SIGUEN REZAGOS DEL PRIÍSMO, DICE ROCHA, EL PRESIDENTE LE CARGA BRONCA A CUAUHTÉMOC; QUÍMICO, AL TRIBUNAL POPULAR

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DOMINGRILLA
SIGUEN REZAGOS DEL PRIÍSMO,
DICE ROCHA, EL PRESIDENTE LE
CARGA BRONCA A CUAUHTÉMOC;
QUÍMICO, AL TRIBUNAL POPULAR

FRANCISCO CHIQUETE

Rubén Rocha Moya, el gobernador sinaloense, hizo este sábado un sentido compromiso para ofrecer piso parejo a cada uno de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena y además explicó que no daría a conocer sus preferencias personales para no colocar a Sinaloa en riesgo de venganzas por no haber apoyado a quien resultó ganador (si se equivoca en su apuesta).

El razonamiento es impecable y sincero. Pudo aducir su talante democrático, su inclinación por la equidad, su respeto a las reglas del partido, pero se fue por la llana y lisa verdad: su responsabilidad como gobernador le obliga a no poner en peligro a la entidad que dirige.

Eso sí, el resto de la explicación le salió del alma y muy acertada. Todavía hay, dijo, resabios del tiempo del priísmo que llevan al ganador a reclamar y cobrar a quien no estuvo con él.

Muchos de quienes escucharon y vieron la ceremonia o el video, llevaron su razonamiento a muchos acontecimientos del actual gobierno federal, y sobre todo al más reciente: la (temporal) declaratoria a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como contrincante del presidente, por haberse atrevido a pensar diferente, a analizar la realidad nacional y concluir que al país le faltan pluralidad y un gobierno que dialogue.
Está ancheta está muy angosta, no cabe el justo medio, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, insistiendo en que quien no está con él, está contra él. El que no está con el pueblo está con la oligarquía, remachó.

Por desgracia esa concepción de la vida nacional es compartida por miles de seguidores incondicionales del presidente que apenas se enteraron, o recibieron los lineamientos superiores, se lanzaron contra el ingeniero Cárdenas, como si se hubiese tratado de un apátrida y no del hombre cuya capacidad de convocatoria y de diálogo sacudió las anquilosadas estructuras políticas del país.

Ya en otras ocasiones hemos expresado que el gobierno lópezobradorista puede fracasar o cometer grandes errores, pero que eso sólo representa el ejercicio de la oportunidad que la sociedad le otorgó a través del voto. Más grave que eso es la concepción política que está generando en una generación de zombies que olvida todo razonamiento para acatar la línea de arriba, incluyendo afectos como los que en su momento supo ganarse Cárdenas Solórzano.

Hay que reconocerle al presidente: sigue teniendo el timing para moverse y mover los temas del debate nacional.

A riesgo de aparecer como ingrato con una figura como la de Cárdenas Solórzano, lanzó su diatriba y todo se centró en lo que muchos han llamado “el parricidio político”, pero le echó tierra al verdadero fondo del asunto, el diagnóstico sobre la vida nacional y la posibilidad de que todo mundo le entre a la participación en estos temas tan delicados, de los que verdaderamente depende el destino del país.

Ya nadie se acordó de la brillante intervención del jurista sinaloense Diego Valadés, ni de la posibilidad de que éstos razonamientos empujen una movilización nacional. AMLO lo logró otra vez.

REGRESÓ SIN GLORIA

Ricardo Monreal había estado ya en Sinaloa, más concretamente en Mazatlán. Ocurrió antes de las turbulencias entre él y López Obrador, cuando era invitado frecuente a los desayunos en Palacio Nacional. Después del evento en que participó aquella vez, se fue sin compañía oficial a comer en un restaurante de mariscos donde estuvo tan a sus anchas, que los ayudantes lo tuvieron que presionar para que se fuera, pues ya llegaba la hora en que su vuelo debía salir.

Ayer no. Aunque dl gobernador lo placeó y lo atendió muy cálidamente, no tuvo la exposición que tuvo Adán Augusto López Hernández, en actos masivos y de significación, ni mucho menos la que alcanzó Claudia Sheimbaum, a quien le organizaron un acto en el Salón Gobernadores, del palacio de gobierno.

