EN LA GRILLA

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*PRD: pasó todo para que no pasara nada

*Pretenden regresar del futuro al perredismo

*Impugnan por una misa y con ella celebran

FRANCISCO CHIQUETE

Parecía que se los comerían vivos, pero Los Chuchos salieron ilesos del Congreso Nacional del PRD y hasta pudieron mantener al partido dentro del Pacto por México, que sostiene el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por supuesto, todas las tribus que tienen expresión en Sinaloa salieron diciendo que así es como tenía que ser, aunque si el resultado hubiese sido el contrario, también habrían estado con esa línea.

Contra lo que se pensaba, los asistentes al Congreso decidieron abrir los estatutos a la reelección de dirigentes, lo que en teoría abre también la posibilidad de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se lance a sustituir a Jesús Zambrano, aunque ya Cárdenas había dicho que siempre no, desanimado quizá por la insistencia de otros aspirantes que mantienen su decisión de ir a la elección, aun cuando tenga que ser contra el fundador del partido.

La realidad es que Cárdenas buscaba evitar una nueva confrontación interna que genere los desastres registrados en otros años. Ir como candidato único, ofreciendo su autoridad moral, su ascendencia sobre prácticamente todos los grupos, permitiría aplazar al menos las confrontaciones que están latentes, las ganas de linchar a los Chuchos, por ejemplo, o la posibilidad de irse detrás de Andrés Manuel López Obrador al proyecto de Morena.

Pero los grupos no lo ven así. Todos siguen en la lucha por conseguirse espacios que les permitan ir luego sobre candidaturas en áreas “seguras”, por plurinominales, por dirigencias del propios partido en los diversos estados y municipios donde tener estas posiciones es rentable política y económicamente.

Por lo pronto Los Chuchos, que nunca en sus respectivas historias han ganado una elección constitucional –nomás las de adentro- confirmaron que mantienen el control político de todo el aparato. Si no consiguieron obligarlos a dejar el pacto, con todo lo que esto tenga de bueno o de malo, es porque las representaciones en el Consejo Nacional están bajo su control, incluso a pesar de que tuvieron que conceder una condición: dejar el pacto si el gobierno se sale con la suya en materia de reforma energética.

Por otra parte todo indica que los próximos años no serán fáciles para el aspirante que más posibilidades de rentabilidad representa para la izquierda. Marcelo Ebrard Casaubón no es aceptado por las tribus para la dirigencia nacional y su propia radicalización respecto del trato con el gobierno de Enrique Peña Nieto lo ha convertido en sospechoso de “pejismo”.

Aunque no hubo estallamiento ni vendettas abiertas, el PRD sigue en la bronca de la división o por lo menos de los enfrentamientos internos. Los Chuchos tendrán que empezar a hilar fino para que la reforma energética no sea tan regresiva como se prevé, aunque es difícil convencer al gobierno de Enrique Peña Nieto de optar por la propuesta de la izquierda, y no por la de Acción Nacional, que tiene por supuesto, el respaldo del empresariado mexicano y del internacional.

A diferencia de otros años, en que siempre había dos o tres sinaloenses que tenían papeles protagónicos, en esta ocasión no hubo nadie que destacara particularmente. Es obvio que los liderazgos de la izquierda tradicional sinaloense envejecieron y han sido desplazados, y que los relevos no han estado a la altura de las circunstancias.

EL PRD EN SINALOA:

VOLVER DEL FUTURO

Las dirigencias del PRD en estos últimos años no han sido particularmente brillantes. El tránsito de la dirigencia sindical de la UAS a la del partido del sol azteca fue generando cuadros de calidad cada vez menor. Ramón Lucas Lizárraga ha sido seguramente uno de los de más bajo nivel. Y Heriberto Arias le gana. Entre todos han llevado al PRD a ser cuarta fuerza política de la entidad, y si no han caído más es porque siempre ha habido una circunstancia que los rescate, como la rentabilidad de Andrés Manuel López Obrador, incluso en Sinaloa, que no es uno de sus bastiones, o la alianza malovista, que le dio una vida artificial que le mantuvo la más recientes, que este siete de julio le regaló dos diputados plurinominales.

Sin duda los miembros del partido amarillo enfrentan una crisis grave. Y las crisis nunca vienen  solas. El año próximo se produce el relevo de Heriberto Arias. En este momento hay sólo una persona que ha manifestado su intención de ir por la Presidencia del Comité Ejecutivo Estatal: Claudia Morales Acosta, quien recientemente falló en el propósito de dirigir los destinos del Sindicato Único de Trabajadores de la UAS, sección académico.

