EDUCAR COMO DIOS MANDA, MICHAEL APPLE

0
77
neoliberalismo011.jpg

 

UN LIBRO SOBRE LA COMPOSICIÓN DE LA DERECHA NORTEAMERICANA

ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ

1.- Michael Apple afirma que el bloque gobernante de EEUU lo constituyen los neoliberales, los neoconservadores, los populistas autoritarios y un sector de la clase media directiva y profesional. Estos grupos que gobernaron juntos pero no revueltos,  hasta la llegada de Obama. El autor nos dice que son diferentes, y debemos creerle, porque ello nos ayuda a distinguirlos y no etiquetarlos a todos como el mote de “neoliberales”.

A)    Neoliberales: su catecismo puede ser abreviado de la siguiente manera: ¡Queremos un Estado débil que no intervenga en la regulación de los mercados¡. Para ellos lo privado es necesariamente bueno, porque es bueno; y lo público, ya lo podemos adivinar, malo por naturaleza.  Los neos… son los más fuertes en esta “santa” alianza. Su propósito  y hasta cierto punto lo han logrado, es acabar con el Estado de bienestar: educación, salud, vivienda, y las instituciones que amparan estas actividades de solidaridad social. Ellos suponen que el mercado, solito, sin que nadie lo intervenga, puede lograr la riqueza de las naciones y el bienestar de las personas. La larga fila de cruces que ha creado esta política por espacio de treinta años desmiente el supuesto de los neos.

 

B)     Neoconservadores. A diferencia de los neoliberales, estos hombres son chapados a la antigua. Quieren un Estado fuerte, sobre todo en lo que se refiere a qué valores debe imponer el Estado con el propósito de que la sociedad no se siga contaminando con las modas hedonistas que la degradan. Creen que todo tiempo pasado fue mejor, por ello tratan de dar una vuelta para atrás al molino de la historia para que el conocimiento, la moral y las buenas costumbres sean lo que fueron ayer. Los neoconservadores consideran que sus “principios” son los verdaderos y que por lo tanto deben ser impuestos a todos los ciudadanos.

 

C)     Populismo autoritario. Esta grey se parece bastante a los neocoservasores, hasta podían ser un sector de ellos. Lo que los distingue es que ellos desean una sociedad que, a pesar de los años que corren, se rija por la Biblia, en la cual todo mundo ocupe el lugar que le corresponda, sobre todo en la familia: el padre como jefe, la madre como servidora del marido y  los hijos… Luchan por que la mujer solo sea buena para el metate y el petate; los hijos, esos hijos de …, que sean buenos cristianos, trabajadores y bien portados. Esto populistas desean una familia como aquellas que conocimos hace 50 años en las comunidades rurales.

 

D)    La nueva clase directiva profesional. Si bien no son una clase, si pertenecen a ese tipo de profesionistas e intelectuales que se acomodan para servir a los políticos en tareas que no pueden hacer por carecer de conocimientos técnicos. Esta venta de “trabajo intelectual” por parte de los profesionales suelen hacerla porque consideran que sus saberes son “neutros” y que pueden ser puestos al servicio de quién los compre, sin mayores problemas de conciencia. Esta “nueva clase” se ha puesto al servicio de los sectores anteriores: su trabajo ha consistido en “justificar profesionalmente” el museo de antigüedades que sus compañeros de viaje les han encomendado.  

 

ME SIENTO JUNTITO A TI,

A PESAR DE LA ENORME DISTANCIA.

Como pudimos darnos cuenta, esta “santa alianza” esta compuesta de chile, dulce y manteca; “están junto pero no revueltos”. Tienen entre ellos profundas diferencias, por ejemplo, si el Estado es débil o fuerte o si la nueva moral social debe ser el mercado o los preceptos de un  “pasado” que el tiempo se llevó.

Pero a pesar de sus diferencias, existe un elemento que lo une como la uña a la mugre: pretenden acabar con todas las instituciones de solidaridad social y las normas que regulan la existencia de la diversidad cultural. Unos y otros piensan que el mundo debe ser la proyección de su pequeño como perverso mundo; precisamente por ello atacan a todas las instituciones que, a aun pesar de sus distorsiones, aún amparan determinados aspectos del Estado de bienestar y el respeto a la formas distintas de imaginar, pensar y actuar de los ciudadanos y las comunidades que forman un país de inmigrantes.

