Elizabeth Cañedo, más de un cuarto de siglo como enfermera

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*Más que profesión, es un  amor y un arte trabajar en el cuidado de la salud

*El mejor pago es la sonrisa de un paciente

No hay mejor pasión que la de servir, por eso no piensa en el retiro, ya que su amor por ayudar a las personas y ver dibujado en los labios de los enfermos y sus familiares una sonrisa, es el mejor pago que se puede recibir, manifestó la enfermera Elizabeth Cañedo Miranda.

Originaria de la comunidad de Siqueros, con 26 años de servicio en el área de Medicina Preventiva en el IMSS nuevo, como se le conoce a esta institución, que se ubica por la avenida Ejército Mexicano, Elizabeth Cañedo,  es ejemplo a seguir por sus compañeras, que le reconocen su trabajo, por ser la que más tiempo tiene en este puesto, por ella han pasado varias generaciones.

Su habilidad para establecer una relación de confianza, escuchar y observar es clave para establecer una relación positiva enfermera-paciente, y poder ella ayudar, porque en su área, que es la primera que visita un paciente, antes de pasar a un consultorio, es vital, porque ahí se previenen las enfermedades, se ponen las vacunas y se da seguimiento a la persona, todo enfocado a que lleve una vida sana.

Egresada de la escuela de Enfermería de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Elizabeth  combina su profesión con la de ser mamá, ya que tiene tres hijos, que siempre han estado al cien con ella.

“Desde de niña, siempre quise ser enfermera, más que una profesión es un amor, un arte el atender a un paciente, a quien se le da todo, sin esperar recibir nada a cambio y cuando yo llegará a ocupar la asistencia de una enfermera recibir un trato así”, indico.

En esta área, a la que entró en noviembre de 1988, dijo que hay muchos momentos que la han marcado, como el hecho de que llegan mamás con sus hijos en brazos en busca de una vacuna, pero con el amor de que sus hijos se curen o prevengan enfermedades.

“Soy la última que queda de mi generación en esta área de medicina preventiva, soy la veterana, y es un trabajo que hago con agrado, y lo hago con amor, no por obligación”.