Claudia ha sido una de las militantes más persistentes. Viene de los tiempos heroicos del Partico Comunista, especialmente de aquellos en que el PC pasó de ser clandestino a fuerza hegemónica en la UAS, donde doña Claudia ejerció con mano férrea la representación del audomarismo, con comisariados en casi cada escuela universitaria, en los que disentir era pecado mortal.

Casi todos estos años ha permanecido ahí, a pesar de la pérdida de la hegemonía universitaria. Excepto, claro, cuando fue candidata del Partido Popular Socialista a la Presidencia Municipal de Concordia, una aspiración exótica y sin esperanzas que murió como nació, sin pena ni gloria.

Si Claudia Morales lograse ser dirigente estatal del PRD, para ponerse a tono, el PRI tendría que dejar de lado a Martha Tamayo para colocar en la dirigencia estatal a don Luis Alvear Gándara, y en el PAN tendrían que relanzar a don César Kelly. Aunque cronológicamente son mayores que ella, se trata de contemporáneos en el ejercicio político. Para no ir más lejos, es como si el mismísimo Audómaro quisiese volver por sus fueros, aunque por supuesto, nadie lo podría convencer de dejar la nómina del Icatsin, donde disfruta de las mieles del presupuesto malovista.

Sería como volver del futuro.

LO QUE ALLÁ ES MALO,

AQUÍ RESULTA VÁLIDO

Durante el fin de semana, el Partido Acción Nacional impartió un curso de capacitación a sus futuros regidores y funcionarios públicos. Se trata de una buena medida, indudablemente. Estos no son tiempos en que deba improvisarse y en que los responsables de las diversas áreas lleguen sin tener idea de lo que van a hacer, ni de conocer los lineamientos con los que van a trabajar.

Por lo pronto el PAN les dejó establecidas dos cosas: no más endeudamientos a los ayuntamientos para que no se comprometa el futuro de las administraciones; y no más comprometer al partido con decisiones inadecuadas desde el gobierno. El PAN no va a respaldar a quien no tenga defensa.

A estas alturas siguen sin conocerse a ciencia cierta las identidades de los principales funcionarios del gobierno feltonista, con la sola excepción del jefe de la Policía Municipal, que ya fue anunciado nada más y nada menos que por el alcalde en funciones, Alejandro Higuera Osuna.

También se sabe que el tesorero será Carlos Tapia, quien manejó los recursos del Congreso del Estado, se dice que con mucha efectividad, pues hasta el momento no se ha generado ningún escándalo con eso, a pesar de que la conducción del Poder Legislativo fue compartida fundamentalmente por PAN y PRI.

Rosario Torres por supuesto, aparece entre los funcionarios futuros, no sólo por su asistencia al curso, sino por estar en la comisión de entrega-recepción, aunque a muchos les parece estar a la altura de las expectativas que le atribuyen: la mismísima secretaría del ayuntamiento.

Salvador Reynosa Garzón busca apoyos para consolidarse en la gerencia de la Jumapam, aunque no ha podido hacer contacto con Martín Heredia, a quien busca desde hace tiempo, atendiendo a los rumores de que Heredia tiene voz y voto en esa designación, aunque sea un puesto eminentemente municipal, que debe ser ratificado por el Consejo.

Entre los empresarios ha consultado quién debe ser el secretario de promoción económica, si Jorge González Olivieri o Raúl Lleras. Se dice que a estas alturas no hay puesto definido para Diana Rice y tampoco se ha confirmado una secretaría de turismo municipal para Oralia Rice Rodríguez. No se conoce quién podrá ser el sucesor del arquitecto Héctor Peña Tamayo, fallecido recientemente y ya apalabrado con Felton para repetir en el cargo.

D todo esto se habló en los espacios del curso de fin de semana, que terminó, adivinó usted, con la asistencia del grupo a una misa.

Cada quien puede acudir si lo considera prudente o deseable, a cualquier servicio religioso, pero ir mezclando las actividades políticas o de gobierno, con la religión, suele terminar con malos resultados, sobre todo cuando el propio PAN impugnó una elección, la del ayuntamiento de El Fuerte, precisamente porque los candidatos ganadores, los del PRI, iniciaron su campaña con una misa. El Tribunal les rechazó el recurso, pero dejaron un antecedente que aquí queda contravenido, aunque se alegue que ya no hay campaña y que son ciudadanos en actividad particular. Al final son las autoridades electas, con las responsabilidades que ello entraña.