EN LA GRILLA

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*Se amorcilla el caso led en el Congreso Local

*Aarón Irízar y Vargas coinciden aquí el sábado

*Partió el Pollo Morán, apasionado de la polaca

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

El Congreso aprobará la solicitud, confió el alcalde Carlos Eduardo Felton González hace un tiempo. Se refería por supuesto al permiso para contratar un sistema de alumbrado público de lámparas led que se pagaría a diez años, con precio de 353 millones de pesos, más los costos financieros, que por lo menos duplicarían el pago real.

Pero a pesar de aquella confianza del alcalde, el Congreso del Estado literalmente no lo ha pelado.

Felton se apresuró a sacar la aprobación del Cabido mazatleco; convenció a los regidores de tal forma, y bajo artes tan efectivas, que ninguno de los suyos o de los ajenos ha querido abrir los oídos a las advertencias de los disidentes Esperanza Kazuga y Humberto Becerra sobre una duplicación del costo real de las lámparas y la inoportunidad de comprometer la capacidad crediticia del municipio en un renglón que no es la primera necesidad de la ciudad.

Felton fue a la Cámara, habló con Adolfo Rojo Montoya, pidió hablar con Jesús Enrique Hernández Chávez, trató de cabildear con todos los grupos y todos los actores políticos que pudieran echarle la mano en esa aspiración. Casi todos le dijeron que sí, que verían el asunto con simpatía. Los suyos lo invitaron a no preocuparse. Ya había antecedentes de acuerdos interpartidistas para contratos similares en beneficio de Guasave y Sinaloa municipio (ayuntamientos panista y priísta, respectivamente).

Pero pasaron las últimas sesiones del periodo ordinario y el caso no fue subido a tribuna. Ni siquiera para para primera lectura, que era la aspiración para forzar una resolución dentro del mismo plazo.

Pero no es sólo eso: ha habido ya cuatro semanas de actividades de la Diputación Permanente, y se han abordado asuntos que llegaron después, y del alumbrado de Mazatlán nada. Nada de nada.

Contra lo que algunos dijeron al alcalde Felton, los diputados están temerosos en esos temas. Se trata de proyectos controversiales por el nivel de endeudamiento que generan. Ya no alcanza la explicación de que se trata de un contrato de servicios, no de una deuda. Tampoco alcaza el recurso más socorrido, el del ahorro en el consumo de energía eléctrica, que hace “gratuita” la operación.

Están muy cercanos los tiempos en que habrán de definirse candidaturas a las alcaldías en todo el estado, en que están interesados más de la mitad de los diputados, tanto del PRI como del PAN, y resulta políticamente riesgoso avalar acciones como ese crédito, aunque sea en otros municipios.

Cuando el alcalde fue a hacer a gestoría en el Congreso, el tiempo sí alcanzó para revivir y sacar adelante la solicitud de aumento a las trifas por consumo de agua potable y saneamiento. En algún momento pareció que quedaría en la congeladora, pero ya en la recta final alcanzaron a sacarla adelante y ahí estamos los consumidores, esperando el primer golpe con un 18 por ciento de aumento.

Pero del alumbrado con lámparas led, ni  sí ni no. Sólo el frío de la congeladora cruel.

LA DECADENCIA DEL

SISTEMA COBAES

En 1981 el gobierno de Antonio Toledo Corro lanzó la creación de un sistema de escuelas preparatorias que lo colocaba como un político preocupado por la educación. La creación de instituciones educativas recibe siempre el aplauso de la sociedad, y Toledo creó Cobaes y la Universidad de Occidente, pero curiosamente casi nadie le aplaudió. Por el contrario, esas acciones, especialmente la de Cobaes, le generaron un enfrentamiento grave, una polarización de la sociedad sinaloense.

Se trataba en realidad de una venganza contra la UAS. Una estrategia contra el grupo que estaba al mando de la máxima casa de estudios, al que identificaba con todo lo malo porque en su momento enfrentaron al ideólogo del régimen, el doctor Gonzalo Armienta Caderón, a quien expulsaron de la rectoría universitaria.

