EN LA GRILLA

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MALOVA Y GRAL SALVADOR CIENFUEGOS.jpg

*Martes negro en la seguridad sinaloense

*Terminan las campañas: a descansar todos

*¿Cuántos pueden suspender la elección?

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Aunque no mucha gente se dio cuenta de los acontecimientos, el estado vivió ayer una situación sumamente tensa y de confirmarse las versiones, las cosas podrían ponerse todavía más difíciles. En situaciones contrastantes, Sinaloa recibió ayer la visita del secretario de la Defensa Nacional, mientras elementos de la Marina y de la federación realizaban operativos diversos.

Anoche había quienes sostenían que el operativo realizado en la avenida Sábalo Cerritos, en la torre de condominios Península, fue para capturar al nuevo líder del cartel de Sinaloa, y que el operativo se trasladó luego a Culiacán, donde los vecinos de un sector de la ciudad advirtieron intensos sobrevuelos de helicópteros artillados. Ni allá ni acá se dieron testimonios de disparos.

Por la tarde de este martes la gente que circulaba por la avenida Camarón-Sábalo se preguntaban ante el fuerte despliegue, qué estaba pasando, pero no hubo autoridad que informara de manera formal, aun cuando era obvio que se realizaba un cateo en varios de los condominios. Al final nadie pudo atestiguar que se hubiese producido una detención, pero cuando corrió la versión, tampoco hubo quién hiciese un desmentido.

Mientras tanto, el gobernador Mario López Valdez recibió en el aeropuerto mazatleco al secretario de la Defensa nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien formalizó la donación del famoso edificio del hospital general que quedó inconcluso para la construcción de un hospital regional de especialidades. También se acordó el traslado de las instalaciones de la novena zona militar, que actualmente se encuentra rodeada por la mancha urbana.

Por supuesto, es difícil pensar que se programe una visita de esa naturaleza justo cuando hay un operativo de alto nivel en el mismo lugar. Por lo menos las especulaciones señalan que hay un trabajo concertado que era del más alto interés del gobierno federal.

A pesar de todo, no hubo situaciones de dificultad en la ciudad. Incluso las versiones sobre la presunta detención se corrieron más en Culiacán que en Mazatlán, y ya durante la noche el tema prácticamente había desaparecido, excepto por las especulaciones que se corrieron y que fueron recogidos por medios de toda la entidad.

Ya un día antes el gobernador había reconocido que el problema de la violencia se había agudizado en la entidad, debido a una competencia delincuencial. No por nada el mes de mayo fue uno de los más violentos en mucho tiempo, hasta alcanzar ciento doce casos. Dice de ellos fueron en Mazatlán, una situación que no se había presentado en los últimos años.

Muestra de lo que está pasando en nuestras ciudades, es que mientras el operativo de la marina se llevó a cabo como decíamos, sin un solo disparo, anoche en pleno centro comercial Wallmart, un desconocido atentó contra la vida de un hombre que hacía compras ocasionales en compañía de su familia. Esta persona quedó gravemente herida, y su caso vino a acentuar la preocupación de los mazatlecos por la frecuencia de los hechos de sangre, cuando la ciudad se había acostumbrado ya a una situación muy distinta que no se termina de romper,. Pero sí se ve amenazada, como pasa con el resto del estado y del país.

ÚLTIMO DÍA DE CAMPAÑAS

¿LOS VAMOS A EXTRAÑAR?

La verdad es que las campañas electorales nunca le estorbaron a nadie. Sobre todo ahora que por las nuevas disposiciones legales los candidatos tuvieron que volver a los tiempos de antes, en que los aspirantes que querían ganar, tenían que ir casa por casa, ciudadano por ciudadano para pedirles el favor del voto.

Incluso fue removida la presencia de la propaganda en las calles, lo que quitó mucha vida a las campañas electorales y a la expectativa de una sociedad que probablemente no salga en grandes proporciones a emitir su voto.

