Tercera Llamada..Cuanta incongruencia.

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 Ismael Estrella Guerrero

 Cuanta incongruencia.

Cuando a Juan S. Millán, siendo gobernador de Sinaloa se le ocurrió reconstruir la entonces vetusta cancha German Evers- el coso de la avenida Zaragoza- muchos, por no decir que todos los basquetbolistas, se pusieron de plácemes, ya que por fin tendrían un espacio digno donde practicar su deporte favorito y ya no envidiarían ni a los culichis por su parque Revolución con duela y todo, ni a los escuinapenses, que desde 1993 tenían un moderno gimnasio, aunque después lo hayan reducido a la nada, convirtiéndolo incluso en cuartel de la policía municipal.

No, ya no habría resquemores, los mazatlecos ya tendrían su espacio apropiado con todo y duela también; vestidores y baños de lujo así como espacios para que otros deportes pudieran tener un lugar donde “guarecerse”.

Estaba a toda madre, dijera el “Macoy” Núñez.

Sin embargo desde aquel entonces las sorpresas fueron cayendo como baldes de agua fría en el cuerpo de los basquetbolistas y los otros.

Siendo Alejandro Higuera- quién más, pues. Alguien que siempre ha demostrado que el deporte es lo que menos le interesa- alcalde de Mazatlán, en cuanto tomó posesión, las supuestas oficinas para los diferentes deportes organizados pasaron a manos del DIF. No es que estuviéramos en contra de que obtuvieran espacios, pero sí que se lo quitaran a quienes históricamente son los que menos tienen.

Ese fue el primer mandarriazo de una seguidilla que llegó posteriormente, desde manipular el acceso al lugar- determinados días lo abrían y eso cuando el encargado así lo quería- hasta utilizarlo como un receptáculo para otros eventos que no eran deportivos precisamente, a los que además les daban prioridad sobre los torneos que allí se realizaban. Me consta.

Y así, uno tras otros se dieron los golpes bajos dando al traste con todo lo que inicialmente se pretendía, que los basquetboleros tuvieran casa propia, así como los futbolistas, los beisbolistas y demás.

Pues bien, las incongruencias no terminan aún.

Resulta que se le ocurrió, quién sabe a qué sabihondo, cambiar la estafeta de la cancha; la Dirección del Deporte ya no se hará cargo de una instalación deportiva.

Sí, así como lo lee.

Ahora será la Oficialía Mayor que dirige Salvador Reynosa quien determinará a quien o quienes se les prestará.

O séase,  ¿nos quieren dictar que Monica Coppel y sus corifeos en la DD, no supieron administrar deportivamente el espacio en referencia?

Porque no se entiende de otra manera.

Varios directores de esa área han pasado y todos han sufrido el mismo problema, que cuando se presentaba un acto nada relacionado con lo deportivo, tenían que soltarlo aunque hubiese juegos programados, porque al final de cuentas, lo que al presidente municipal en turno se le ocurre hacer en el lugar- igual que en todas partes- se hace, sin importar si lesiona otros intereses.   

No sé si pretendan cerrarla y dejarla exclusivamente para eventos políticos o públicos, según sea el caso, pero cuando menos  para el deporte ya dejó de ser exclusivo, y rájese quién se raje.

Escríbanos, si quiere: ismael.estrella@live.com.mx