EN LA GRILLA

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*Ruega AN a Aarón Rivas que no corra más panistas

*Servir mejor al gobernador, es el credo del secretario

*Ramón Lucas se enojó porque le quitaron los Conaleps

FRANCISCO CHIQUETE

Aarón Rivas Loaiza sabe su negocio (sus malquerientes dicen que sabe de negocios, pero eso es otra cosa). Será hasta el jueves cuando rinda protesta como secretario de Desarrollo Económico, pero ya desde ayer se reunió con los directivos del Codesin, pero sobre todo, se reunió con la plana mayor del PAN en Sinaloa.

Usted se preguntará por qué con el PAN, como nos preguntamos todos. La primera especulación era que el propio gobernador Mario López Valdez había concertado la cita con la instrucción de limar asperezas con el partido que fue desplazado de la titularidad de esa dependencia, y al que se considera como el gran perdedor de esta sacudida al gabinete de Malova.

Pero el periodista Carlos Rosas develó el misterio: fue el propio Burgos Marentes el que solicitó el encuentro, y con una explicación que dista mucho de la posición que había asumido justo un día antes del anuncio sobre los cambios: pedirle al nuevo secretario que considerara los perfiles de los militantes panistas que todavía están en las estructuras de la Sedeco.

Por lo visto, al joven Burgos se le ha metido en la cabeza que una tarea importante en su papel de dirigente es la de operar como centro de colocaciones, dando carta de naturalización al asunto de las cuotas con mucho más entusiasmo del que uno podría suponer en un dirigente que durante los meses anteriores había proclamado su ruptura con el gobierno sobre el que insiste en influir, si no en políticas públicas, sí en su composición humana, aunque sea cada vez de menor nivel.

No fue un encuentro cualquiera. Por supuesto, Edgardo Burgos Marentes, no fue el mismo o no tuvo la misma actitud que antes del anuncio del cambio, cuando hizo una tronante advertencia en el sentido de que si el gobernador despedía a Roberto Cruz enviaría una mala señal a los panistas. Lo acompañaron los diputados locales Francisco Solano Urías, coordinador de la bancada panista en el Congreso Local, y Guadalupe Carrizosa Cháidez, cuyos hachazos terminaron de derribar a Roberto Cruz Castro; les acompañaba el nuevo director de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, Ramón Gutiérrez Payán, y llevaron de testigos a Rafael Morgan Ríos, exsecretario de la Función Pública al final del calderonato, y el periodista Silvino Silva Lozano.

En estos tiempos se impone la civilidad. Los partidos políticos no se lanzan a la lucha política y menos contra el gobierno. Aquí en Sinaloa no hay nadie que ejerza la oposición, de modo que la civilidad se ve hasta normal, pero este encuentro del panismo con quien además de desplazar a un panista de un puesto de primer nivel, se ha convertido en uno de los elementos claves para el gobierno dentro del PRI, ya excede todos los antecedentes. Sobre todo cuando la motivación principal no es la búsqueda o aplicación de políticas públicas, sino la defensa de unos puestos, unas chambas.

Rivas Loaiza confirmó el encuentro durante una entrevista con Guardianes de la Noche., Dice que se trata de conversar con todos, de generar las mejores condiciones para trabajar y da una muestra fehaciente de lo que es su credo:

Se le pregunta sobre su posición como viable para una candidatura al 2015 e incluso para la gubernatura del 2016 y él dice que no está ahí para eso, sino para servir al gobernador; que se encontró con los panistas para servir mejor al gobernador; que trabaja ya en el sondeo de los problemas y necesidades para crear un programa que permita servir al gobernador.

Obviamente el gobernador aspira a que el desarrollo económico de Sinaloa sea el mejor, pero ¿se logra eso buscando a toda costa, servir mejor al gobernador? A veces el camino termina siendo el propósito.

EL DIPUTADO QUE SE ENOJÓ

El PRD entero se revuelve. De las tres cabezas de área que le tocaron en el reparto y las cuotas de gobierno, le quitaron la de Conalep. Les quedan sólo la Secretaría de Agricultura, y Pesca, y el Instituto de Capacitación para el Trabajo –Icatsin-, donde Juan Nicasio Guerra Ochoa y Audómar Ahumada Quintero, respectivamente, mantienen controles ab solutos sobre cada puesto no sindicalizado de que se disponga en ese lugar.

Pero el más enojado es el exdirector, actualmente diputado local, Ramón Lucas Lizárraga, cuyo twit sobre el tema circula en las redes sociales con burlesca profusión: «Los cambios al gabinete de Malova carecen de reingeniería y de evaluación de resultados. Habrá serios reproches de los afectados. Al tiempo».

Bajo el esquema de los acuerdos, cuando Ramón Lucas renunció a la dirección de Conalep, para irse de candidato plurinominal al Congreso Local, dejó a un subalterno: Ildefonso Medina Robles quien se enteró de su despido cuando un reportero le pidió su opinión sobre los cambios.

Lucas Lizárraga dejó los Conaleps en una muy mala situación. La administración presentó gravísimas fallas que fueron vistas con disimulo para no romper las relaciones con un grupo político que supo venderse bien, pero que siguen ahí, esperando a que alguien haga algo para hacer las correcciones necesarias.

El nuevo director tendrá que dedicarle un buen rato a este asunto, y no es una tarea que le sea ajena a Alejandro Higuera Osuna. Durante el trienio pasado, presumió por tres años que su antecesor le había dejado una situación desesperante por el endeudamiento de corto plazo y otros problemas que siempre consideró serios.

Faltará ver sin embargo si cuenta con libertad para “limpiar la casa”, como fue su slogan durante su tercera alcaldía. No sólo es el hecho de que el PRD fue parte de la Alianza Malovista de 2010, sino que el principal responsable es hoy diputado local y por tanto tiene fuero, de modo que in eventual castigo pasaría por una decisión política de amplias proporciones. Y para colmo de males, él mismo fue alcalde gracias a la participación perredista en aquella coalición, y la relativamente pequeña ventaja electoral obtenida, hace pensar en que en efecto, hasta la más modesta de las fuerzas participantes resultó imprescindible.

¿Aceptará finalmente que no sólo le hayan asignado un puesto pequeño, sino que además deba amarrarse las manos y la boca?

UN DÍA MÁS

Por cierto que el gobernador debió quedarse en la capital del país para continuar con las gestiones de apoyo para los productores de frijol, dañados por los bajos precios del grano, además de otras audiencias que han sido programadas en diferentes dependencias del gobierno federal.

Esto obliga a que los cambios anunciados no se puedan concretar sino hasta el próximo jueves, cuando el mandatario esté de regreso.

Antes de partir a la capital, dijo aquí en Mazatlán que los cambios habían terminado ya. Que no quería mantener a sus secretarios bajo zozobra, de modo que no hay riesgo de nuevos despidos, mientras se cumpla con las tareas encomendadas. Con esto, por supuesto, quedan eliminadas las interpretaciones derivadas de aquella frase de Malova “los cambios empezarán el tres de febrero, o el martes, porque es feriado…”