EN LA GRILLA

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*Amarran los partidos el control de lo electoral

*Suelta Videgaray dinero para UAS y municipios

*Felton lanza alud de proyectos para su trienio

FRANCISCO CHIQUETE

La reforma política aprobada por el Senado de la República es una ratificación del poder que han alcanzado los partidos políticos, que se garantizan la sobrevivencia incluso cuando deciden cosas en nombre de la ciudadanización.

Hay aspectos como la reelección, autorizada para diputados –locales y federales-, senadores y alcaldes, en que terminan de perder la figura y muestran la avidez con que decidieron lo que decidieron. Si alguien quiere reelegirse, por citar el caso más visible, tiene que ser supeditado a que su partido lo quiera postular de nuevo.

Si alguna justificación tiene esto de la reelección, es que el alcalde, diputado o senador tiene que quedar bien con el electorado para poder aspirar a mantenerse en el cargo más allá del periodo para el que fue electo inicialmente. Debe trabajar para los electores y no para su partido, decían una y otra vez los promotores de la reelección. Pues resulta que no. Resulta que la disposición aprobada establece que el pretenso a la reelección sólo podrá ser reelecto si lo vuelve a postular el mismo partido que lo lanzó originalmente.

Habrá quien diga que los partidos estarán casi obligados a lanzar a quienes hayan hecho un buen papel, por conveniencia electoral, pero aun eso es dudoso cuando la burocracia del partido tiene en sus manos la capacidad de anular eso. Ya en alguna entrega he referido un ejemplo cercano a esta situación todavía hipotética: Alejandro Higuera Osuna pretendía ser candidato a diputado federal en el 2009, pero no se lo permitió la dirigencia estatal de su partido. El PAN no tenía un candidato mejor que Higuera; más aún, no tenía ni siquiera uno peor, de modo que debió improvisar con una señora Dinorah cuya candidatura regresó al panismo a tiempos de campañas testimoniales. Le hicimos ver el caso a Francisco Solano Urías, el dirigente estatal de ese momento que se opuso al lanzamiento de Higuera. No siempre lo importante es ganar, contestó. El capricho de u a dirigencia estuvo por encima delas conveniencias de un partido y de un electorado que se quedó sin una opción electoral importante.

No es el único caso en que los partidos se ponen en condición ventajosa. La creación del Instituto Nacional Electoral implica un regreso al centralismo más atroz. Tanto el PAN como el PRD combatieron la práctica centralista durante las décadas que duró el priísmo dominante. Después el propio PRI cantó las excelencias de la descentralización, aunque sólo la practicara en el plano teórico.

Hoy esos mismos partidos vuelven a concentrar la autoridad electoral, con el pretexto de que en los estados los gobernadores tutelan a los organismos electorales locales.  Hay casos en que así es, pero aquí lo que ocurre es que se pretende quitar el poder a los gobernadores, para entregarlo a los partidos, a través de los consejeros que ellos mismos colocan en el Consejo General del IFE, y que colocarán en el INE.

A cambio de ese sueño largamente acariciado de la reelección, el PAN debió pagar al PRI y a si mismo, la supresión del referéndum, la consulta popular y la revocación del mandato. Si algo podía dar modernidad a la legislación mexicana, a la relación entre sociedad y gobernantes, era precisamente ese trío de medidas, que constituyen una valiosa herramienta para la sociedad.

Por supuesto, esa supresión no fue sólo fue motivada por miedo a la posibilidad de que los ciudadanos echaran a la calle a los actuales detentadores del gobierno, sino también porque Cuauhtémoc Cárdenas había adelantado ya que utilizarían la consulta popular para tratar de revocar una posible reforma energética en los términos en que la han planteado los priístas, o más serio aún, los panistas.

CON REGAÑO, PERO HACIENDA

SOLTÓ DINERO PARA SINALOA

Finalmente, la tenaz gestión del gobernador Mario López Valdez dio resultado y consiguió lo que parecía imposible: que la Secretaria de Hacienda soltara dinero para tapar los hoyos tan graves que se están registrando en ayuntamientos, el propio estado y la Universidad Autónoma de Sinaloa.

El secretario Luis Videgaray tiene una muy bien ganada fama de agarrado, de estricto en el manejo de los recursos financieros, pero encontró una larga serie de argumentos del gobernador sinaloense, de modo que no le quedó más salida que armar el paquete que se le estaba requiriendo, aunque no en las cantidades que se le solicitaban.

