En el blanco por Fernando Zepeda H.

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*Un año de narcoguerra muestra un gobierno rebasado e incapaz de regresar la tranquilidad a los sinaloenses
*La Presidenta Sheinbaum es la destinataria principal de la exigencia de los culichis de que se establezca la paz
*La marcha “por la paz” lleva el mensaje claro a los tres niveles de gobierno: El hartazgo de los ciudadanos que claman por recuperar los espacios que les arrebataron
*El asesinato de Cuen Ojeda, parte de los orígenes de la guerra entre “chapitos” y “mayos” es un crimen sin resolver con el silencio de la FGR
*Fin de semana violento en Mazatlán. Asesinan a un menor de edad que viajaba en un camión y se enfrentan militares con delincuentes en Real Pacifico
*Detienen a los primeros 14 implicados en la red del “huachicol fiscal”, entre ellos militares de Marina de alto rango familiares del extitular de Marina
*Toca las puertas de Palacio Nacional, la corrupción detectada en el “huachicol fiscal”
*La ASE detecta graves irregularidades en el Ayuntamiento de Guasave. ¿Se atreverá en auditar a Mazatlán como lo solicito la regidora Maribel Chollet?
*Resultó falsa la versión de sujetos armados que supuestamente se introdujeron al Hospital General de Culiacán. Cuidado con las versiones falsas

Crimen organizado, ¿por encima del estado?. A un año de iniciada la narcoguerra en Sinaloa, el gobierno muestra su fracaso. La Presidenta Claudia Sheinbaum intenta en vano contrarrestar la narcoguerra con cifras. Su Secretario de Seguridad Federal Omar García Harfuch también. Pero la terca realidad se ha encargado de mostrar lo contrario y de exhibirlos como ineptos, incapaces, complacientes, cómplices y una larga fila de calificativos, por la simple y clara razón de que, en un año, no han logrado que los sinaloenses recuperen la tranquilidad que la sociedad se merece.

El primer “culiacanazo” que se dio el 2018, mostro al Gobierno el poderío bélico conque contaba el Cartel de Sinaloa. Y les mostro el rostro de lo que estarían dispuestos a realizar con tal de alcanzar sus objetivos. Las amenazas lanzadas en aquel “culiacanazo” lograron que las fuerzas federales dejaran en libertad a Ovidio Guzmán López, apenas aprehendido horas antes. Y pareció que la lección la aprendieron, cuando las 2023 fuerzas especiales lograron aprehender por segunda ocasión a Ovidio y en esa ocasión de inmediato lo sacaron del estado que ya se estaba convulsionando. El operativo se llamó: “Mongoose Azteca”. Sin embargo, el mismo Gobierno Federal encabezado por López Obrador les permitió y hasta aparentemente alentó, el fortalecimiento del Cartel de Sinaloa. Sus constantes visitas a la sierra de Sinaloa y en la que en una de ellas saludo a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, arrojaron muchas y variadas lecturas. La más socorrida era que no tuvo ni tenía ninguna intención de atacar al Cartel. Al contrario, los criminales entendieron el mensaje de “abrazos no balazos” como un respaldo presidencial a sus acciones ilegales.

Con toda esa información del gobierno sobre el poderío bélico del Cartel de Sinaloa, no se entiende hasta hoy como al conocerse la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y su encarcelamiento en EEUU, se dejo de tomar medidas ante lo evidente. López Obrador a partir del 25 de julio del 2024 y hasta el ultimo día de su mandato, lo único que hizo fue lamentarse de no estar informado de como “El Mayo” fue a parar a EEUU. Y se la paso exigiendo a Estados Unidos una explicación que nunca llego. Pero quien si llego fue el relevo en Palacio Nacional.