En el caso del distrito octavo fueron dos los candidatos que hicieron recorridos intensos. Más señaladamente lo hizo Quirino Ordaz, quien se aventó jornadas extenuantes de sol a sol, que le dieron grandes resultados, pues partió de abajo para cerrar con encuestas importantes a su favor, en un entorno que no favorecía a su partido, dados los antecedentes de resultados electorales adversos, y dado el mal ambiente que enfrenta el gobierno federal.

Martín Pérez, del PAN, trabajó también intensamente, aunque delegando más los recorridos en sus brigadas. Al inicio de la campaña tenía una ventaja importante, pero entre la intensidad de Quirino y el desgaste de la marca panista en el gobierno municipal, se le fue diluyendo, aunque todavía le alcanzó para verse favorecido por la encuesta de El Debate.

En el sexto distrito las cosas estuvieron más repartidas. De acuerdo con las encuestas, el priísta Germán Escobar Manjarrez estaría a la cabeza de las intenciones de voto, con tres rivales importantes: el candidato independiente Víctor Antonio Corrales Burgueño, la aspirante panista Nadia Vega y el exdirigente magisterial Salomé Rodríguez.

Por cierto que los rosarenses no sólo asistieron a la cerrada pelea en que unos y otros se concentraban en la antigua Ciudad Asilo, sino también al fenómeno de la resurrección política de dos alcaldes que parecían destinados a los archivos rápidos de la historia municipal.

El partido Sinaloense incorporó a sus filas nada menos que a Edgar González, quien apenas en el 2013 perdió la diputación local, a pesar de haber sido alcalde en ese mismo periodo, lo que le suponía una ventaja de primer orden. En su caída, Edgar perdió incluso la relación con el tercer piso, de modo que no logró reacomodarse en el gobierno.

Por su parte, el Partido Nueva Alianza –PANAL- incorporó en el apoyo a Salomé Rodríguez nada m3nos que a Aarón Flores Estrada, el exalcalde que encabeza al Parlamento Ciudadano, que fracasó en la aspiración de lanzar a un candidato independiente por el distrito ocho.

Flores Estrada ha intentado volver a la alcaldía que le permitió ganar el PRD, pero después postulado por el PAN, nada menos, lo que no le funcionó y ni cerca estuvo.

Como se ve, a la hora de buscar refuerzos,  no hay carta aborrecida, ni siquiera cuando tiene escasos seguidores.

 UN GOBIERNO ENCHIQUERADO

Los acontecimientos de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas muestran el grave deterioro del gobierno federal. Las tomas de oficinas del IFE, el triste espectáculo de los soldados desalojados de una de las oficinas para no dar lugar a una gresca en que aconteciesen desgracias personales.

Un gobierno tolerante que busca a toda costa evitar el uso de la fuerza pública para evitar que lo tachen de represor, y que además está siendo vigilado para endilgarle el calificativo a la primera reacción hostil que tenga.

Es absurdo, pero hay grupos de cien personas que están en capacidad de suspender las elecciones en ciudades enteras. Lo grave es que en ninguno de esos lugares ha habido un solo pronunciamiento ni de los grupos organizados de la sociedad, y ni siquiera de los partidos políticos, que se supone son los más interesados en que las elecciones se lleven a cabo.

Esta es una encrucijada fuerte para el gobierno, pero más para la sociedad Permitir que se suspenda una elección es terminar de deteriorar la ya muy dañada vida del país, por más que a algunos grupos y corrientes les guste la idea de que es el gobierno el que está en problemas.

JUAN SIGFRIDO MILLÁN:

CITANDO A UN CLÁSICO

En la vida interna del Partido Movimiento de Renovación Nacional –Morena Sinaloa- ha habido varios problemas, que van de la mano de las organizaciones de la izquierda.

El último episodio es el de dieciocho miembros del Consejo Político Estatal exigiendo la destitución del presidente de la organización, Luis Guillermo Benítez Torres, conocido como El Químico Benítez, quien sostuvo que este intento por deponerlo es obra nada más y nada menos que del exgobernador Juan Sigfrido Millán Lizárraga.

Dicen que Millán preguntó primero “¿a quién?” -¡Al Químico! El de Morena.

Una vez impuesto del tema, Millán, dicen, terminó por citar a un clásico de nuestros tiempos: ¿y yo por qué?