De sonrisa amena, trato amable y una presencia agradable; a la profesora María Guadalupe Irene Ramírez Caro le brilla la mirada cuando recuerda sus primeras experiencias en un apostolado educativo que ha ejercido por cuarenta años. Todavía emocionada por el merecido reconocimiento de que fue objeto en el jardín de niños Rosaura Zapata, por cuatro décadas de servicio a la educación; la actual jefa del sector VII de Educación Preescolar no rechaza ninguna petición de fotografía, autógrafo o abrazo, a todos atiende. Originaria del estado de Michoacán, hace ya cuarenta años llegó a Sinaloa en búsqueda de una primer oportunidad en un aula: esta se le concedió en Mazatlán, en el añoso jardín de niños Carmen Serdán donde laboró durante ocho años.
Comenta que se le salieron las lágrimas en una emoción infinita cuando tuve entre sus manos su primer cheque por desarrollar una actividad a la que se sentía predestinada. “Es una emoción muy grande el ir formando a las generaciones y ver como van adquiriendo conocimientos que siempre aplicarán en su vida diaria”, nos dice. La profesora Ramírez Caro también conoció de los sacrificios que hacen las educadoras al ir a comunidades alejadas, muchas veces exponiendo su seguridad personal al solicitar raites en vehículos de personas extrañas para que las acerquen a los puntos de destino.
Recuerda cuando acompañaba a algunas compañeras desde Mazatlán a una lejana comunidad del municipio de San Ignacio, donde tenían que caminar cuatro horas de ida y otras tantas de regreso para dar clases en la pequeña escuela de la localidad. “Con estos sacrificios refuerzas el amor por tu vocación, por dar lo mejor de ti sin importar esfuerzo alguno”. María Guadalupe Isabel, actualmente Jefa del Sector VII de preescolar; ha incursionado en la vida sindical y política, en este último ámbito fue candidata a diputada federal por el Octavo distrito bajo las siglas de Nueva Alianza en el año del 2009.
Al pedírsele su opinión en relación a la reforma educativa; expresa convincente que la actualización y profesionalización de la docencia siempre ha estado presente; ya que no son las mismas condiciones en que se imparte la educación con el paso de los años y las generaciones. “Hoy tenemos el caso de que las nuevas generaciones vienen con otro chip, más avanzados tecnológicamente y debemos de estar a la altura de las circunstancias.
Los tiempos cambian y debemos actualizarnos, ahora tenemos el caso de que los niños de preescolar ya empiezan a recibir clases de inglés y algunas salen hablándolo. Nuestro reto es seguirnos siempre preparando, lo que hacemos con gusto”, enfatiza. A pesar de cuarenta años en la docencia, ella considera que todavía tiene muchos años por disfrutar ejerciendo su noble profesión.