La amenaza de una nueva crisis mundial ha resurgido, afirmaban algunos analistas de la economía mundial económicos el año pasado. En sus pronósticos señalaban: “Que aún no la detectaban las actuales cifras macroeconómicas, pero si la vislumbran los temores de muchos inversores. Para la mayoría de ellos, su inicio tendrá lugar en el segundo semestre de 2019. Este temor ha contribuido decisivamente a la abrupta caída de los principales índices bursátiles y del precio del petróleo (la variedad Brent disminuyó un 35%) durante el último trimestre del pasado año.
Las principales causas de dicha preocupación son las negativas repercusiones sobre EEUU de las previsibles subidas de los tipos de interés de referencia de la Reserva Federal, el impacto sobre el PIB mundial del incremento del proteccionismo, el nivel de la desaceleración económica de China, la entrada en recesión de algunos países emergentes y la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo entre ambas partes, al que se ha denominado como Brexit duro. (Crónica. Gonzalo Bernardos. ¿Una nueva crisis mundial en 2019? (08/01/19)
PUES BIEN HOY ESE FENÓMENOS YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS.
Ante es presencia crisis que se puede detectar a simple vista, es necesario repensar los datos que nos ofrece en Fondo Monetario Internacional sobre el crecimiento de América Latina, que luego cotejaremos con los que nos ofrezca la CEPAL a media semana: “Latinoamérica ha experimentado una caída económica en los últimos años. En 2018 creció el 1% en promedio, según el FMI, al ser ralentizada por factores geopolíticos y un descenso de la inversión y, últimamente, por la guerra comercial entre EE.UU y China. En su reporte de este martes el Fondo pronosticó un crecimiento en 0,1 para este año que corre para nuestra región. (CESLA. COM 24/07/2019)
Para nuestro país el Fondo también apuntó un enfriamiento del PIB en México, que actualmente espera concretar un nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. En efecto, la segunda mayor economía regional crecería 0,9% este año y repuntaría a 1,9% el año próximo. Citibank, que poco antes de iniciar el gobierno de AMLO, estimaba un crecimiento económico por arriba del dos por ciento para 2019, ahora lo rebajó a 0.2 por ciento. Tras publicarse estos datos, el banco JPMorgan, uno de los más grandes del mundo, consideró que la recesión técnica en México es inevitable.
LAS ÚLTIMAS CIFRAS DE MÉXICO.
Los datos de nuestro crecimiento no son alentadores. No obstante pareciera que esta catástrofe no nos hacen que cambiemos nuestros pareceres. Pareciera que que para no pocos analistas esta fractura económica es como un regalo de los dioses, porque con ella le anticipan a AMLO la caída electoral para el 2021, sobre todo porque le adjudican que este terremoto solamente es producto de las contrahechuras de su programa económico, que por supuesto las tiene. En esta lid criticastros hacen abstracción de las profundas y difíciles coordenadas de la economía mundial. Estas grietas no aparecen o aparecen de manera sesgada.
Por otras parte, la pérdida de estándares financieros internacionales y las advertencias sobre desaceleración económica que los bancos han emitido para 2019 no parecen afectarle en absoluto al presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a que, con mucha tranquilidad, ha expuesto -reiteradamente- que la economía en nuestro país va muy bien. En seguida aseveró: “Estoy seguro de que va a crecer el país, no sólo eso: México se va a convertir en una potencia económica porque tiene todo. Muchos recursos naturales, un pueblo trabajador y tiene algo que le hacía falta; que impedía que México creciera y progresara que es un buen gobierno. Y ahora hay un buen gobierno aunque esto no le guste a nuestros adversarios” (Reporte Indigo, Andrés Manuel López Obrador. 07/ 03/2019)
Ciertos adversarios y el gobierno se regodean al expresar suya la frase maniquea que nos legó Mao Tse Tung: “Atacar lo que el enemigo defiende y defender lo que el enemigo ataca”. Cuidado, la crisis es real. Ante esta catástrofe que se avecina, que ya está en casa, debiéramos hacer esfuerzos para buscar y encontrar salidas menos dolorosas para los mexicanos. La división de los mexicanos no le hace bien al país. Requerimos unidad, unidad crítica, pero unidad al fin. Y el presidente debe poner el ejemplo porque nos representa a todos: Tanto a fifís como a los chairos. Pareciera que estamos bailando en el vacío.