El dinero fue todo para Cobaes, que pudo disponer de construcciones, equipamiento, plantas magisteriales sin las limitaciones financieras de la época. La UAS, por supuesto, salió adelante con el respaldo de la sociedad y el arbitraje del gobierno federal, que no encontraba razones para el encono del toledismo.

Cuando llegó al gobierno Francisco Labastida Ochoa, normalizó las relaciones con la UAS (aunque también Toledo llevó una buena relación con el rector de triste memoria, Audómar Ahumada Quintero, a quien de todos modos no soltaba mucho dinero entre otras cosas por desconfianza). Labastida, hombre ilustrado, conocedor de la importancia de las instituciones educativas, mantuvo y sostuvo a los Cobaes, buscando para ellos un mejor nivel, que medianamente se sostuvo durante los gobiernos siguientes.

Pero en los últimos años, a pesar de la presencia de un académico de cepa al frente del sistema, los Cobaes han decaído en forma dramática. Su inscripción es cada vez más baja y más difícil de mantener, lo que tiene a varios planteles bajo el riesgo de cierre.

En la reciente crisis de rechazados de la UAS, el gobierno del estado integró un programa de asimilación de aspirantes para preparatorias, técnicas y superiores. La institución que aportaba más plazas para el programa era precisamente Cobaes, y no porque ejerciera un esfuerzo adicional, sino porque nuevamente le fue mal en las inscripciones.

Ha habido ahí situaciones de enfrentamiento entre los maestros y su organización sindical, con la administración del sistema, ha habido diferencias con el gobierno, especialmente con el área de finanzas, que le recortó dinero y hasta con el Congreso, donde a la hora de las asignaciones les hicieron una drástica reducción presupuestal que la Secretaría de Administración y Finanzas no ha querido solventar como hace con otras instituciones más afines.

Pero más allá con esas circunstancias de orden monetario, en Cobaes está ocurriendo algo grave, hay un envejecimiento del sistema, que no corresponde a la edad cronológica de la institución ni de su planta magisterial o laboral. Quizá ha tenido demasiada autonomía respecto de las políticas públicas de la Sepyc y del gobierno en general, o quizá las asignaciones del personal ejecutivo han sido más bien castigos que valoraciones de las virtudes y capacidades.

El caso es que ya se corre incluso el riesgo de que el gobierno federal retire apoyos y financiamientos por el mal desempeño y bajos resultados de la actividad cotidiana.

Y no parece preocuparle a nadie.

AARÓN IRÍZAR VUELVE AL

FORO DE LOS CHEMONES

Este sábado los Chemones de Mazatlán serán anfitriones del senador Aarón Irízar López, a quien ya han tenido en varias ocasiones como expositor en sus sesiones mensuales. Irizar por supuesto, aprovecha gustoso estos foros para exponer sus propuestas, sus análisis de la realidad sinaloense y para plantear sus posiciones frente a los problemas del país.

En el fondo por supuesto, se trata de mantener la presencia del legislador entre los grupos políticos, y a través de ellos, ante la ciudadanía, con miras a la lucha por la gubernatura de Sinaloa. Irizar es uno de los aspirantes que mejor aparecen en las encuestas cuando se pregunta sobre el posible candidato del Partido Revolucionario Institucional.

Hay sin embargo quienes consideran que podría estar en riesgo en una competencia ante Manuel Clouthier Carrillo, el diputado independiente a quien se considera como un candidato natural para la gubernatura, también por la misma ruta, la de un candidato sin partido.

Irízar sin embargo, no lo considera como un problema extraordinario a la hora de un posible enfrentamiento electoral.

Por supuesto, reconoce los valores del diputado electo, las virtudes que lo llevaron a ganar, el desgaste de los partidos y de los políticos, pero advierte que incluso jugando por una vía novedosa, que abre plenamente las puertas de la política a la sociedad, el propio Clouthier como los partidos no pudo motivar a la ciudadanía a participar, pues en Culiacán, donde él compitió, la participación fue de apenas un treinta por ciento de los inscritos en el padrón.

