos. Mario López Valdez recibió un poder judicial hecho girones, toda vez que en los sexenios anteriores las cosas de la justicia no fueron mejores, y algunas de ellas fueron peores. López Valdez tenía que trabajar a marchas forzadas para restañar el poder judicial corroído hasta la médula, lo cual no ha ocurrido en la medida que lo esperábamos. Es preciso también señalar que Sinaloa está mucho mejor en materia de seguridad que Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y el Estado de México, por señalar los peores. Sinaloa en lo que respecta a seguridad ocupa un lugar intermedio, lo cual quiere decir que México se ha convertido en una gran pira; precisamente por ello no ha lugar para festinar nuestra medianía.
No obstante los crímenes de alto impacto han descendido, lo cual es loable, pero había que admitir que este descenso de ese tipo de criminalidad obedeció a que se entrecruzaron en el camino de la “impartición de justicia”, los inveterados poderes fácticos, cuya cualidad fue que eran memos malos que las gavillas que no sólo eran traficantes de drogas, sino también extorsionadores y cobradores de impuestos y alcabalas, al punto que tuvieron a Sinaloa al borde de infarto. Acuerdo o azar, lo cierto que este modelo está siendo implementado en Michoacán, el cual contiene cierta dosis de homeopatía. Creo que este tipo de equilibrios perversos ya no están a la mano después de la captura del chapo Guzmán, circunstancia que podría permitir que los demonios vuelvan a anadar sueltos.
RECONDACIÓN CON DESTINATARIO.
Si Mario López Valdez quiere dejar su nombre escrito en letras de bronce cuando culmine su gestión de gobernador, deberá ocuparse en serio y sin titubeos combatir la impunidad y a su
hermana gemela: la corrupción. Para tal efecto tendrá que hacer una profunda reforma al poder judicial, el cual está corroído, desactualizado y, peor aún, carece de autonomía para levantarse y caminar por su propio pie. Pero igualmente tendrá que limpiar y modernizar a la policía, porque ha dejado secuelas nada gratas en las ciudades y pueblos, y a amenazado, agredido a periodistas por el sólo hecho de pretender contar su verdad a la sociedad a través de sus periódicos. En estos dos años y pico que le quedan a MALOVA, puede hacer mucho por los sinaloenses; pero también por su investidura y su persona; porque impunidad que no se combate, como dijimos, mancha dos veces al mandatario.
Francisco Chiquete, inteligente como honorable periodista, expresó en su columna: “Qué malo (…) que se necesite la agresión a un alto funcionario periodístico para que se despliegue ‘un operativo sin precedentes’. Cada caso debe ser importante, cada crimen debe ser perseguido hasta el esclarecimiento, precisamente para evitar el grave daño de la impunidad. Mientras ésta no sea abatida, seguirán los casos de emergencia, los de contingencia y los “normales”. (Francisco Chiquete. Sinaloa en línea. 06/05/2014). Qué bueno que Chiquete trae a colación este asunto, porque también en estos menesteres, como en otros, la justicia es injusta; porque si bien consigna en sus normas que , todos somos iguales ante la ley, de todos modos para ella hay unos que son más iguales que otros. El Gobernador tiene el imperativo, pues, de abatir la impunidad. Si así lo hiciere que Sinaloa os lo premie, o al menos se lo agradezca; y si no lo hiciere, que la patria se lo demande y lo demande.
