El reloj interno está determinado por distintos factores. Por ello, para cierto grupo de gente es más fácil ser una ‘persona mañanera’.
Si formas parte de ese grupo de personas que les gusta levantarse temprano, seis de la mañana ya regresaste de correr, aún en tiempos de pandemia; los primeros rayos del sol todavía no aparecen pero tú ya estás contestando correos y queriendo hacer llamadas de trabajo, seguramente puedes ser una ‘persona mañanera’.
Pero ¿qué tan bueno es esto? Muchas veces se ha sobreestimado esta facultad de poder levantarse muy temprano; esto, más que una cualidad de personalidad —y “compromiso con la vida”— tiene que ver con el reloj interno de cada quien.
“Si eres una persona matutina, tu cerebro está más alerta por la mañana y en general, aprovechas esta energía y concentración para realizar las tareas, el trabajo y los quehaceres”, explica Doha Ayish, neuróloga del Hospital Houston Methodist, a través de un comunicado.
Sin embargo, hay gente que funciona mejor en horarios nocturnos: incluso, pueden quedarse despiertas hasta altas horas de la madrugada, mientras una ‘persona mañanera’ llevaría ya varias horas dormida o probablemente, esté a punto de despertar.
Esto en realidad depende del reloj interno de cada quien. Éste funciona en un ciclo de 24 horas y ayuda a controlar factores como el hambre, las ondas cerebrales, tu estado de ánimo y, por supuesto, el ciclo de sueño-vigilia.
Si bien el cerebro humano está condicionado para funcionar mejor durante las primeras horas de la mañana, lo cierto es que algunos factores como la edad, el género e incluso los genes serán determinantes para establecer este reloj interno.
Así, hay gente a la cual le cuesta mucho trabajo levantarse temprano. Esto no tiene que ver con qué tan comprometidos estén con su trabajo o sus metas individuales.
Sin embargo, ciertos estudios sí han determinado que quienes son más proclives a levantarse temprano pueden obtener, por ejemplo, mayores logros académicos; en tanto los noctámbulos tienen más probabilidades de tener menor rendimiento en general.
Por ello, para la doctora del Hospital Houston Methodist las ventajas de ser una ‘persona mañanera’ superan a quienes se quedan despiertos hasta la madrugada, “así que sigue haciendo lo que estás haciendo”.