Ganó, ganó bien, pero hay que tomar en cuenta cuál fue la respuesta que generó. Eso nos muestra que nadie tiene nada asegurado y que la obligación es trabajar para convencer a la sociedad, hacerle propuestas concretas, creíbles, y sobre todo darles resultados, estableció Irízar durante una entrevista con Guardianes de la Noche.

TAMBIÉN GERARDO VARGAS

REGRESA EL PRÓXIMO SÁBADO

Y así como Aarón Irízar está aquí el sábado buscando ampliar su círculo de adeptos o de aceptación, ese mismo día regresa a la plaza el secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, quien encabezará la Feria de Servicios Institucionales, en su versión número 27, a desarrollarse en la colonia Constitución.

Apenas el sábado anterior Vargas estuvo con su feria en El Rosario, donde tuvo más de cinco mil doscientos asistentes; el domingo hizo una como cada semana, en Culiacán, donde volverá a estar con todo su activismo el domingo 30. Por cierto, cuando estuvo en Rosario, el alcalde de Escuinapa, Bonifacio Bustamante, le pidió una para su municipio y le ofrecieron programarlo para el mes próximo.

Es un asunto llamativo porque Bustamante está en la política gracias a Jesús Vizcarra Calderón, de quien había sostenido que seguiría siendo fiel seguidor. Cosas de la institucionalidad, seguramente.

OTRA PÉRDIDA INVALUABLE,

EL AMIGO POLO MORÁN

En el Mazatlán de los años setentas, con pocos cafés para poblar, los mentideros políticos se armaban en sitios muy disímbolos. Uno de ellos era el Taller Mecánico del Pollo Morán, hombre apasionado de su chamba, de sus amigos, pero sobre todo de la política.

Nadie como él para reparar carros que parecían inservibles. Aunque estuviesen descontinuados y no hubiese ya piezas para ellos. El Pollo improvisaba, injertaba y les daba nueva vida como si en ello le fuese la existencia, así de comprometido. Pero incluso estando en uno de esos casos apasionantes, dejaba carros, herramientas y demás fierros si lo llamaba el licenciado Engelberto Esquerra Aragón y le proponía una travesura, o le pedía un envío de camarones, o lo comisionaba para cualquier tarea por nimia que fuese.

En su taller se armaron intrigas palaciegas, estrategias de participación, campañas de encumbramiento o de desprestigio de políticos. El Pollo sufría por las fallas del agua o el drenaje, con la misma intensidad que su amigo Enrique Alarcón, el Kiki, cunado éste ejercía la gerencia de a Junta de Agua –Jiaparb, se llamaba en esos tiempos-. Con toda la autoridad del mundo regañaba al (Juan Manuel) Reyes por no estar al tanto de los mitotes políticos del momento, a pesar de ser el primer oreja de la localidad.

Hasta su fallecimiento, ocurrido la noche del sábado, en su taller había una peña cafetera y de dominó de especulación política que Mario debía soportar en ausencia del gran Pollo.

Vio crecer a muchos de sus contertulios y a muchos vio decaer con la alegría y la pesadumbre auténticas de quien sigue sus carreras políticas por interés humano genuino, no mezquino. Nunca tuvo un puesto o una canonjía. Llegó a ser empresario de centro nocturno, pero eso no era para él. Seguramente que si hubiese abierto un café tampoco le habría ido bien, de tanto respaldar a sus amigos. Él siempre siguió siendo el mecánico acertado que del taller mantuvo a su familia sin que le afectara la modernidad tecnológica. Cualquiera que fuese la marca o el modelo del carro, el Pollo ubicaba ej su taller un pedazo de manguera medianamente firme, lo colocaba a un costado del motor, con cierta profundidad, y se colocaba el otro extremo en la oreja, casi como un estetoscopio. Con eso le bastaba para dar un diagnóstico acertado y poner manos a la obra, sin sacarlas sino hasta que llegaba la hora del dominó.

A su viuda, hijos, yernos, nueras y nietos, especialmente a nuestra amiga Sandra Moran Valdespino, un abrazo solidario.