*Día de la marina con visión más amplia
*Pero Mazatlán no apareció en esta ocasión
*El PRI elegirá sus dirigentes en cónclaves
FRANCISCO CHIQUETE
Por primera vez en muchos años, el mensaje presidencial del día de la marina se refirió a aspectos concretos de la vida portuaria y marítima de nuestro país. Normalmente han sido enunciados sobre la importancia de nuestros litorales, la determinación de seguir defendiendo su soberanía y cosas por el estilo.
Ayer en cambio, el presidente o el mensaje del presidente –no necesariamente es lo mismo- tuvo referencias específicas para el desarrollo portuario en los litorales del Golfo y del Pacífico, y para la actividad pesquera, a la que se le considera como un elemento importante que todavía puede desarrollar mucho más de lo que hasta ahora ha generado.
Desde siempre, el altiplano ha ignorado las potencialidades de nuestras costas y mares. Normalmente se les recuerda en ceremonias como la del primero de junio, y si acaso en las estadísticas de las vacaciones de primavera y verano, cuando las playas son visitadas masivamente. Fuera de eso, nada.
La última vez que vino un presidente a festejar aquí el día de la Marina, Felipe Calderón Hinojosa trajo como gran anuncio una coordinación entre la SCT y la Semar, para que las capitanías de Puerto fuesen manejadas directamente por la Marina. Se firmó el convenio y todo, como parte del rollo belicista con que el gobierno de Calderón buscaba acabar la inseguridad generada por el crimen organizado, y especialmente la infiltración de las áreas de control portuario por parte del narcotráfico.
Sólo que ni se dio el traspaso de las Capitanías, ni mucho menos se tuvo resultado alguno de esa guerra. Con Peña Nieto lo que sí se hizo fue tomar la administración del puerto de Lázaro Cárdenas, a través de la API, para evitar el tráfico sobre todo de productos para elaborar drogas sintéticas, y últimamente para frenar la exportación ilegal de hierro, que había alcanzado proporciones escandalosas.
Estas conmemoraciones tienen la virtud de llamar la atención sobre el sector al que se festeje, pero en el caso de la marina, los puertos y los mares, no pasa de la mera fecha sacramental. De ahí el valor del mensaje peñanietista, que establece compromisos concretos y específicos a los que se les puede dar seguimiento.
El problema es que fuera de los marcos formales y los proyectos generales, Mazatlán no se encuentra incluido específicamente. Se dice que se mejorarán los puertos, que se modernizarán las terminales y se impulsará a las que tengan problemas de almacenamiento o posición logística privilegiada (suponemos que eso nos incluye gracias a la autopista Mazatlán-Durango), pero a la hora de detallar acciones concretas, es decir, ya amarradas, los puertos mencionados son Manzanillo y Lázaro Cárdenas:
-La modernización del Puerto de Manzanillo, Colima, para impulsar el comercio exterior y alentar el turismo de cruceros.
-La edificación de una nueva Terminal Especializada de Contenedores en Manzanillo, y
-El desarrollo de otra terminal en Lázaro Cárdenas, Michoacán, para mover más mercancía hacia el dinámico mercado asiático.
A nosotros no nos pelaron.
Nos queda el posible beneficio de la actividad pesquera, pero ya entrando a detalle, se encuentra uno con que no hay novedades, sino el anuncio de lo que en teoría se está haciendo. Y como lo que se está haciendo hasta este momento, hasta donde se sabe, no es satisfactorio, pues el júbilo se convierte de nuevo en decepción.
De entre los cuatro puntos manejados por Peña Nieto, el e la pesca es el tercero:
“El fomento de la actividad pesquera. La pesca es una fuente de alimentos, empleos y divisas para el país. Actualmente, más de 290 mil mexicanos contribuyen al desarrollo de esta actividad con una producción anual superior a 1.7 millones de toneladas de pescados y mariscos. Hoy, México es el tercer productor pesquero de América Latina, y el décimo sexto a escala global”.
El comunicado dice que no obstante estas cifras, continuó, “este sector tiene un gran potencial, que vamos a aprovechar cabalmente porque es estratégico para la seguridad alimentaria nacional. Por ello, tan sólo este año se están invirtiendo más de 3 mil 100 millones de pesos en el ordenamiento del sector, el fortalecimiento de su flota, la creación de cadenas comerciales de alto valor, y el aprovechamiento comercial de más especies marinas”.
Suena impresionante, pero uno, que vive en uno de los principales puertos pesqueros, se pregunta ¿dónde está eso que seguramente le pasaron al presidente en una tradicional tarjeta informativa? En el resto de la República debe haber quien quede convencido de que el sector pesquero del gobierno federal está en plena acción.
