DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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Las cuentas de Cuén
Pasarela opositora
Ajenidad presidencial

¿Quién gana con la incorporación del PAS al frente opositor? Héctor Melesio Cuén, por supuesto.
Hasta antes de esa suma, el mandamás de la UAS aparecía arrinconado. Beligerante, pero arrinconado. Hoy cuenta con un respaldo político con capacidad para hacerle eco a nivel nacional que seguramente no incidirá en el procedimiento judicial que se sigue contra connotados personajes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, pero si la cruzada electoral es exitosa, puede forzar una salida hasta ahora inimaginable.


¿Qué ofrece Cuén a cambio? La relatoría que hizo ante los dirigentes de los tres partidos políticos es impresionante. El presidente del Partido Sinaloense describió a su organización como un conglomerado integrado por 160 mil militantes, lo que según sus propias palabras, lo convierte en el partido local más exitoso de toda la República.

Entre las muchas cosas que circulan entre las redes sociales, aparece una cifra muy ilustrativa: el PAN, principal partido opositor en todo el país, tiene registrados catorce mil militantes en la Ciudad de México.
El problema con las cifras de Cuén es que pueden ser formalmente ciertas, pero muy poco rendidoras. Al romper la alianza que tuvieron Morena y el PAS, el gobernador Rubén Rocha Moya lamentó el acuerdo porque no le produjo los votos esperados. Hubiéramos ganado sin ellos, dijo.

Rocha Moya, en efecto, obtuvo 624 mil 225 votos, contra 358 mil 314 del frente opositor que lanzó a Mario Zamora, una diferencia de 265 mil 912 votos, de los cuales, apenas unos 90 mil fueron atribuidos oficialmente al PAS.

Con esas cifras, uno encuentra que apenas un poco más de la mitad de los militantes oficiales (160 mil), votan por su partido, de suerte que el Frente Opositor tiene como primera tarea convencer a 70 mil militantes del PAS que hace dos años no votaron o no lo hicieron por sus propios candidatos.

En cambio debe recordarse que la campaña electoral de Rocha Moya tuvo forma gracias a la capacidad organizativa del propio PAS, cuyos militantes armaban templetes, organizaban mítines y hasta rellenaban la sillería. En un acto realizado en El Venadillo, ejido conurbado de Mazatlán, a Rocha aún candidato le brincó que hubiese tantas caras conocidas y preguntó cuántos eran avecindados del sitio en que se reunían. Fueron unos cuantos, los demás eran parte del “público portátil”.

Por supuesto, toda suma es importante. Del lado de Morena, se ha hecho un barrido intensivo para acarrear a la causa oficialista a militantes de los demás partidos. Sumar a la oposición a un partido local que en la elección anterior estuvo con Morena da idea de que los movimientos se dan en todos sentidos.

Lo que falta ver en este caso es si los elementos positivos de esta incorporación, son mayores que los negativos que arrastran el PAS y su dirigente Héctor Melesio Cuén Ojeda.

LOS QUE SE
LEVANTARON
Conforme se acerca el momento de destapar candidatos a presidencias municipales y diputaciones locales, los aspirantes hacen más aspavientos, a veces sin checar la viabilidad de sus aspiraciones, no sólo por cuestiones de influencia electoral, sino por los acuerdos interpartidos.

El caso más notorio es el del ex alcalde Jorge Abel López Sánchez, quien finalmente rompió el silencio y levantó la mano, exigiendo además una serie de condiciones para la realización del proceso. Una persona tan enterada como el exalcalde, ex senador, exdiputado federal, exdiputado local y exdirigente del PRI, entre otras cosas, no toma en cuenta que en las negociaciones del frente, el PRI se atribuyó la primera posición en la fórmula senatorial por Sinaloa, mientras el PAN se enfocó a garantizarse la candidatura a alcalde de Mazatlán.
Por cierto lo hace sin tener un candidato propio, lo que abre la puerta a un externo que hace apenas unas semanas pujaba por ser postulado en Morena, Guillermo Romero. Martín Pérez, militante panista, se ve desplazado y prácticamente sin posibilidades.