No fue por falta de ganas de parte de Rocha. Es que Monreal arrastra consigo la etiqueta de aspirante incómodo, y pocos dentro de Morena, y todavía más pocos empresarios o sectores de interés, se atreven a desafiar las iras presidenciales.

El jefe formal de la mayoría morenista en el senado sigue tratando de actuar como si fuera el niño terrible de la familia y también como si de veras creyese que sigue contando con alguna consideración del presidente, y posibilidades reales de ser nominado a la Presidencia.

Sus protestas siguen siendo válidas. No puede haber piso parejo en un partido donde la voz del presidente genera cargadas indetenibles como la que cobija a Claudia Sheimbaum y en menor medida a Adán Augusto. Hasta Ebrard ha sentido el frío de la indiferencia.

Pero es una quimera pensar que le van a hacer caso en su llamado de detener la carrera de las corcholatas para reanudarla más adelante, cuando todos tengan las mismas posibilidades. Gavilán que agarra y suelta no es gavilán.

Tiene de aquí al mes de noviembre para convencer a la base militante, a los cuadros activistas de Morena y sobre todo al presidente, de que deben cambiar las reglas para las encuestas en que se definirá al candidato. Quizá ni ampliando indefinidamente el plazo.

 

LA DURA LUCHA CONTRA
EL RETRASO MUNICIPAL
El viernes le fueron entregados al ayuntamiento quince carros recolectores de basura que seguramente serán de gran utilidad para amortiguar el grave problema que se tiene en ese renglón. Hay que reconocer que a partir del cambio en el municipio, la suspensión de corridas recolectoras ha bajado sensiblemente, las rutas se cubren aunque sea a veces hasta la media noche.

También hay que decir que en este periodo ha sido la tutela del gobierno estatal la que ha permitido atender cosas cómo esta, que habían hecho crisis con mucha frecuencia.
En estos momentos el gran pendiente es el drenaje sanitario. No hay colonia en que no se presenten fugas y los vecinos, al reportar su molestia, reciben plazos de diez a quince días para que pase una cuadrilla a estudiar de qué se trata. Ya de la solución ni hablamos.

Está tan rezagado ese renglón, que ahora no reciben trato expedito ni siquiera las fugas de agua potable, por más intensas que sean.
Todo esto, claro, viene de la administración de Luis Guillermo Benítez Torres, cuyas responsabilidades formales siguen sin dilucidarse porque el enredo administrativo de la Fiscalía General de Justicia del Estado lo tiene, quizás voluntariamente, en un limbo jurídico en que ni lo perdonan ni lo someten a juicio.

Lo extraño es que el gobernador insiste en priorizar el derecho de Benítez Torres a la presunción de inocencia, alternando esos dichos con la advertencia de que no se brindará impunidad a nadie. Viene luego otro reclamo para que se respete la presunción de inocencia, y luego nuevas revelaciones de irregularidades insostenibles en las cuentas de esa administración.
Veremos si el asunto llega algún día a los juzgados. Mientras tanto, ya llegó al Tribunal Popular, donde las expresiones son de condena casi unánime. ¿Llegará ahí a cumplirse el veredicto?

 

SÓLO UNA VOZ
DE OPOSICIÓN
Pase lo que pase en el país y en el estado, ni el PRI tiene voluntad para ejercer formalmente su papel de opositor y vigilante del gobierno, ni el PAN tiene la fuerza y tampoco la voluntad para hacer llegar un análisis crítico de los acontecimientos. Si acaso algunos de los diputados, pero más cómo excepción que como regla.

La única voz discordante en Sinaloa, con una persistencia poco vista, es la de Movimiento Ciudadano y más concretamente de su dirigente en la entidad, Sergio Torres.

Falta ver si la capacidad para lanzar piedras se corresponde con la de acomodar ladrillos para construir una estructura partidista real. Si finalmente lanzan a Luis Donaldo Colosio jr a la Presidencia de la República, hará falta acompañarlo con una organización vigente para que la expectativa llegue a convertirse en realidad.