Entre los múltiples ataques a la solidaridad social, uno de ellos nos compete examinar: la educación, sobre todo porque cuando viendo  las barbas de nuestro vecino cortar, hay que poner las nuestras a remojar. La fábula también habla de nosotros, pues. Michael Apple nos dice que “la educación ha entrado en un período de descalificación al afirmar  que las instituciones educativas se consideran un fracaso total.

Los neos/neos/novos/novos juran, con la mano derecha puesta sobre el corazón, que los altos índices de abandono, el declive de la alfabetización, los niveles de calidad y disciplina, la incapacidad para enseñar “conocimientos verdaderos” etc. etc.,  son la prueba más palpable de que la educación pública ha tocado fondo, que ya no sirve para nada y para “nadie”. Los indicadores que les sirven diagnóstico a estos cruzados son fundamentalmente dos: 1.-Que la educación no sirve para formar profesionistas  competitivos en esta era del  mercado. 2.- Que la educación aleja a los estudiantes de la recta moral, los conocimientos “verdaderos” y la cultura ascética. Y una vez que el diagnóstico se ha hecho, la conclusión es fácil: la calidad de la educación no justifica el dinero que se está invirtiendo en ella. 

COMO FUENTEOVEJUNA, TODOS A UNA.

Según esta “santa alianza” la enseñanza puede mejorar si el sistema educativo de privatiza. En esta parte debemos entender la privatización en dos sentidos. 1.- Hacer del sistema educativo (SE) propiedad exclusiva de los valores económicos y culturales de los aliados. 2.- Desmontar el SE para entregarlo a los agentes privados de la educación. Ambas tendencias esta en juego.

En el primer caso se pretende “sanear” a la educación mediante exámenes “rigurosos” y subvenciones “etiquetadas” a programas que acrediten rentabilidad  económica y, por supuesto, que sean sustentados en el marco de una moral victoriana. En el segundo caso, subsidiar a las escuelas privadas con fondos públicos y, por otra parte, mediante un sistema se elección, según el cual los alumnos y los padres pueden elegir la escuela que prefieran, pagando sus estudios a través de vale expedido por el gobierno   

Pero se crea que esta política de liquidar al SE norteamericano es solamente un política que ocurre en aquel país. Es actualmente una tendencia  recorre el mundo; y sin bien es cierto que en cada país adquiere una forma específica, sus contenidos son prácticamente los mismos: Educación para el mercado. Educación para arraigar las buenas costumbres. Dicho en otros términos: la educación debe crear profesionistas sanos de alma y hábiles para la producción, lo demás no importa…

LOS MISTERIOS DE UNA ASCENSIÓN.

            Una vez que se examina la baja estatura cultural de la propuesta de los aliados, uno se pregunta por qué dirigen una nación tan importante como los EEUU. Una vez que cualquier hijo de familia se da cuenta de las perversiones del “programa”, puede sacarse la conclusión de que llegaron al poder a través de un golpe de Estado. Pero no fue así. Los neos/neos/novos/novos se hicieron del poder a través de elecciones democráticas, es decir, la gente votó mayoritariamente por ellos. Y lo peor: no solamente la gente votó por ellos una sola vez, circunstancia que podría disculparse  porque errar es de humanos.

            Pero los electores norteamericanos han votado por ellos desde hace por lo menos tres décadas; en estos treinta años solamente ha habido un gobierno de un color relativamente distinto, el de Bill Clinton. Casi casi uno se pregunta si la mayoría de la sociedad norteamericana es masoquista, pareciera que repiten la vieja frase con las que los gladiadores romanos se dirigían a su sepulturero:¡Salve oh Cesar, los que van a morir de saludan…!

            Hoy este sectores liderados por Tea Party tienen paralizado a los Estados Unidos, especialmente con el objeto de impedir que cobre corporeidad el Medicare, que se ha motejado como ObamaCare. Mañana se abordarán los bemoles de esta parálisis.