Dos cosas se añaden al tema: la creación de “programas innovadores”, como el de Desarrollo Estratégico de la Acuacultura, para aumentar la producción del sector. El asunto es por lo menos inoportuno, cuando las autoridades no supieron proteger a los acuacultores de la importación de larvas contaminadas por el síndrome de la muerte temprana. Hoy lo que ese sector busca es una ayuda para sobrevivir.
Al final se anuncia que También se va a promover un mayor consumo de pescados y mariscos entre los mexicanos, a fin de mejorar su nutrición y fortalecer su salud”,
Esperemos que efectivamente, se haga y se alcance un éxito como aquel de lo que inicialmente nos parecía ridículo: “chun tachún tachín, vamos a comer atún”.
LA DEMOCRACIA DIRIGIDA
EN ELECCIONES DEL PRI
Como se lo había propuesto la dirigente estatal priísta, Martha Tamayo Morales, se han ido renovando los consejos municipales bajo el sistema de planilla única, sin que hasta el momento se haya presentado un movimiento o una expresión de inconformidad, a pesar de que ha habido grupos que aspiraban a alcanzar resultados diferentes.
Pero encima de eso, Martha Tamayo consiguió que los dieciséis consejos que hasta ayer habían sesionado, aprobaran el sistema de asamblea de consejeros políticos para elegir, a puerta cerrada, a las nuevas dirigencias municipales, lo que incluye de manera implícita las candidaturas únicas o en su defecto, las candidaturas arrolladoras.
En Mazatlán el grupo de Jorge Abel López Sánchez aspiraba a que el sistema de elección fuese abierto, en un juego democrático sin cortapisas, que permitiera el voto del simpatizante, de modo que la victoria fuese para el que contara con la capacidad de movilizar al mayor número de ciudadanos, incluso sin el corset del padrón, que como se sabe, en el caso del Revolucionario Institucional nunca ha sido algo fidedigno.
Pero no hubo de piña. En lo sucesivo los grupos van a tener que buscar la posibilidad de llegar a acuerdos o generar la rebatinga a la que Martha Tamayo le anda sacando la vuelta.
Por ahí andan varios aspirantes, entre ellos dos salidos del mismo grupo, uno que es presentado como el avalado por el tercer piso, y uno que se ha movido como si de veras fuesen a votar los que simpatizan con el PRI.
Por cierto, y contra la aspiración de la dirigencia estatal, en Mazatlán, como en otros municipios, la asamblea demostró que todavía quedan varios dolores producidos por la defección de aquellos que se fueron a la alianza Malovista y ganaron la elección jugando con otros partidos políticos. Hubo expresiones abiertas y aplaudidas cada vez que entre los nuevos consejeros aparecía alguno de esos casos, a pesar de que han sido muchos y hasta de mano muy dura los intentos por acabar con esos rencores y diferencias.
El caso es que a finales de este mes se habrán visto ya los resultados de esta perestroika volteada emprendida por Martha Tamayo, quien bajo sus propias razones regresó a los viejos tiempos de la democracia dirigida, como si hubiese revivido a Carlos Sansores Pérez, o actualizado a Gustavo Carvajal u otro de esos prohombres de la libertad.
PAN: SIGUEN LOS
MISMOS NOMBRES
La renovación de la dirigencia nacional panista no trajo novedades para Sinaloa. Aunque hay tres paisanos incluidos en el comité ejecutivo nacional, estas designaciones no impulsan nuevas corrientes ni nuevas personalidades que refresquen un panorama al que verdaderamente le faltan variantes para reforzar su presencia ante la sociedad.
En la sesión de ayer, quedaron como parte del equipo de Gustavo Madero, aunque sea de lejecitos, el mismísimo Edgardo Burgos Marentes, que contra viento y marea sigue siendo dirigente estatal sinaloense; Adolfo Rojo Montoya, quien además es presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado; y Vanessa Sánchez Vizcarra, quien a pesar de su juventud, ya estuvo en la dirigencia municipal panista y en la secretaría de Promoción Política de la Mujer del CDE.
En camboo no apareció Martín Heredia Lizárraga, de quien se ha dicho que es uno de los sinaloenses más cercanos a Gustavo Madero, y quien por cierto ayer divulgó el hecho de que ya es miembro activo de Acción Nacional, al que estaba ligado como miembro adherente. Heredia es manejado como posible candidatro a la gubernatura, aunque él mismo dijo en una conferencia de prensa que por lo pronto no hay nada, pues “ni siquiera aparezco en las encuestas”.