LA DIVERSIDAD SEXUAL EN MÉXICO Y EL CASO LUANA

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RECUADRO DE LAS SEXUALIDADES DISIDENTES

Lesbiana, mujer que es atraída afectivamente y/o sexualmente por personas de su mismo sexo/género

Gays/homosexuales son atraídos sexual y afectivamente por personas del mismo sexo

Bisexuales son personas que alternan las prácticas sexuales y afectivas homosexuales con las heterosexuales

La letra T se utiliza para agrupar a las personas Transgénero (o Trans), es decir, aquellas y aquellos cuya identidad de género difiere de las expectativas convencionales del sexo físico: travestis, transexuales e intersexuales, por ejemplo:

1.-Travestis: usan ropa y/o maquillaje del sexo opuesto con el fin de expresar su propia identidad; su orientación sexual y puede ser hétero u homosexual

2.-Transexuales son personas que poseen una identidad de género diferente del sexo asignado al nacer: sienten que nacieron con el sexo equivocado y mediante tratamiento hormonal e intervención quirúrgica adquieren los caracteres sexuales del sexo opuesto

3.- Intersexuales: personas que poseen caracteres sexuales de ambos sexos, se les llama también hermafroditas

Hace por lo menos tres semanas escribí un artículo para Sinaloa en Línea, Los Siete Pecados Terrenales de la Iglesia Católica, en el que fustigué al alto mando eclesial por su discriminatoria concepción sobre la sexualidad humana. En uno de sus párrafos expresé: “Pese a sus esfuerzos ‘modernizantes’, la Iglesia Católica ha ido perdiendo gravedad ante el avance, sin prisa pero sin pausa, de los derechos humanos en Occidente, que han reconocido la compleja diversidad de los seres humanos, y especialmente aquella que tienen con la diversidad sexual…”

Y a continuación señalé: “Las sociedades y gobiernos han ido reconociendo a regañadientes está realidad multiforme. Y no pocos han afirmado: ‘La diversidad’ sexual no es un defecto, es una manifestación de riqueza biológica y cultural de la humanidad. En efecto, hoy muchas de las sociedades democráticas han permitido lo que no podían prohibir: han otorgado plenos derechos a las personas que tienen preferencias sexuales distintas a la heterosexual. Aunque en México estos derechos brillen por su ausencia.

A los días leí sobre el caso Luana, que refiere a una niña argentina que nació en un cuerpo de niño y que, tras minuciosos estudios, fue operada para cambiar su identidad de género con la anuencia de sus padres, los médicos y las instituciones gubernamentales que protegen (¿toleran?) la diversidad sexual. Y hasta donde tengo conocimiento de este asunto, ni las derechas ni las izquierdas radicales pusieron el grito en el cielo; bueno, hasta donde sé…

 

EL RUIDO DE LAS DISCRIMINACIONES SILENCIOSAS.

Ha dicho una canción que todos somos iguales a los ojos de Diosi; pero en las sociedades precedidas por talibanes que gobiernan para una mayoría de talibanes, ignoran y/o persiguen a los otrora (auto) designados genéricamente homosexuales, y que hoy suelen identificarse con las letras LGBT o que le agregan la letra Q (LGBTQ), para designar a otras sexualidades que son distintas a las más comunes: lésbica, gay, bisexual y transexual, por ejemplo el voyeurismo se caracteriza por observar en forma oculta a personas mientras se desnudan o tienen relaciones sexuales. El acto de mirar les genera placer y lograr el orgasmo a través de la masturbación.

Pues bien esos seres diferentes que luchan en su ser por ser, como dijera Spinoza, son excluidos por el pensamiento talibán, no solamente desde el punto de vista afectivo y de sus múltiples preferencias sexuales, al ser condenados al ostracismo, también les son conculcados sus derechos en los ámbitos económico, social, político, al impedirles tener él/ella y su pareja/parejas los mismos derechos que tienen las parejas heterosexuales. Esta es por lo general la regla que silencia a los LGBTQ, aunque suele haber casos límite: la persecución policiaca y los procesos de “normalización” sexual a través de las instituciones de salud que consideran que las “otras” sexualidades son una perversión mental.

Pues bien los reformadores de ahora, como los de ayer, hoy firman Pactos por México o Compromisos por Sinaloa no tienen –ni prefiguran para el porvenir- leyes e instituciones que permitan que el suelo sea parejo para todos posean los mismos derechos, independientemente de su preferencia sexual. Nuestros prohombres hablan, escriben y decretan grandes transformaciones en todos los planos y ámbitos de la sociedad; pero estos “revolucionarios” dejan a la intemperie a millones de personas que no son heterosexuales, y no sólo por la política de estado que practican al respecto; si no quedan expuestas, además, a las vejaciones de los talibanes de “abajo” que son

gobernados por los talibanes de “arriba”. Sólo Marcelo Ebrard supo desafiar a la Iglesia, a los talibanes de su partido. Bien Marcelo.