El 1 de noviembre Sheinbaum asumió el cargo. Y desde ese m omento tal y como lo hizo López Obrador ha repetido una y otra vez que no se cuenta con información de la detención de “El Mayo”. Y como su antecesor, sigue pidiendo a Estados Unidos explicaciones. Que seguramente nunca llegarán. Y aunque a diferencia de López Obrador, Sheinbaum desplazó cientos de militares a Sinaloa para restablecer la tranquilidad y acabar con las balaceras, asesinatos, bloqueos carreteros, despojo de vehículos y desapariciones, el conflicto armado continua. Que los bloqueos carreteros han disminuido. Es cierto. Pero el resto de los hechos violentos continúan. Resolvió la Presidenta que cada 15 días se reúna en Sinaloa el Gabinete de Seguridad Federal. Y si con la que habrá de realizarse mañana, sumarán cuatro. ¿Y?. No pasa absolutamente nada. ¿Qué más espera el gobierno para resolver el grave problema de inseguridad y violencia que vive Sinaloa?. Ya han asesinado a menores de edad. Y nada. Ya han asesinado a mujeres. Y nada. Ya han matado a personas mayores. Y nada. Muchos, pero muchos inocentes. Y nada. El quebranto económico en Sinaloa, lo sabe el gobierno. Pero para ellos están las cosas bien. Todos en el gobierno se han querido cubrir con la sabana de las cifras que acomodan de tal manera que hacen ver que la violencia está cediendo. Pero en las calles, en los hogares, en las empresas y negocios, los sinaloenses no se sienten seguros. Ni de sus vidas ni de su patrimonio. Y para el gobierno no pasa nada. Aceptan a regañadientes que la violencia sigue. Pero de inmediato replican…Pero la estamos resolviendo. ¿Para cuándo?.

La marcha del hartazgo. Los culichis salieron nuevamente a las calles. Lo sucedido el domingo pasado en Culiacán es un llamado de atención con un destinatario claro: La Presidenta Claudia Sheinbaum. Y es que ella misma, en una de sus más recientes “mañaneras” declaro que la seguridad en Sinaloa “no depende del Gobierno del Estado, sino de una situación externa”. Para muchos, esta expresión exonera al Gobierno estatal y atrae la responsabilidad hacia ella y su gobierno. Entonces que responda a los sinaloenses por este año de narcoguerra que a todos está dañando.

La marcha “por la paz” llevada a cabo en Culiacán sirvió de catarsis a los culichis que han visto arrebatada su tranquilidad, que les arrebataron sus espacios. Que les arrebataron su libertad, que se perciben “secuestrados” en su propia ciudad por un puñado de criminales que se tienen dueños de vidas y propiedades, porque la autoridad responsable de brindar protección al ciudadano, simplemente ha fallado.

Para aquellos escépticos que opinan que de nada sirve manifestarse, tendrían que valorar que hacerlo es elevar la voz de quienes se sienten agredidos. Es el clamor de quienes, aun siendo mayoría, se ven rebasados por unos cuantos con el poder de las armas. Es el grito de “¡ya basta! del ciudadano para de esa manera exigirle y recordarle al gobierno que cumpla con su responsabilidad.

Cuen, la sombra de la impunidad. Hoy habría que citar también el asesinato del exrector de la UAS, exlíder y fundador del Partido Sinaloa y diputado federal electo Héctor Melesio Cuen Ojeda. Porque su homicidio está también ligado al origen de esta narcoguerra entre “chapitos” y “mayos”. Para sus detractores que destacan más la posibilidad de sus vínculos con el Cartel de Sinaloa, habría que decirles que nada, absolutamente nada justifica el hecho de arrebatarle la vida a un ser humano.

Quedo claro que a Cuen Ojeda lo asesinaron el 25 de julio del 2024 en Huertos del Pedregal. Justo el lugar en donde lo habían citado a una reunión con Ismael “El Mayo” Zambada, los hijos de “El Chapo” y que estaría presente el Gobernador Rubén Rocha Moya. El supuesto motivo era que se buscaría resolver las diferencias entre los dos exrectores de la UAS. El tema aquí es la participación de la Fiscalía General de Sinaloa que mediante un “montaje” intento inducir que a Cuen Ojeda lo asesinaron en un intento de asalto en una gasolinera. Teoría que la FGS intento imponer. Pero todo se cayó. Primero por la carta enviada por “El Mayo” en donde asegura que no se hagan bolas. A Cuen lo asesinaron en el mismo sitio en que lo “secuestraron”. Y segundo la demoledora declaración del Fiscal General de la Republica Alejandro Gertz Manero que preciso que a Cuen Ojeda lo asesinaron en Huertos del Pedregal y no en la gasolinera. La entonces Fiscal Sara Bruna Quiñonez renuncio al cargo. Seria llamada a declarar ante la FGR. Al igual que todos los funcionarios de esa fiscalía que tuvieron algo que ver en el “montaje”. ¿Y que pasó?. ¡Nada!. Lo que ha dejado en Sinaloa un sabor amargo por saber qué sucedió realmente y porque la impunidad manifiesta de quienes intentaron engañar a los sinaloenses.