Esto del frente es tan amplio, que aunque usted no lo crea, hay un aspirante con antecedentes destacados, como es el caso de Aarón Flores Estrada, quien fue candidato y alcalde perredista en El Rosario, cuya administración terminó con el triste récord de convertirlo en el primer presidente municipal que en Sinaloa recibió del Congreso Local un pliego resarcitorio para que devolviese 90 mil pesos cuyo uso no fue justificado a la hora de revisar su cuenta pública. Por supuesto que no fue a devolver nada y por supuesto que tampoco le pasó nada.

Pero el caso más impactante es el de la diputada federal plurinominal Paloma Sánchez, quien apareció en la lista de esta circunscripción y llegó a la Cámara sin hacer hecho trabajo político en nuestro estado (es una sinaloense metropolizada desde muy joven). Ha pasado la actual legislatura con visitas muy esporádicas y casi todas de carácter familiar, pero ahora le agarró el amor por la tierra y se ha dejado ver en varias ocasiones.

Es que, dicen las malas lenguas, está por amarrar una candidatura al Senado de la República, por supuesto en la primera posición, de modo que no sea muy necesario trabajar intensivamente en la campaña ni mucho menos comprometerse a buscar una victoria, porque con una derrota “honrosa” le alcanza para garantizar la chamba durante seis años, sin descuidar la grilla chilanga.

Allá Pío Esquer que trabaje en serio y trate de ganar para llegar, si es que le dan la postulación, porque además de los requisitos legales, se necesita ser allegado de Alito para ser tomado en cuenta.

¿Y LOS MORENOS?
Entrando diciembre aparecerá la convocatoria de Morena para determinar la forma en que serán las designaciones a candidatos locales. Ya hemos comentado que las fuerzas internas están desatadas, que el fuego amigo es todo, menos amistoso y que desde hace rato está viviéndose la noche de los cuchillos largos.
A estas alturas parecen definidas las postulaciones de Juan de Dios Gámez para Culiacán y de Gerardo Vargas Landeros para Ahome, mientras que Mazatlán y Guasave fueron reservadas para la eventualidad de tener que cumplir con la famosa cuota de género.
Son embargo, los análisis del tercer piso insisten en personajes masculinos, como Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, quien ya trabaja con una estructura ciertamente pequeña, pero fortalecida con la idea de que es uno de olos favoritos del gobernador.

Está Fernando Pucheta Sánchez, a quien se ubica como el aspirante con más proyección entre la ciudadanía, aunque sus rivales insisten en atribuirle “más negativos que positivos”, lo que no aparece realmente en los estudios demoscópicos, pero no por eso se deja de utilizar.
Está también Ricardo Velarde, el subsecretario de Turismo, quien permanece con perfil bajo, pero no ha dejado de organizarse para mantenerse en su lucha.

El que no aparece por ninguna encuesta es Alejandro Higuera, quien de todos modos se la pasa en campaña los fines de semana y en la grilla los días laborales.

Por las mujeres se sigue mencionando a Estrella Palacios, ya menos a Flor Emilia Guerra, y también a la exsíndica procuradora, Elsa Bojórquez.

Habrá que ver si la convocatoria permite hacer reacomodos entre aspirantes a alcaldes y posibles legisladores, o si de plano el que pierda se pierde.

¿POR QUÉ NO VA?
El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que no se ha presentado al lugar de la desgracia en Acapulco, porque no quiere exponer la investidura presidencial. Que no quiere correr el riesgo de que le manden a unos provocadores que le hagan malos recordatorios maternos, con cámaras de televisión detrás, para exhibirlo.

Es por supuesto, una buena explicación, pero hay otro elemento de mucho peso: López Obrador es un hombre que siempre ha hecho política, con una gran capacidad para establecer el diagnóstico combativo, el señalamiento filoso y cortante, pero que a la hora de la hora no ejecuta las acciones correspondientes.

Lo suyo ha sido la grilla, no la ejecución, por lo que no ve necesario aparecer donde se necesita hacer, entrar en acción, resolver al momento con una mente abierta, más allá del mecanismo preconcebido en su mente, sin fijarse si se correspondía con la realidad. Su ausencia de Acapulco no ha sido caso único, ha ocurrido en todos los casos de desgracias naturales, incluyendo su natal Tabasco.

Lástima, porque los propósitos de campaña siempre fueron bien recibidos y la esperanza generada todavía le alcanza para ser bien evaluado, pero difícilmente le permitirán resolver situaciones graves, como la carencia de medicinas con una farmaciotota en la capital del país o sus alrededores.