EN LA GRILLA

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EDGARDO BURGOS MARENTES.jpg

*El Consejo panista llevará a Burgos a pedir perdón

*Todos los partidos quieren con el gobernador

*Un sábado de grandes presencias y pobres ausencias

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Con la cola entre las patas. Regañado por el Consejo Estatal, Edgardo Burgos Marentes tendrá que ir ante el gobernador Mario López Valdez a decirle que sí dijo lo que dijo, pero que ya le aconsejaron que no se deje llevar por las explosiones y que todo está hoy tranquilo y con plena disposición para tender puentes de reconciliación y de trabajo conjunto.

El presidente del comité directivo estatal del PAN había explotado, efectivamente, con una serie de mensajes en redes sociales donde proclamaba que el cambio se nos fue por el caño, que el partido quedó expuesto y débil después de la infiltración que le hicieron los priístas en el 2010 y que las cosas estarán cuesta arriba para el PAN después de la experiencia malovista.

Nadie, absolutamente nadie en el PAN, le tuvo una expresión de respaldo. Por supuesto que hay varios militantes blanquiazules que piensan así, pero no consideran que Burgos Marentes sea buen conducto ni aceptan que él sea quien encabece la rectificación, después de haber sido uno de los artífices de la articulación panista a la conducción política de Malova y del malovismo.

Pero sobre todo, la mayor parte de los cuadros del PAN están comprometidos en el gobierno y con el gobierno, de modo que su posición es absolutamente contraria a la de la ruptura que en repetidas e inútiles ocasiones ha lanzado el propio Burgos. Ellos impulsaron el acuerdo en el Consejo Político Estatal panista, aunque dicen los que saben que el dirigente no opuso resistencia, toda vez que una vez pasado el estallido, entendió que como siempre, había ido muy lejos, con todo y que no dio ni un paso hacia la ruptura que anunciaba.

Este estallido fue provocado por el anuncio de que Gerardo Vargas, el secretario general de gobierno, y Marcial Liparoli, habían quedado inscritos en la planilla única que integraría al nuevo Consejo Político Estatal del PRI, y por la respuesta del gobernador en el sentido de que sigue siendo un gobernante ciudadano.

Al anuncio de la ruptura por cierto, López Valdez respondió pidiendo a los partidos hacer política de altura. Los consejeros del PAN fueron de la misma idea y le pudieron las peras a peso a su presidente, de modo que formaron una comisión para buscar un encuentro con el gobernador y plantearle la disposición para tender puentes y reconstruir la relación.

La comisión tiene un buen componente de pluralidad: A Edgardo Burgos lo acompañan malovistas como Francisco Solano Urías, Alejandro Higuera Osuna, Zenén Xochihua Enciso, Adolfo Rojo Montoya, Martín Pérez, Judith del Rincón, Artemisa García Valle, Guadalupe Carrizosa Cháidez y Guadalupe Robles Medina, compensados por independientes como Adolfo Beltrán Corrales y Luis Roberto Loaiza Garzón.

Edgardo insiste en que sigue molesto por la participación de Vargas Landeros en el PRI “a pesar de los derechos que tiene”. Justifica esa contradicción con el hecho de que el secretario general de gobierno es el conductor de la mesa de diálogo y por ello debería ser imparcial.

La exigencia es que se ponga orden a los funcionarios públicos que, dice Burgos, están recorriendo todo el estado haciendo proselitismo, sin detenerse en los límites del ejercicio de sus respectivos cargos.

A la situación de Vargas Landeros Malova respondió ayer mismo: funcionarios del gobierno sinaloense, procedentes de todos los partidos, son consejeros políticos estatales en sus respectivas organizaciones y se les ha respetado, como se respeta la vida interna de los propios partidos políticos.

Será sin duda un buen encuentro que va a generar mucha curiosidad en todo el estado.

