El show debe continuar.

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No es duda para nadie que estamos atravesando una crisis bastante complicada, una época de reestructuración y cambios; el mundo ya no volverá a ser como antes, y la frase “cuando todo vuelva a la normalidad” cada vez carece más de sentido. No solo nosotros nos hemos tenido que adaptar y resguardar (#QuédateEnCasa), sino, de igual manera lo han hecho los eventos culturales, artísticos e inclusive deportivos.

Por ejemplo, los últimos días sucedieron dos de los eventos más importantes del mes: el draft de la NFL, que por primera vez se dio de manera no-presencial y el Mercedes-Benz Fashion Week Ciudad de México 2020. Ambos eventos eran imprescindibles para sus sectores; el primero para la búsqueda de los nuevos talentos y el segundo para que los diseñadores mexicanos presenten sus creaciones de este año.

Esta es una tendencia a la cual nos vamos a ir adaptando poco a poco, la eLiga MX es un ejemplo, lo mismo está haciendo la NBA y la Fórmula 1. Aún cuando todo sí regrese a la “normalidad”, pasará tiempo para que la gente se vuelva a sentir cómoda entre las multitudes; muchos festivales se pospusieron con la esperanza de realizarse, pero dudo que la gente asista a las fechas más cercanas.

La inteligencia es la capacidad de resolver problemas; los empresarios, los creadores de contenido y los deportistas tendrán que encontrar una manera de seguir coexistiendo en la realidad que vivimos. Muchos museos están ofreciendo tours digitales, universidades de la Ivy League dando cursos en línea y DJ’s internacionales presentando sus nuevos sets en Instagram Live.

No cabe duda de que vivimos la era digital, pero, ahora la estamos viviendo en plenitud; trabajando y estudiando desde una computadora, consumiendo contenido en línea y pidiendo comida por medio de una app. La pronta o lejana apertura de la sociedad solo dependerá de que tan seguro nos sintamos alrededor de las personas, en lo personal no sé si me sentiré cómodo si un extraño se sienta conmigo a un costado en el cine o si volveré a ir a un antro o a un festival de música. Nos esperan cambios en nuestras vidas que aún no dimensionamos