DESDE EL BURLADERO.

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– Chuquiqui, Chapo y Cuen en las coordinaciones.
– Negligencia asesina en hospital sonorense.

Alfredo Ramírez.

Con una votación de 19 votos a favor y tres en contra, Jesús Enrique Hernández Chávez, Chuquique, fue electo como nuevo pastor de la bancada priista para la LXI Legislatura que entrará en funciones el próximo primero de diciembre.
El apaleado fue el ex alcalde, ex diputado federal y actual diputado local Ramón Barajas.

A diferencia del PAN donde no conocen la democracia interna ni la equidad de género en esos menesteres, ni del PAS, donde el liderazgo indiscutible de Melesio Cuen opaca a los otros dos compañeros de bancada; el PRI procuró, o al menos eso se dice, actuar de manera libre y con conciencia democrática.

Como todo un perdonavidas, Chuquique dijo a sus compañeros que asume el cargo con el ánimo de cohesionar, escuchar y fortalecer la representación que les otorgaron los electores sinaloenses; aunque en el caso de él su diputación es de las llamadas de A Mazote, esas que se ganan por ser miembros de la casta burocrática partidistas y estar bien con quien realmente manda, no porque la hayan ganado sudando la frente y los pies.

Entre líneas ya dejó entrever que no habrá tos con el gobernador Malova ya que se pronunció por el fortalecimiento de la relación interinstitucional pero a favor de Sinaloa.

A pesar de que ya se han reunido en bastantes ocasiones y hasta han sido capacitados, a diferencia de sus compañeros de ruta presupuestal, los diputados del PAN y del PAS, los tricolores no han dado a conocer cual es la agenda legislativa que van a impulsar.

Lo cierto es que Chuquique debe de dejar el cheque que le reditúa la gerencia del PRI en Sinaloa, y para ello el delegado del CEN de dicho partido en la entidad, Armando López Nogales la está haciendo cardiaca; ya que ahora anuncia que será hasta el próximo domingo cuando el llamado Consejo Político defina quien será su relevo; por lo que los cuatro grupos o tribus empiezan a mover sus fichas y mecanismos de convencimiento con miras a quedarse con la plaza.

LAS IMÁGENES son perturbadores y primeramente circularon por la televisión nacional el día de ayer, para ser retomadas por las redes sociales que las han masificado.

Se trata de un joven jornalero de 38 años de edad, originario de Casas Grandes, Chihuahua, quien llega a las instalaciones del Hospital General de Guaymas, Sonora, bastante enfermo y fue despachado bajo el argumento de que “no tenía nada”.
Su cuerpo no le dio más que para irse a postrar en la banqueta del propio hospital donde estuvo por espacio de cinco días hasta que falleció, sin que ninguno de los médicos, enfermeras o burócratas asquerosos y satrapaicos que ahí devengan el sueldo que les pagamos todos y todas las mexicanas, mostrara el mas mínimo sentido de humanidad y lo ingresara a urgencias.

Fueron personas que acudían al hospital guaymense quienes le acercaban agua y fruta.

Un día antes de morir, las cámaras de la televisora local lo entrevistaron y el narró que llegó al hospital a pedir ayuda pero lo dejaron salir (no dice que lo corrieron) por que no presentaba cuadro grave.

La voz se escucha muy baja, lenta y hasta adolorida, se queja de dolor de piernas y confiesa que no tiene seguro social, lo que nos hace suponer que por esa razón, los sátrapas no lo atendieron con la humanidad que se merecía; es más! Ya sabemos que aún cuando tengan seguro a veces ni los atienden con humanidad!.

Al ser entrevistado por la televisora, el director de Hospital General de Guaymas, “doctor” Alfredo Cervantes Alcaraz, dice pachorrudamente que al jornalero se le atendió de deshidratación pero ya no quiso que se le siguiente atendiendo.
¡Por favor!, quien en su sano juicio le va a creer a este burócrata de la medicina que una persona enferma no va a querer que se le atienda.

Enrique Peña Nieto, anunció esta semana que el año que viene, no dijo si con las nieves de enero o para abril o para mayo, presentará una reforma al sector salud para que todos los mexicanos ahora sin distingo disfruten del sistema universal de salud.

Ese es un reclamo y un derecho humano así como una obligación del Estado.
El asunto estriba amable lector, en que si unifican las acciones y esfuerzos y modernizan la infraestructura como dijo el Envaselinado, de nada servirá mientras persistan servidores médicos como el mentado Cervantes Alcaraz o como algunas de las muchas enfermeras, secretarias o doctores de otras instituciones de salud, quienes actúan de la manera más deshumanizada, despótica e insensible que se pueda imaginar, o que lo más probable ya lo sufrió; como si estás chusmamafias amparadas por sindicatos nefastos o padrinazgos corruptos tuvieran garantizada la salud eterna.

Este tipo de gente debe de ser erradicada de los servicios de salud, por decir lo menos.

Peña Nieto tiene la palabra, vamos a ver…como dice el ciego esperanzado.
LA DEL ESTRIBO.- Tener un jefe así…no tiene precio. El Potrillo es buen deleite a los ojos y neuronas de más de uno…HLP…DM.