EL TÍTULO DE JUGADOR MÁS

VALIOSO DE LOS PLAY OFFS

En todos los deportes de conjunto que tienen éxito comercial y televisivo, las series finales tienen entre otros, el atractivo de seleccionar al jugador más valioso. El “eimvipí” (Most Valuable Player) es un título muy buscado, que hoy parece estar ya designado de manera irrevocable en el ámbito de la política sinaloense.

A juzgar por las actitudes de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, el jugador más valioso es nada más y nada menos que el gobernador Mario López Valdez, quien curiosamente jura y perjura que es un gobernador ciudadano, sin partido, lo que le alejaría la posibilidad de alcanzar ese trofeo que hoy todos le reconocen.

Aunque dentro del Revolucionario Institucional todavía quedan remanentes del encono generado por la ruptura de muchos cuadros y militantes en la elección del 2010, las acciones no van orientadas hacia el ejercicio de castigos u otros procedimientos. Por el contrario, a sabiendas de que el anuncio volvería a encender las pasiones, la dirigente estatal Martha Tamayo se aseguró de que fuese conocida la inclusión de Gerardo Vargas Landeros y de Marcial Liparoli en el consejo político priísta.

Por supuesto, además de hacer rabiar a la dirigencia panista, Martha Tamayo busca asegurarse la participación del gobierno de Mario López Valdez en la elección del 2015, y por supuesto, en la del 2016, que como se dice de unos lustros para acá, es “la madre de todas las batallas”, con todo y las ventajas que las encuestas asignan al tricolor en las futuras elecciones.

Del otro lado, los consejeros panistas no están pensando solamente en la chamba que muchos de ellos tienen, sino en la posibilidad de conseguir el favorecimiento de Malova y su gobierno para las elecciones de cada uno de los siguientes dos años. Saben que el gobernador tiene más motivaciones para hacerse al lado del PRI, especialmente ahora que hay un gobierno federal priísta que sabe ejercer mano dura cuando se trata de mantener el control, amén de la natural tendencia de todos los funcionarios priístas para regresar a su partido de origen, sobre todo cuando hay una propensión de los altos mandos hacia el perdón y el olvido.

Aunque se saben fuera de los afectos primordiales de Malova, los panistas saben que en tanto se evite la ruptura, el gobernador se verá comprometido a atenderles y no se podrá abrir tanto al apoyo hacia los priistas. A fin de cuentas la máxima parece ser “de lo perdido, lo que aparezca”, pero con ruptura no aparecerá absolutamente nada.

Y aunque nadie se haya movido todavía en el PRD, tenga usted por seguro que en cuanto se aclaren las aguas de la sucesión partidista, habrá quienes se acerquen a buscar un acercamiento que genere respaldos y apoyos, aunque sean apenas simbólicos.

Con semejantes antecedentes en el ejercicio de la real politik, díganos usted ¿quién es o quién más puede ser el jugador más valioso?

¿O creía que tanta insistencia panista y tanto disimulo del priismo eran por amor del bueno?

UN SÁBADO ENTRE AMIGOS

La presentación del libro Vivir en la raya, el sábado anterior, se convirtió –como era la aspiración inicial- en un verdadero encuentro entre amigos. El interés del libro fue lo primordial, por supuesto, pero el asunto de la amistad y la convivencia en un ambiente de bohemia estuvo a la orden del día.

Emociona ver una respuesta como ésta al esfuerzo editorial de un periodista que rinde su testimonio de cuarenta y cinco años de ejercicio profesional, y muy profesional por cierto. Vivir en la raya en un elemento clave para la comprensión de muchas de las cosas ocurridas en nuestro estado durante los últimos siete lustros.

Llamó la atención que elementos de los partidos, de los diversos niveles de gobierno hayan estado ausentes. Los suplió y con creces la sociedad, que sí estuvo bien, amplia y pluralmente representada. En ese desdén por enterarse llevan los aludidos la penitencia, eso explica por qué no entienden sus fallas y sus desviaciones. Al final es comprensible: esa ignorancia les permite seguir creyendo que sí hacen las cosas bien.