Balaceras en Mazatlán. El fin de semana pasado resulto violento en Mazatlán. Unos sujetos abrieron fuego contra un camión de transporte. En la agresión resulto gravemente herido un joven de apenas 16 años que murió poco después de llegar a recibir atención medica en el Hospital General de Mazatlán. Los pormenores de como sucedieron los hechos e incluso de que clase de camión fue el involucrado no se han precisado. La primera versión que cayo por tierra fue que los sujetos armados bajaron de la unidad al menor y lo acribillaron debajo de la misma frente su propia madre. Eso no fue cierto.

La que poco a poco tomo forma de veracidad fue que los civiles armados por alguna razón (mencionan porque se les atravesó la unidad) abrieron fuego contra el camión y en los asientos de atrás se encontraba el menor de edad. La unidad en que viajaba dijo que era un camión urbano, pero hay quienes señalan que era un “Pesero” rojo. El otro hecho violento se reporto por la noche del domingo en el fraccionamiento Real Pacifico. Ahí termino una persecución de militares contra civiles armados que viajaban en dos vehículos. Se armaron los balazos. Un civil quedo herido y otros cinco fueron aprehendidos. Los hechos confirman que en Mazatlán operan grupos de civiles armados a quienes se les atribuyen despojos de vehículos y el secuestro de jóvenes.

AMLO, Adán Augusto y el huachicol. La corrupción está tocando las puertas de Palacio Nacional. Ha escalado a niveles insospechables que ha comenzado a conocerse luego de las investigaciones en torno al “huachicol fiscal” que condujo ya a la detención de 14 involucrados. Y entre los presuntos responsables están tres familiares del exsecretario de Marina Almirante José Rafael Ojeda Durán. El alto mando militar que estuvo al lado de Andrés Manuel López Obrador ahora dice, en un intento por librarlo de sospechas, que él no estaba enterado de lo que hacían sus familiares.

En estas redes de huachicol, la Secretaria de Seguridad Federal a cargo de Omar García Harfuch y la Fiscalía de la Republica encabezada por Alejandro Gertz Manero, han librado ordenes de aprehensión contra gentes claves de la administración que presidida López Obrador. Y es que parte de este entramado de complicidades aparece una “refinería clandestina” al sur de Veracruz que operaba el grupo criminal “La Barredora” cuyo líder era Hernán Bermúdez que a su vez se desempeñaba como Secretario de Seguridad en el gobierno de Adán Augusto López. Para los investigadores, la operación de esa “refinería clandestina” contó con todo el apoyo de una red criminal en la que seguramente participaron políticos del sexenio pasado. Esa “refinaría” está involucrada con el aseguramiento de 10 millones de litros de diésel que se encontraron a bordo de un buque cisterna. Hasta un juez federal estaba involucrado en este caso y es uno de los 14 detenidos. Para el Fiscal Federal Gertz Manero aun faltan más ordenes de aprehensión por girar y otras por ejecutarse.

Cuando veas cortar barbas…La Auditoria Superior de Sinaloa encontró serias irregularidades en el manejo de los dineros en el municipio de Guasave. Son parte de lo detectado en el trienio anterior que encabezó Martin Ahumada Quintero, pero que también las irregularidades continuaron en la presente administración que encabeza Cecilia Ramírez.

De Ahumada Quintero suman más de 51 millones de pesos sin fuente de pago. Y se le suman pagos con facturas canceladas. La ASE cuenta con una solicitud de auditoria para el Ayuntamiento de Mazatlán presentada por la regidora Maribel Chollet que sostiene que hay opacidad en el manejo de los dineros en la administración que encabeza Estrella Palacios. ¿La ASE actuará en Mazatlán como lo está haciendo en Guasave?.

Cuidado con versiones falsas. Al medio día de ayer corrió insistente la especie de que hombres armados se habían introducido al Hospital General de Culiacán. De inmediato de accionaron las alarmas. Y es que en ese mismo nosocomio ya se tiene el antecedente de que criminales remataron a un paciente. Las corporaciones militares y policiacas acudieron. Desalojaron los alrededores del hospital. Y se inicio la búsqueda. Al final todo resulto una falsa alarma. Esto sucede cuando el miedo se convierte en pánico. Y cuando la tensión lleva en ocasiones a sospechar en lugar de comprobar. Por fortuna no hubo nada que lamentar.