MAZATLÁN: UN DRENAJE QUE NO DRENA.

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AGUA QUE NO CORRE TIENE RESUMIDERO.

ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

La temporada de lluvias se ha convertido en un suplicio para cientos de vecinos que habitan en fraccionamientos y colonias populares de Mazatlán. La menor de las precipitaciones convierte sus calles en arroyos de aguas pestilentes, que cada año ponen en riesgo su patrimonio y amenazan su salud. Así son los días de lluvia aquí, todavía no termina de caer la primera gota cuando ya están brotando las aguas negras en la calle», describe Herlinda López.

Según el diccionario drenar significa hacer salir el agua acumulada de una zona, especialmente en un terreno y también drenar significa hacer salir el líquido acumulado en una herida o en una cavidad del cuerpo. Drenaje por tanto quiere decir eliminación del agua acumulada en un lugar, especialmente en un terreno, por medio de zanjas o cañerías. El  drenaje, cloacas o red de saneamiento en ingeniería y urbanismo es el sistema de tuberías, sumideros o trampas interconectados que permiten el desalojo de líquidos de una población.

Existen dos tipos de drenaje: a uno se le llama drenaje del baño sanitario, que transporta los desechos líquidos de casas, comercios y fábricas no contaminantes. En algunas ciudades son dirigidos a plantas depuradoras para su tratamiento y posterior vertido a un cauce que permita al agua continuar el ciclo hidrológico. El segundo se le conoce como sistema de drenaje que conduce el agua de lluvia a lugares donde se organiza su aprovechamiento.

DEL DESARROLLO AL SUBDESARROLLO.

En muchas localidades no se realiza la diferenciación entre drenaje sanitario y pluvial y todo el material recolectado es concentrado al mismo destino causando que todos los tipos de desechos se junten. Cuando son vertidos en estas redes grandes volúmenes el peligro es mayor, como sucedió en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México el 22 de abril de 1992, cuando un derrame de combustible en el sistema de drenaje sanitario provocó varias explosiones a lo largo de ocho kilómetros, en el sector Reforma, provocando varias muertes.

Otro ejemplo lamentable del problema de la insuficiencia de drenaje urbano de una gran ciudad es el que sufrió la ciudad de Nueva Orleans, en los Estados Unidos, cuando el huracán Katrina ocasionó, a fines de agosto del 2005, una catastrófica inundación exacerbada por la dificultad en drenar rápidamente las partes inundadas y la rotura de los diques del Río Misisipi que inundaron la ciudad a un nivel más alto, incluso después de haber pasado el huracán. Mazatlán no está exento de una tragedia similar, toda vez que no existe una diferenciación entre el drenaje sanitario y el pluvial.

UNA DISCUSIÓN MINIMALISTA SOBRE EL DRENAJE EN MAZATLÁN.

Para fortuna de nuestros políticos la discusión sobre el drenaje en Mazatlán todavía la gente se queja, fundamentalmente, de la pestilencia que nos arrojan las aguas negras que rebosan y rebasan las alcantarillas en las casas, las calles y allende las casas y las calles. Estas aguas ahogan a las personas, pues como fijo el Alcalde Higuera: ¿Quién cuando defeca no apesta? Pero nos regalo una perla que a muchos nos sirvió de consuelo: ¡Esto ocurre sólo cuando llueve!, y yo agregaría: cuando alguien escupe pal cielo. En esta ocasión los que están enciscados son los moradores de la Zona Dorada, el Centro, la Adolfo López Mateos, la Juárez, San Joaquín, Francisco Solís, Montuosa, Bugambilias, y las que se acumulen.

Por supuesto la gente y la prensa se le han echado encima al alcalde, a quienes Alejandro Higuera ha dicho que ni la Federación ni el Estado ni el Municipio tienen recursos para terminar con los problemas de drenaje que existen en Mazatlán. Y no estaba hablando de resolver para siempre el problema del drenaje, sino  para «apagar» los 87 focos rojos que la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán (JUMAPAM) ha detectado solamente en el Distrito Central, que abarca 20 colonias y el primer cuadro de la ciudad. Un diario local cabeceó: “Sólo hay «curitas» para el drenaje en Mazatlán”.

QUEJAS Y PROPUESTAS DE DON ALEJANDRO.

Una vez que se batió con la prensa, el Presidente Municipal añadió que tiene que haber, incluso, un cambio de modelo en el País porque no hay partidas específicas para el mantenimiento del drenaje, pero además en la ciudad, hay gente que todavía se niega a pagar el agua, si la gente no tiene una cultura de que la calidad de los servicios va en relación a los pagos de una contraprestación, pues muy difícilmente vamos a poder tener un nivel óptimo de prestar servicios de agua y drenaje con calidad». No hay presupuesto de los diversos niveles de gobierno y los usuarios no  pagan los servicios de agua y drenaje. ¡Esta es una fatalidad,  porque según un estimado realizado recientemente por el Gobierno municipal, se requieren por lo menos mil 200 millones de pesos para cambiar colectores, las redes y todos los artificios que están alrededor de ellos.   

         La ciudad va envejeciendo también y el drenaje ya lo hizo, por eso los diputados del PRD atinadamente están planteando en la cámara la constitución de un Fobaproa – ¿de un fobaproa?- para los ayuntamientos; no está equivocado, los ayuntamientos del país, todos, están pasado por esa situación. El Consejo de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán dio el «visto bueno» a la propuesta –de quién-  para  cobrar el Impuesto al Valor Agregado en el servicio de drenaje y saneamiento a los más de 140 mil usuarios domésticos. El propósito es obtener recursos extras para el funcionamiento y mantenimiento de la Paramunicipal, debido a que el Congreso del Estado aún no discute la propuesta que envió el Gobierno Municipal a finales de 2011, para aumentar la tarifa del agua en un 18 por ciento, el drenaje en un 50 por ciento y el saneamiento en un 15 por ciento. (Noroeste. Liliana Zamora. 06/ 07/ 13)

FINAL QUE NO QUIERE SER CATASTROFISTA, PERO LO ES.

Según periódico Ríodoce, desde hace al menos tres décadas, la población mazatleca de algunas colonias céntricas y populares de la ciudad había aprendido a convivir con el hedor emanado del sistema de drenaje y alcantarillado que la semana antepasada colapsó tras tormenta tropical Manuel, pero la cloaca despertó de su largo letargo la inconformidad ciudadana contra la JUMAPAM. Los damnificados por las aguas negras aseguran que el problema está arruinando la salud pública, pues ya se están presentando signos de infecciones de garganta, ojos, dolores estomacales, vómito y disentería.

Pero a pesar de la razón que tienen los enojados ciudadanos por estar respirando la fetidez de nuestros desechos, porque son intolerables; el problema no pasa con dejar de llover; porque una vez que se han secado las aguas negras empieza a cubrirse de polvo la ciudad circunstancia  que nos produce las mismas enfermedades que cuando nos habitan las charcas, y por ello son más de 30 mil los que se enferman la año de problemas gástricos, según la Secretaría de Salud. Pero ni eso me preocupa tanto. ¿Saben que me preocupa? Me preocupa que un día Mazatlán vaya a explorar como en Guadalajara, porque por las venas abiertas del drenaje corren, sin diques ni amarras, agua, desechos y combustibles. Y de eso nadie pone el grito en el cielo, quizá porque el muerto se hunde y el muerto flota, como diría Díaz Mirón.