De entrada están los casos de los ayuntamientos. López Valdez había resumido que las solicitudes que le presentaron los alcaldes alcanzaban los setecientos millones de pesos, y eso para salir del paso decembrino, no par alcanzar el saneamiento efectivo de sus finanzas. Videgaray soltó nada más 250 millones.

Por supuesto, no se ha detallado cómo es que se hará el reparto, pero por muy poco que reciba el ayuntamiento de Guasave, o el de El Fuerte, o aquí cerquita, el de Rosario, será un aliviane muy grande, si es que efectivamente destinan la ayuda a solventar lo más urgente, como son los compromisos salariales pendientes, porque si lo dedican a pagar a los cuates y a si mismos, como hiceron algunos hace tres años, el problema va a seguir siendo el mismo.

Para el estado hay mil millones de pesos, como resarcimiento parcial del déficit por dos mil millones que le ha generado el renglón educativo a las finanzas sinaloenses.

Finalmente está la Universidad Autónoma de Sinaloa, que todavía estaba negociando la cantidad que requiere para salir de sus compromisos de fin de año. La UAS enfrenta un déficit de operación bastante fuerte que lejos de resolverse, se acrecienta año tras año, producto de una disparidad en el trato que recibe la institución sinaloense respecto de otras casas de estudio.

No fueron al final los mil doscientos millones de que se había hablado grosso modo, pero es sin duda un apoyo que ya resultaba inesperado.

Eso sí: Videgaray advirtió que este apoyo no debería sentar precedente, de modo que no se vaya a esperar que se repita año tras año, y además, que la entrega está condicionada a la reconsideración del modelo de administración que se aplica, especialmente en el renglón de la plantilla laboral, que deberá reducirse hasta convertirse en algo manejable.

Por supuesto que a los alcaldes que recibirán la ayuda este requisito les vale una pura y dos con sal. Ellos ya se van, y los recortes que se hagan a las plantillas y administraciones. “El que venga atrás que arriee”, parece ser la divisa de los que están por entregar sus bártulos, pero que antes de irse van a recibir una cacharpita.

La lista de beneficios se completa con el Fonden, del que municipios y estado ya no tendrán que poner la parte que les corresponde. Como se sabe, el Fondo Nacional de Desastres tenía ya la determinación de apoyarnos con un programa por tres mil millones de pesos, cuyo único problema era que requería de la aportación de mil millones de parte de estado y municipios. Malova consiguió que como en Guerrero, a Sinaloa no se le cobrara la contraparte.

HASTA EL PALACIO

Nadie le puede negar a Carlos Felton que tiene audacia y amplitud en las aspiraciones. Sus proyectos están plagados de cosas que suenan a desmesura, pero que sin duda va a emprender.

Un nuevo palacio municipal de tales dimensiones que llegue a concentrar a todas las dependencias de gobierno que ahora están en el centro de la ciudad, sean municipales, estatales o federales; un malecón en el Infiernillo; el desalojo de todos los que estén sobre el área en que se puede ampliar la boca del estero del Infiernillo para ampliar el Puente Juárez y aminorar las inundaciones; convertir al Margarita Maza de Juárez en un hospital que dé servicio a la población en general (actualmente es sólo para los trabajadores municipales) mediante cuotas de recuperación que lo hagan autosuficiente, promover inversiones que permitan disponer de un centro de atracciones similar al Sea World o ramos afines.

Felton sabe que no hay dinero para hacer nada de lo que menciona, pero considera que lo puede sacar adelante mediante las asociaciones público-privadas que él mismo aprobó durante la pasada legislatura del Congreso Local. Y todo ello sin endeudar al ayuntamiento, sostiene con gusto y convicción.

Por lo pronto el alcalde electo destapó a sus primeros dos colaboradores. Hilda Inukai, una de las colaboradoras más cercanas de Heriberto Félix Guerra quien será secretaria de desarrollo económico del municipio, y el actual secretario de Seguridad Pública Municipal, Pablo Andrés Hernández, quien continuará en el mismo puesto. Esta designación ya había sido adelantada por el alcalde actual, Alejandro Higuera Osuna, pero Felton se dio el gusto de hacer el anuncio, porque a él le tocaba hacerlo.

Va a ser un trienio muy movido, sin duda alguna.